Salgo yo de la Cooperativa con un refresco y Janeth está al fondo del pasillo haciéndome señas con la mano derecha, alzo la mano para indicarle que ya voy.
— Caminemos Amor. — dice tomándome la mano.
— Por allí no, vamos por el parquecito. — Digo indicándole.
— No, vamos por atrás. — Dice ella. Me siento incomodo y me da la leve impresión de que no quiere que nos vean juntos pero ha de ser porque es nueva aquí. Pasamos detrás de los laboratorios de Química y hay unas niñas del salón de Janeth bajo el árbol de Mangos.
— ¡O-M-G Janeth! ¿Cuantos tienes? — Dice la rubia sentada en la raíz.
— ¿A qué te refieres? — Apunto yo un poco confundido.
— ¡16! Tengo 16 años — Interrumpe Janeth mirándome.
Creo que no es eso lo que preguntan...
— Oye enséñame más del campus... Adiós Amigas — Dice finalmente halándome del brazo.
— ¡Como te rinde! — grita una de las muchachas y después ríen todas. Mi mente está dándole vueltas al asunto y todo mi sistema exige una respuesta.
— ¿Qué quiso decir tu amiga? — Le pregunto.
— Nada amor, ellas están muy locas — Ríe mirando hacia el piso.
* En ese momento suena el timbre para la cuarta hora*
— Dame un beso — exige ella. Le doy un beso en la mejilla, emprendo mi camino y ella se queda viéndome mientras me alejo. No me pareció cortés darle un beso en la boca (la verdad no sé cómo hacerlo) pero no descifré si eso era lo que ella quería.
***
Esta vez Lara no me quiso explicar los puntos del taller de Matemáticas y Química que de veras necesito por que durante el primer periodo las reprobé y el periodo pasado salí arrastrando. Ella siempre es muy buena gente y son muy pocas las veces que dice que no, definitivamente a ella le pasa algo extraño y no nos lo ha dicho. Por alguna razón el profesor de Artes no vino así que mi salón tiene las dos horas libres, nos haremos en nuestro lugar favorito para estar que es bajo la sala de maestros.
Lo mejor de nuestro combo es que organizamos salidas y cosas divertidas, esta vez es puente festivo así que tendremos más días de descanso. Tina habla sobre ver una película de romance, Adela habla sobre como seria de divertido ver una película de zombis donde hubiese mucha sangre y gente muriendo, Lina discute con Julia que el profesor de Química está tan "Bueno" y tiene una esposa que no es fea sino que tiene una belleza singular. Es confuso lo que dicen, ahora entiendo el dicho ese de que nadie entiende a las mujeres y Lara... ¿Lara?
— ¿Donde esta Lara? — Le digo a las muchachas.
— ¿Que no estabas con ella? — Dice Lina.
— Bueno, ella estaba en la biblioteca y dijo que vendría aquí — Explico con un dedo en el labio.
— ¡Vamos a buscarla! — dice Julia. La buscamos por todo el Instituto pero esta no está en ningún lugar.
— Debemos buscar en los baños. — Sugiero y todas asienten. Me quedo esperando a las chicas en la puerta del baño de mujeres y desde afuera se escucha con claridad como Lara llora y un puñado de piedras cae en mi estómago.
— Que tal que esté herida o algo — Dice mi mente y mi pecho se estruja con violencia de modo que decido entrar. Ella está rodeada de las demás y su llanto es incesable, apenas me ve entrar se limpia la mejilla empapada de su batida mascara de pestañas por las lágrimas y me grita: — ¡Lárgate Joe! a ti no te quiero ver. — Mi cabeza pierde su órbita y un sin número de palabras quieren salir a la vez por mi garganta formando un nudo.
— Hey no, no, no. Me vas a explicar ya, que es lo que está pasando. Porque yo que me acuerde no te hemos hecho nada. — Reclamo con los ojos muy abiertos. La chica se baja del lavabo y se acerca furiosa a mí.
— ¿Quieres saber qué es lo que pasa realmente? ¿Quieren saber ustedes que pasa en verdad? ¡Pasa que soy una estúpida! y me enamore de ti. Y ahora tienes novia. — Aclara ella chuzando mi pecho con su dedo índice. — ¿Ah, Alguien sabe cómo responderme? ¡Explícamelo tú! — Dice ella finalmente saliendo del lugar. Giro mi cabeza para ver a las demás chicas que tienen los ojos como platos y están igual de sorprendidas que yo.
— ¿Que rayos acaba de suceder? — Dice Julia.
— No lo sé — le respondo acuclillándome en el piso. Nos quedamos allí en silencio hasta que suena el timbre.
***
Llegué alrededor de las 12:47 pm a mi casa y durante toda la tarde tuve en la cabeza un revoltijo de sensaciones extrañas y preguntas atascadas en mi mente. Esa situación tan incómoda me hace caer en cuenta que Lara solo me ayudaba a mí y siempre estaba pendiente de mí y siempre me quiso a mí.
—Que injusto he sido — Dice mi corazón.
¿Pero cómo había forma de saberlo? debió habérmelo dicho antes pues no tengo una bola de cristal para averiguarlo. Ahora apoyo esa imagen de la red social que decía: "Cuando consigues pareja hasta los muertos se te declaran" Esperó a que estuviera con alguien para decirlo. Ya ni las palabras cuadran y los pensamientos crujen en la pequeña nuez que tengo por cerebro en este momento. Le llamé a Daniel para decirle que no iba a ir a trabajar y sin darme cuenta me dormí en el sillón de mi cuarto.