Sabbath

5

—Me han dicho que no jugarás hoy, que te has lesionado...— dijo preocupado Mew mientras se acercaba a la banca del equipo infernal.

— Es solo una excusa, prefiero ver el partido desde aquí, contigo.

—¿Por qué están mezclados? ¿Qué hacen un Demonio y un Ángel jugando en el mismo equipo? ¿Aquel no es el Jefe de operaciones Trono? ¿¡Y aquel... es un ser humano!?— Mew parecía desconcertado.

— Los equipos deben armarse así... Son las reglas del fútbol aquí en la Tierra...

—¿Desde cuándo...?

—Desde ahora...

—¿Y te han creído?

Gulf se rió como toda respuesta y acercó su boca a la de Mew.

—Sabbath shalom...

— Sabbath shalom...— respondió Mew y le di un beso que duró prácticamente todo el partido.

Desde entonces, se dice por ahí, que en rincones varios de la Tierra a la hora del Sabbath, pueden verse a Ángeles, Demonios y humanos corriendo, riendo y jugando juntos.

Y aunque la Fuente Universal aún no ha hecho ninguna declaración oficial al respecto, hay quienes aseguran haberla visto unas veces con alas, otras con cuernos y otras con ojos humanos, corriendo tras una pelota o gritando con algarabía un gol desde una tribuna improvisada...

No me hagas caso, son sólo cuentos..., ¿o no...?




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