Si me dieran a elegir uno de los mejores momentos para sentirme nerviosa, sería éste. La semana pasada cuando me fui de la casa de mi abuelo a la de Sandy para que al fin nos fuéramos a estudiar a la universidad, pensé que era pan comido. Que no tendría problema para intentar formar parte de algo nuevo pero nuevamente me equivoqué.
Quizás me estoy adelantando un poco de los sucesos acontecidos después de que me fui de la casa de mi mamá pero estoy demasiado nerviosa como para entrar en detalles.
Después de que salimos de la casa de mi mamá. Kate decidió irse con mi papá a su casa para estar en compañía de Sussan. Yo me fui con el abuelo porque su casa queda muy cerca de la de Sandy (En el mismo barrio) así que estuve viviendo con él las últimas dos semanas y fue divertido en cierta manera.
Quiero decir, no sabía que el abuelo supiera divertirse, y cuando digo divertirse me refiero a que él puede jugar videojuegos como un experto, puede comer tanta pizza como un adolescente y puede hacerte reír como un comediante.
En realidad, no me quería ir de la casa de mi abuelo, fue muy divertido vivir con él, aunque me desesperó un poco el día que me sugirió que saliera a buscar un novio para que él pudiera atormentarlo.
Mamá por otra parte, me llamaba casi todos los días, pero ahora que ya me mudé, yo la llamo todos los fines de semana sin falta. Siempre me cuenta que su boda se acerca y que quiere que estemos ahí, por supuesto que voy a ir a la boda.
Como sea, estoy parada frente a la puerta de mi primera clase del día, me siento mareada, nerviosa, ansiosa y muchas otras emociones que creo que terminaré por ir a dejar al inodoro.
Mi primera clase es Economía I. Sandy tiene Bacteriología y acordamos vernos para el almuerzo. Se siente muy extraño estar con tu mejor amiga pero a la vez no mientras vives tu propia aventura.
Me decidí por entrar al salón, cuando abro la puerta puedo ver que ya está algo lleno de chicos y chicas vestidos todos desgarbados, gracias al cielo que no vine de vestimenta formal o me verían raro.
La razón por la que me siento tan nerviosa es porque no sé cómo hacer nuevos amigos, ha pasado muchísimo tiempo y no sé como entablar una conversación con alguien nuevo. Ni siquiera sé porqué decidí aceptar ésta carrera en primer lugar.
Empecé a caminar lentamente, me di cuenta que hay un pupitre vacío junto a la ventana y me gusta. Me senté despacio mientras observaba a toda la gente a mi alrededor, la mayoría ya ha hecho amigos y yo… Yo espero hacer amigos pronto.
A pesar de que faltan veinticinco minutos para que la clase empiece, ya se está terminando de llenar el lugar.
De repente, una figura se para frente a mí, es un chico alto, delgado y bronceado de cabello negro con mechas rubias y un corte extraño, trae puestos unos leggins azules y una camisa rosada con un arcoíris en el centro. Me mira indiferentemente y eso me molesta, es cierto que soy nueva y no conozco a nadie pero no es justo que ni siquiera hayan empezado las clases y alguien ya quiere hacerme sentir mal. Luego me dice secamente:
-Estás en mi lugar.
-¿Tu lugar? No veo ningún nombre en él- le digo a la defensiva.
-Estás en mi lugar fierecilla- repite él.
-¿Fierecilla? Escucha, chiquillo. Éste asiento no tiene tu nombre por lo tanto no pienso quitarme sólo por ti- le digo en tono desafiante.
Ambos nos quedamos viendo a los ojos seriamente, al cabo de algunos minutos la vista me empieza a arder pero no pienso perder ante éste chico loco. Al final, termino parpadeando y él empieza a aplaudir mientras da unos saltitos y dice:
-Perdiste, acepta tu derrota- en tono burlón y usa sonrisa autosuficiente.
-Pero no pienso darte mi lugar ¿entiendes?
Se deja caer al asiento a la par mía, extiende su mano y dice:
-Jesse Coleman pero mis amigos me dicen Jess.
-…Mucho gusto, ¿Jesse?- le digo.
-Puedes llamarme Jess tontita- dice esbozando una sonrisa.
-Ah, mucho gusto. Soy Andrea Thompson pero mis amigos me dicen Andy- le extiendo mi mano también e intercambiamos un apretón de manos.
El profesor entra, es un adulto canoso que se hace llamar Robbin Wilson, a mi parecer es un nombre sospechoso ¿Quién demonios se llama Robbin Wilson en éstos días?
Jesse me da un codazo y me dice al oído:
-Su peluca era una ardilla que no murió de causas naturales.
Eso me hizo reír, tuve que taparme la boca con mis manos para que no me fueran a escuchar, Jesse tiene razón, su peluca está torcida y además es de color castaño dejando entre ver sus canas.
Es increíble que sin querer hiciera mi primer amigo, es un buen chico después de todo, me agrada porque no tiene miedo de ser como es, me refiero a que no se avergüenza de ser abiertamente gay. Él es genial oh, y lo mejor de todo es que tenemos todas las clases juntos. Eso es algo bueno porque no me gustaría quedarme sola en algún rincón del aula sin nadie con quien hablar.
A la hora del almuerzo, Jesse y yo fuimos al comedor del campus, Sandy y yo acordamos que nos veríamos allí para almorzar y espero que no le moleste que lleve a Jesse.