Sabor a ti

Capitulo 3

Después de un largo periodo las clases acaban, tenemos unas horas para hacer los deberes e ir a cenar. No puedo creer que haya sobrevivido al primer dia, estoy en mi habitación tirada en la cama dándole vueltas a todo lo que ha pasado.

{Julianne}

Después de lo ocurrido en clase con la chica nueva la que no volvió luego, no la he vuelto a ver, esa chica me pica de curiosidad ¿Por qué es tan borde? ¿Por qué es sumamente irritante?, quisiera poder acercarme a ella y descubrir realmente su personalidad, espera, ¿que estoy pensando? ella es una alumna y yo su profesora no puede haber un acercamiento personal además las niñitas como ella no me caen nada bien aparte que tengo marido y estoy bien con él.

{Tara}

No he dejado de pensar en esa niña en como se humedecía el labio, en su acercamiento a mi oído, en las últimas palabras que me ha dicho, está bastante claro que estaba coqueteándome y yo he caído como una tonta en su juego, “mujeres más altivas y algo más mayores que usted, se me han abierto de piernas “esas palabras no se van de mi mente, solo tiene 17 años y ha sabido utilizar las palabras correctas para que me pique la curiosidad, he tenido varios hombres en mi vida y siempre me ha gustado su compañía pero esta chica con solo un gesto a conseguido sonrojarme.

{Lexa}

Ya he hecho los deberes de matemática, solo he hecho los de esa asignatura supongo que quiero ganarme la confianza de Tara y así que me sea mas fácil meterla en mi cama, estoy haciendo tiempo para la cena así que busco en el armario ropa mas cómoda para ponerme no soporto por más tiempo esta horrible falda, me pongo unos leggins azules y una camiseta holgada y salgo al pasillo para dirigirme al comedor antes de llegar en una de las habitaciones escucho algo de música creo que es la habitación de la profesora Burriel sonrío y decido llamar a la puerta, espero a que abra.

Abre la puerta y me mira sorprendida, no se esperaba verme en el umbral de la puerta de su habitación.

-¿Que hace aquí Stevenson?-Pregunta al fin.

-Solo quería darle las buenas noches profesora Burriel-Digo con voz ronca.

Ella se pone tensa, tengo un don para saber cómo ligar con las mujeres, se cómo hacerlo además disfruto mucho con ello ver como se ponen nerviosas con solo unas palabras, me acerco a ella agarro suavemente su cintura y vuelvo a repetirle la frase de esta mañana.

-Mujeres más altivas y algo más mayores que usted, se me han abierto de piernas-Susurro con la voz aun ronca.

Tara se queda unos segundos pensativa vuelve a reaccionar y me abofetea la cara, una mini sonrisa aparece en mi rostro la empujo dentro de la habitación y entro detrás de ella, me voy acercando lentamente hacia la profesora con una sonrisa picara ella da un par de pasos hacia atrás y se tropieza con la cama, está algo asustada pero yo estoy decidida a probar sus carnosos labios me voy acercando mas a ella y la agarro de la cintura la pego mas a mi notando como tiembla, estampo mis labios en los de ella se queda quieta unos segundos pero enseguida corresponde el beso el cual es salvaje, suspira en mis labios intenta tocarme pero cojo sus muñecas con fuerza me separo un poco de ella y deposito un beso en su cuello Tara gime ante ese pequeño contacto.

-La próxima vez nada de tocar-Le digo mientras giro sobre mis talones.

Salgo de la habitación sin mirar atrás, voy hacia el comedor y me pongo en la fila, espero para poder coger mi comida necesito reponer fuerzas.

Ya con la bandeja en mis manos busco una mesa donde sentarme pero choco con alguien, la comida no se me cae lo que es una suerte, levanto la vista y es la profesora Moore.

-Tenga más cuidado niñita de papa-Me mira furiosa.

-La que debería andar con cuidado es usted vieja amargada-Me encojo de hombros.

-Tenga un poco de respeto Stevenson-Me recrimina.

-Respeto por alguien como usted, ja-Me rio en su cara.

Sigo mi camino hasta que encuentro a Annabelle me siento con ella y cenamos en silencio, sé agradece estoy cabreada por la aptitud de la profesora Moore y no me apetece hablar nada, qué se cree esa vieja que me puede hacer sentir mal esa mujer no me conoce en lo absoluto.  

Terminamos de comer y nos levantamos, tiramos las sobras a la basura y dejamos las bandejas en su sitio le pedimos permiso a la directora para irnos a nuestras habitaciones, la mujer rubia asiente y nosotras salimos del comedor.

Mientras vamos de camino a nuestros cuartos hablamos de chorradas, se siente bien tener a alguien con quien hablar aun sean cosas banales. Llegamos a mi habitación nos damos las buenas noches y veo como se aleja por el pasillo, abro la puerta y entro dentro me pongo el pijama y me meto dentro de la cama, apago la luz y segundos más tarde caigo en los brazos de Morfeo.




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