S de Soltera

Capítulo 30.

-Oh, es cierto ¿Dormirán juntos Ethan?- dice Kevin inocentemente.

-Es cierto, no pueden dormir en la misma habitación ¿O sí?- nos molesta Haley arqueando una ceja.

-Ella va a dormir en mi habitación y yo dormiré en alguna de los chicos- dice Ethan muy sonrojado.

-No te molestes, yo puedo dormir con alguna de tus hermanitas- le digo disimulando mi vergüenza.

-Por supuesto que no, no es necesario. Yo puedo dormir con Kevin o Jason- me dice.

-Vamos Ethan, en serio, no tengo problema con compartir habitación con alguna de las niñas- le replico.

-¡Vamos chicos! Dejen de sonrojarse tanto y acepten que dormirán separados- nos grita Robbie.

-Será mejor que no los molestes hijo, mejor ayúdame a recoger los platos- le dice el Señor Reynolds a Jason.

-¡Permítame lavar los platos!- lo interrumpo.

-No es necesario, no te molestes cariño- me dice Caroline amablemente.

-No es ningún problema, se lo aseguro.

-¡Yo te ayudo!- me dice Ethan.

-Bien, no todos los días Ethan se ofrece a ayudar en la cocina así que está bien- nos dice  dudando, empieza a sacar a todos de la cocina. Yo comienzo a enjabonar los trastes en silencio, Ethan espera a que se los pase para enjuagarlos.

-Lo siento, olvidé que el cuarto de huéspedes es de Jason ahora que ya es un “chico rebelde”, Robbie y Timmy comparten habitación- me dice.

-No te preocupes, no quiero que duermas en el incómodo por mi culpa.

-Haley todavía no lo comparte con Leah pero mamá guarda todas las noches a Donnie ahí después que Timmy se queda dormido - dice enjuagando.

-Bueno, siempre puedo dormir en su habitación.

-Gwendoline, no es discutible. Dormirás en mi habitación y punto, yo iré a dormir con Jason ¿entendido?

-Pero yo- me interrumpe con un beso rápido y continúa enjuagando como si nada.

Después de dejar totalmente limpia la cocina, Ethan fue por nuestras maletas y me llevó a conocer su habitación. Está pintada de azul, hay muchos pósters de los Minnesota Flyers, su cama sin hacer está al centro de la habitación, hay un escritorio con muchos retratos familiares, unos estantes con muchos trofeos, otros están llenos de libros y al fondo está el baño.

-Bienvenida a mi guarida- me dice con los brazos extendidos en medio de la habitación. Me río y lo sigo hasta dónde está parado. Observo atentamente cada detalle, él se sienta en la desnuda cama y me hace espacio para que haga lo mismo.
-Así que ¿Siempre fuiste un gran deportista?- le digo.

-No todos los trofeos son de deportes, algunos son de certámenes de deletreo, otros son de debates escolares en los que participé.

-Inteligente, deportista, ganador y estudioso- le digo contando con mis dedos- ¿Qué más? ¿Guapo?

-Tú lo has dicho- me dice mientras me abraza, nos dejamos caer sobre su cama y nos quedamos así, abrazados sin nada que decir, sólo viendo nuestros rostros.

-Me alegra que hayas venido- me dice sonriendo.

-Yo estoy feliz por estar aquí- le contesto- Además, quería preguntarte desde hace rato ¿Qué es lo que le has dicho a tu familia de mi? ¿Por qué dicen que soy la primera y todas esas cosas?

Se queda en silencio por un par de segundos, mirando hacia el techo hasta que dice:

-Les he dicho lo que cualquier chico enamorado diría de la chica que le gusta. No me gusta guardarle secretos a mi familia así que les he estado hablando de ti desde el primer día que te vi. Nunca antes había estado tan enamorado de alguien por eso nunca traje a alguna chica, no me parecía oportuno, pero contigo es diferente. Todo se siente correcto.

-Oh, supongo que hice un escándalo por nada- asiente con la cabeza aún mirando hacia el techo mientras cierra los ojos.

-Sabes, me estoy quedando cómodamente dormido ahora mismo- dice aún sin abrir los ojos.

-Bueno, tendrás que ir a dormir con Jason dentro de poco, así que disfruta mientras puedas- saco una mano de su abrazo  juego con el cabello de su frente.

-Disfrutar ¿eh? Tú lo pediste- me abraza más fuerte, yo me río y él intenta besarme de nuevo hasta que lo logra.

Nos quedamos así un par de minutos, ya me hacía falta tenerlo sólo para mi, me gusta su familia y lo adoro a él, verdaderamente me siento muy querida por todos aún cuando me acaban de conocer personalmente ya que Ethan les ha hablado demasiado sobre mí.

Una voz carraspea y nos hace sentarnos de un solo salto. Es la mamá de Ethan que trae unos edredones grandes sobre sus brazos que le cubren el rostro, yo me levanto para ayudarle y dice:

-Iba a cambiar la ropa de cama mañana pero de haber sabido que llegarían hoy, ya lo habría hecho.

-No se preocupe, yo los puedo cambiar- le digo.

-Está bien, Ethan traje tus cobijas favoritas, espero que no te importe dormir con ellas Gwendoline .

-¿Las de cohetes?- pregunta Ethan –Será mejor que las cambie antes que Jason se duerma y me deje en la  orilla- la señora Reynolds se ríe, le da una palmada en el hombro y se va, yo le digo molestándolo:

-Siempre puedes dormir en tu habitación, pero no podemos compartir cama- me quita las cobijas de las manos y comienza a ordenar la cama riendo.




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