S. O. S. Elisa

Cap. 23 El Tritón prisionero

La misión se dividía en dos: Doug y Leslie irían a buscar al tritón prisionero y Ana y Trevor tendrían la misión de entrar a la mansión Blake y robar la caracola.

Primer grupo

David llevó a Doug y a Leslie, en su yate a la zona donde le indicaban. Doug le contó.

—Mi abuelo me instruyó para que no se presa de las ambiciones de los Blake, me mostró la caracola.

—Parece que él no deseaba tu mal.

—Él decía que estábamos malditos, que éramos esclavos, no entendía eso hasta ese momento. A veces el dinero te vuelve seguro, inalcanzable para algunos.

—¿Sabías que te iba a ofrendar?

—Sí, mi abuelo me preparó, él no deseaba que sea comida de sirenas y me dijo lo que tenía que hacer.

“Era un borracho, no le creía, pero una noche escuché a mis padres, hablaban sobre el pacto y que yo sería la ofrenda y lo supe.

—¡Qué horror! —dijo David.

—Sí, por eso tuve que actuar.

—Y ahora nos toca a nosotros.

Doug les indicó la zona y le dijo a David.

—Abajo hay muchas corrientes y es peligroso para humanos normales.

—Ok.

—Debes de quedarte por esta zona y yo me haré cargo con Leslie.

—¿Crees que ellos puedan robar la caracola?

—Eso espero, les di las llaves de la entrada de la puerta lateral que da a la playa, suelen darle poca importancia.

—Creo que prefiero el mar a entrar en los terrenos de Blake —dijo Leslie.

Ellos sonrieron y solo esperaban que ellos hicieran su parte.

**

El segundo grupo

—Dime, ¿por qué estoy a punto de entrar en una casa llena de sirenas y tritones y matones con armas?

—Por tu vida, mi vida, la de David y las de Castor Blake.

—No suele dármelas de héroe, pero que se pudran todos.

Ana le daba las llaves y le decía.

—No estarás solo, tienes los tapones.

—Sí, pero si no te escucho no sabré qué hacer.

—Lo haremos con señas.

—¿Lo haremos?

Ella lo miró censora.

—Solo quiero relajar el ambiente.

Hizo la seña con sus dos dedos.

—Esto es atento.

—Ok.

Señaló su oído y le dijo.

—Esto es escucha.

—Pero si tengo las cosas estas puestas…

Ella le hizo una seña girando su dedo.

—Rodeamos.

—Bien.

—La clásica, un dedo en la boca, silencio.

—Bien, entiendo.

—Cuando te haga señas con los dedos estaré contando los pasos que debemos dar o si hay gente cerca.

Trevor resopló y asintió, tenía una idea de lo que significaba. Llegaron con el auto cerca de la mansión Blake, se veía muy quieta y con la mitad de ella a oscuras.

—Bien, aquí pierdo toda mi vida para siempre.

—Recuerda, somos una pareja en la playa y nos vamos acercando como si nada.

—Ajá…

Fueron a la playa, la casa estaba a metros de ellos y ellos se miraron.

—Bien, soy tu novio celoso.

—¿Qué?

—No sé, me meto en el papel.

—Ponte el protector.

—Ok —lo hizo—, ¿y ahora?

Le hizo una seña de que guardara silencio y le indicó que la siguiera. La mansión daba hacia un muelle improvisado, tenía una escalera de rocas y un bote de emergencia.

—Parece que no hay nadie a la vista.

El sonido del mar era lo que más se escuchaba, caminaron despacio y llegaron al pequeño bote anclado.

Ese bote estaba cubierto y tenía motor, lo que debían hacer era usarlo como vía de escape.

Ella le hizo una seña de que la siguiera, tenía el arma en sus manos y subía lentamente por la escalera de roca.

Todo estaba en aparente silencio, las luces de ese lado estaban apagadas y se veía una luz tres ventanas más allá.

Llegaron a la entrada que tenía pequeñas palmeras a los lados y un aspecto muy jovial y ella sacó las llaves.

Trevor miraba a todos lados, estaba tenso, el frío de la noche podía cortar su piel si estaba descubierta.

Ella metió la llave y le hizo señas de que abrió. La puerta cedió lentamente y ella vio una estancia vacía y elegante.

—Joder, hace frío.

Ella le pegó para que se callara y pasaron a esa estancia. Ese sitio era una antesala para visitas, lo más importante era acceder al pasillo principal que los llevaría al estudio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.