Mi alarma suena a las seis de la mañana, odio tener la primera clase a las seis y treinta pero lo bueno de todo es que mi jornada termina a las once; así me queda tiempo para pasar toda la tarde con Ethan, a menos que tenga entrenamiento o tenga el turno de la noche en su trabajo de medio tiempo.
A penas llevamos unos días juntos y él ha sido un novio más que adorable, no es que yo sepa mucho de novios pero él es simplemente: perfecto.
Perfecto en todos los sentidos, tanto que jamás pensé que yo sería alguien tan importante para él. Se asegura de decirme todos los días lo mucho que me quiere y lo feliz que es conmigo. Aún no le he dicho a mis padres que tengo un novio, estoy planeando cómo hacerles saber que soy muy feliz de tener a un chico tan bueno a mi lado.
Entro a la clase de Mercadotecnia. La profesora es bastante joven por lo que su clase es bastante animada y me gusta porque me divierto.
Las demás clases son un poco aburridas pero soportables, a la hora del almuerzo Ethan me espera en la entrada de la cafetería como todos los días. Cuando me ve, se acerca, me abraza, me besa y entrelaza nuestras manos, pareciera que siempre que estamos juntos estuviera orgulloso.
Nos sentamos en nuestra mesa habitual, Sandy y los demás llegan y se reúnen con nosotros para almorzar, todo transcurre normal, hasta que Ethan me pregunta:
-¿Qué harás el catorce de febrero?
-No lo sé. Pensaba dormir todo el día ¿por qué?
-Porque hay un pequeño problema- dice sonriendo traviesamente- Éste año ya no eres una chica soltera, ahora tienes novio- levanta ambas cejas y me hace reír.
-Oh, es cierto- dice Sandy- éste miércoles será el día de San Valentín ¿Qué planean hacer?
-Planeo que sea una sorpresa- le responde Ethan.
-Vamos, no me gustan las sorpresas- le digo mientras le hago ojos de cachorro.
-Lo siento, pero tendrás que esperar- dice antes de besar mi frente.
Cruzo mis brazos como si estuviera molesta, él me abraza e intenta besarme pero muevo mi cabeza para que bese mi mejilla, cuando nota que no le devuelvo el beso me aprieta aún más hasta que me río y me doy por vencida.
-¿Pueden guardar eso para cuando están solos?- dice Jesse un poco molesto.
-Oh, lo siento. Ven aquí- le dice Ethan a Jesse y le despeina el cabello hasta que se ríe también.
-Si tu novio continúa haciendo eso, lo tendremos que compartir- me dice Jesse.
-Lo siento. Él es sólo mío- le digo riendo y abrazo a Ethan posesivamente.
El resto del almuerzo transcurrió normal. Sandy y los demás tienen clases por la tarde y Jesse tiene práctica de Básquetbol, así que nos quedamos sólo Ethan y yo. Usualmente vamos a mi dormitorio, hacemos las tareas primero y después nos quedamos viendo películas hasta que es la hora de cenar. Hoy fuimos a su dormitorio, pensé que sería un poco desordenado pero quizás es hasta más limpio que el de Sandy.
El edificio de su dormitorio queda unas cuadras después del mío, es grande y espacioso. Su habitación es igual de grande que la mía, tiene un color gris y lo comparte con su mejor amigo. Hay una sala mediana con una cocina al fondo, todo está limpio y ordenado.
Al llegar un chico llamado Cole, el compañero de cuarto de Ethan estaba a punto de salir del dormitorio, Ethan me invita a pasar y le dice:
-Cole, te presento a mi novia Gwen-doline- me mira como si supiéramos un secreto sólo los dos.
-Es un gusto al fin conocerte. Ethan no para de hablar de ti. Me alegra que seas tan bonita como él dice. Lo siento, me gustaría quedarme pero me tengo que ir a trabajar. Nos vemos pronto- Lo saludo con un apretón de manos rápidamente porque él se tiene ir a su trabajo de medio tiempo.
-¿Por qué todos dicen que siempre estás hablando de mí?- le pregunto a Ethan mientras me siento en su sofá.
-Porque es cierto- se encoge de hombros- No me avergüenza hablarle a todo el mundo que tengo una hermosa novia y si te soy honesto, me gusta alardear sobre ti porque Cole es soltero y así alejo a las chicas que intentan ligarme.
-¿Esa es tu táctica?
-No- se sienta a mi lado y rompe el espacio que nos separa- Ésta es mi táctica de guerra- dice antes de besarme.
Me obligo a romper nuestro beso y le pregunto:
-¿Qué planeas hacer para San Valentín?
-Es sorpresa, así que no intentes sacarme información porque no te la daré- intenta volver a besarme pero me muevo y le digo.
-Bien, entonces hasta que yo descubra la sorpresa tienes prohibido besarme ¿entendido?
-¡Eso no es justo!- dice haciéndose el dolido- Falta un día para San Valentín.
-Mejor, así aprenderás lo importante de saber esperar- le digo y beso su mejilla.
-Yo no te puedo besar, pero ¿Tú a mí sí?- dice esperanzado.
-Yo puedo pero no lo haré hasta San Valentín.
-No me hagas esto, sabes que no voy a sobrevivir más de ocho horas- dice rogando.
-Sobreviviste mucho antes de conocernos ¿Por qué no puedes ahora?
-Porque no quiero y porque te estás volviendo alguien demasiado indispensable para mí- dice ocultando su rostro en mi cuello.