Ya han pasado dos semanas desde que llegue a este lugar, las cosas no han mejorado mucho. Sigo teniendo broncas con la profesora de literatura a la que no aguanto, aunque creo que es mutuo. Ya he tenido mi primera pelea con otra alumna y mi primer castigo también, me ha tocado recoger todas las aulas del mismo pasillo.
Ahora estoy en mi lugar favorito en la rama del árbol que hay detrás de la escuela, es un lugar solitario donde nadie puede llegar a molestarme. Me estoy fumando un cigarrillo y pensando en que podría meterme con la directora del centro o como meter en mi cama a la profesora de matemáticas, desde nuestro último encuentro en el baño he pasado de ella pero eso no significa que no quiera meterla en mi cama.
Bajo del árbol y me dirijo hasta mi habitación, son las 9 de la noche y estoy buscando un atuendo decente para ponerme. Es hora de volver a usar mis armas para atraer a la profesora de matemáticas. Unos golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos, abro la puerta y en ella está la persona que no esperaba ver aquí.
-Buenas noches Stevenson-Me dice la rubia.
-Buenas noches-Digo seca.
-Hoy as faltado a todas las clases, eso no está bien-Me reprocha.
-¿Le apetece entrar?-Pregunto ignorándola.
Me hago a un lado de la puerta para dejarle un hueco para que entre en mi habitación. Para la edad que tiene esta mujer se conserva muy bien, se sienta en un lado de la cama mientras yo me desvisto para meterme en la ducha. Ya completamente desnuda voy a meterme en el baño cuando la oigo hablar.
-Me imagino que algo malo te ha pasado o alguien te ha hecho algo malo, me he fijado en que tienes la espalda llena de cicatrices puedes hablar conmigo cuando lo necesites-Me tenso al escucharla.
Salgo del baño todavía desnuda, me pongo enfrente de ella sonrío ligeramente ella traga saliva con dificultad.
-Eso a usted no le importa, lo que haya pasado en mi vida no es importante-Me encojo de hombros.
-Entiende esto Stevenson me preocupo por ti-Se levanta.
-Ja, lo que le preocupa es el dinero de mi madre sus alumnas le damos igual-Le digo borde.
-Eres una niña consentida una niña de papa, una niña que creé que todo lo que hace esta bien-Dice furiosa.
La abofeteo fuertemente en la mejilla, ella me mira sorprendida. Reprimo las lágrimas que están a punto de escaparse de mis ojos, ella no tiene ni idea de todo lo que he vivido. La agarro del pelo y tiro su cabeza hacia atrás le echo una mirada furiosa.
-¡No vuelva a decirme que soy una niña de papa! Usted no tiene ni idea por lo que he pasado-La digo enfadada.
Estampo mis labios en los suyos, es un beso lleno de furia avanzamos hasta la puerta y la empujo fuera me mira extrañada y cierro la puerta en sus narices.
Respiro hondo voy al baño y me meto en la ducha me pongo unos vaqueros, una camiseta azul y unas converses negras. Me hago una coleta y salgo de la habitación y camino al comedor.
Cojo la bandeja con la comida y me siento en la mesa con Annabelle comenzamos a comer aunque se me ha quitado el apetito.
Empezamos a hablar de temas sin importancia, estoy notando una mirada posada en mí. Buscó a quien me está mirando y me doy cuenta de que es la directora quien no me quita ojo. Vuelvo mi mirada a la comida dándole a entender que no me interesa seguir mirándola.
-Oye, mi padre me a traído unas cervezas si quieres salimos de aquí y vamos al antiguo cobertizo a tomárnoslas-Me dice mi amiga.
-Eso estaría bien pero ¿eso no está prohibido?-Le pregunto.
-Vamos ahora te preocupas por las normas-Sonríe.
-Ya sabes que no, dejemos esto en su sitio y larguémonos-Me levanto.
Nos alejamos con las bandejas y las dejamos en su sitio choco con la directora que está colocada justo a mi lado, le echo una mirada rápida y ella me mira nerviosa. Le enseño el dedo del medio Ángela respira hondo y me deja pasar.
Voy con mi amiga hasta la salida del centro, salimos afuera y nos dirigimos al antiguo cobertizo entramos en el pequeño establecimiento y nos sentamos en el sofá. Annabelle me pasa una cerveza y me la bebo de un tragó echaba de menos el sabor de la cebada.
Nos empezamos a reír por tonterías, hablar un poco de nuestras vidas. Me da otra cerveza y escuchamos la puerta abrirse. Por la puerta aparece la directora ¡mierda! nos ha pillado, echo un tragó a la cerveza ella me da una mirada furiosa.
Se acerca a mí y me quita la botella Annabelle sale corriendo de allí dejándome sola con la rubia. Se pone la botella en los labios y le da un pequeño sorbo. Agarro su cintura, le quito la botella y la beso en los labios es un beso lleno de rabia ella se zafa de mi agarre y me empuja contra el sofa. Sale de la estancia dejándome sola en ese lugar.
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Editado: 24.11.2020