—¿Algún rastro nuevo de esos dos...?— preguntó el Trono al Principado que monitoreaba las pantallas del centro de comando— Tengo que darle alguna noticia a la Fuente Universal... ¡ No puede ser que se los haya tragado la tierra a esos dos!
El Principado miró fijamente a su jefe el Trono, pensó un momento y luego tecleó algo en su escritorio. Activó el escáner y un segundo después las alarmas comenzaron a sonar.
—¡Los encontraste! ¿ Y están juntos? ¿Dónde es eso?
—Es la Tierra...—respondió el Principado.
—¡¿La... Tierra?! ¿Qué es...la Tierra?
— Un insignificante planeta de la Vía Láctea que ustedes han olvidado hace miles de años y al que nosotros solemos visitar con frecuencia, en viajes de exploración. —respondió un Demonio que acaba de llegar.
—Es el colmo que ahora se le permita la entrada a los habitantes del Hades...—masculló el Trono.
—¿Perdón...? ¿Decías...?
El Trono respondió de mala gana:
—Te...preguntaba...que sí aún no se extinguieron ese par que dejamos ahí.
—¿El primer hombre y la primera mujer dices...? Han tenido descendencia. Y hace ya miles de años que todo el planeta está poblado.
—¡¿Poblado por humanos?!
—¡ Y por ángeles caídos! Hemos compartido todo el conocimiento que tenemos con ellos.
—¡¡¡Eso está prohibido!!!
—¿Y qué harás? ¿Mandarnos al Infierno?
El Trono optó por ignorarlo y ordenó:
—Amplía la imagen...,¿ qué están haciendo?
— Jugando...—respondió el Demonio divertido .
—¡¿Jugando?! ¿ Por qué...?
— Porque así se vive allí... la vida en la Tierra es un juego...