Capítulo 31.

Más tarde, toda la familia se reunió en el patio trasero, los chicos ayudaron a mantener limpia la casa, el señor Reynolds los mantiene ocupados distrayendo a la señora Reynolds quien se ofreció como mi ayudante de reemplazo. Mientras llega una “sorpresa” para ella, yo cocino junto a Haley

Cuando Ethan pasa junto a mí, lo tomo del brazo y le pregunto al oído:

-¿Escondiste los regalos cierto?

-Los subí a mi habitación  mientras desayunaban- me dice en un susurro. Su padre lo llama dentro de la casa y se va corriendo.

-Sabes, es extraño verlo tan contento- dice Haley mientras voltea las salchichas de la parrilla- usualmente siempre se veía muy preocupado pero ahora, pareciera que has cambiado algo en él.

-En realidad, él es quien ha cambiado algo en mí- le contesto.

-¿Cómo lo haces? ¿Cómo sabes quién es el chico indicado?- me pregunta de repente.

-Eso es algo que nunca sabrás a ciencia cierta, simplemente llega alguien que pone tu mundo de cabeza y sientes que esa persona es lo mejor que te pudo haber pasado. Antes pensaba que otro chico era perfecto para mí ¿sabes?

-¿Y qué pasó con ese chico?- me pregunta curiosa.

-Bueno, digamos que ninguno de los dos fue totalmente honesto y me di cuenta a tiempo que no podría luchar por él aunque quisiera. No es que no me importara pero desde un principio todo fue una mentira, mucho tiempo después, cuando  conocí a Ethan, no esperaba enamorarme, sólo pensaba en seguir adelante con mis estudios sin relaciones ni nada pero la vida nunca obedece tus planes.

No me avergüenza hablar de Daniell, quizás no sea lo más correcto pero no voy a ocultarle nada a ésta familia que me trata como uno más.

-Supongo que tienes toda la razón… Pero si llegas a lastimar a Ethan no te lo perdonaremos nunca- dice seria de un momento a otro.

-No puedo prometer algo así porque yo no soy y nunca seré lo suficientemente buena para Ethan.

Nos quedamos en un incómodo silencio, ella quiere agregar algo más pero no sabe cómo decirlo, Kevin aparece corriendo por la puerta corrediza y nos dice:

-¡La abuela! ¡Llegó la abuela!

Haley se sorprende al escuchar a Kevin, yo sé que quiere salir corriendo y abrazar a su abuela, así que le digo:

-Ve, las salchichas no irán a ningún lado.

-Enseguida vuelvo- se da media vuelta y sale corriendo. Supongo que éstos chicos deben estar más que acostumbrados al cariño, su abuela viene y todos se ponen muy felices.

Si fuera mi abuela la que hubiera venido, probablemente yo ya le habría hechado y cerrado la puerta en las narices para mantenerla lo más lejos posible de aquí. Pero ese es el punto. Aquí todo es diferente.

Kevin sale al patio y trae de la mano a una señora alta, de cabello cano y menudita. Se mira muy amable, viste un vestido floreado y trae su largo cabello trenzado. Kevin la acerca hasta mí y le dice:

-Te lo dije abue. Te dije que Ethan trajo una chica a casa- la señora me mira con los ojos de par en par y reacciona segundos más tarde. Yo me pongo muy nerviosa y me limpio la grasa en mi pantalón, le extiendo la mano y le digo:

-Es un gusto conocerla Señora ¿Reynolds?

Ella sonríe, muy amigablemente y dice:

-No, no. Soy la  madre de Hellen. Soy Grace Lovett, el gusto es mío ¿Gwendoline? Puedes llamarme abuela o simplemente Grace.

Asiento y me río por dentro, no puedo evitarlo, para todos soy sólo Gwendoline, antes hubiera dicho que odio ese nombre pero al ver con qué alegría lo dicen todos, hasta está empezando a gustarme.

El señor Reynolds sale y se dirige hacia nosotros, trae una cerveza en la mano, se la da a la abuela Grace y le dice sonriendo:

-Sólo espero que no te emborraches de nuevo Gracie, ya estoy demasiado viejo como para cargarte hasta el cuarto de las chicas.

-Vamos Mike, debiste haber visto tu cara cuando te dije aún tengo fuerza para ponerte sobre mis rodillas y darte nalgadas- se ríe sonoramente.

Los demás salen y comienzan a llenar el patio con sus risas, Haley regresa a su puesto de ayudante, Robbie y Timmy corretean por todo el patio persiguiendo a Leah, Jason está hablando por teléfono muy concentrado mientras les grita que guarden silencio. La señora Reynolds sale más tarde junto a Ethan, se acercan hasta Grace y comienzan a platicar de todo un poco, pero siempre hay alguien que no se cree que yo esté aquí como la novia, porque Grace le dice a Ethan:

-Muchacho, mira qué grande estás- lo abraza y lo besa dejando una marca roja de labial en su frente- Aún recuerdo cuando correteabas desnudo por toda la casa y ahora, hasta tienes una novia y ya la trajiste a casa, ahora sí podré morir en paz.

-¡Abuela! No exageres, traigo a mi novia a casa y todos pierden la cabeza, además corría en bóxer- me mira avergonzado- casi siempre andaba vestido, no era nudista ni nada parecido- intenta explicarse avergonzado.

Se ríen por lo alto, pareciera que hoy todo es risas, no quisiera separarme de ellos nunca porque me hacen sentir como un miembro más. Termino de cocinar y los llamo a la mesa.

Todos toman sus puestos en la mesa, Ethan me ayuda a servirles los platos  y Grace lo molesta diciéndole que “sólo así ayuda en la cocina”. Cuando todos estamos sentados, la abuela Grace hace una oración y comenzamos a comer muy animadamente.