Capitulo 6

{Ángela}

Salgo del cobertizo hecha una furia me ha vuelto a besar y no sé por qué lo ha hecho, estoy aturdida mi hermana tiene razón es una mocosa que saca de quicio. Entro en la escuela y voy a mi despacho, cierro la puerta y me siento en la silla. Cojo el teléfono y llamo a Julianne.

-¿Julianne? soy Ángela ¿puedes venir a mi despacho?-Le pregunto.

-Claro hermana en cinco minutos estoy allí-Me dice antes de colgar.

Mientras espero a mi hermana me sirvo un vaso de whisky le doy el primer sorbo y oigo que llaman a la puerta, me levanto y la abro dejo pasar a mi hermana y nos sentamos en el pequeño sofá que tengo en mi despacho.

-Tenias razón hermana esa niña es una bocazas, no hace más que contestarte. He intentado hablar con ella pero es imposible no quiere dejarse ayudarComienzo a hablar.

-Te lo dije Angie, esa mocosa nos va a traer problemas se cree que puede hacer lo que quiera es un imposible-Me contesta ella.

-Nada es imposible hermanita hare lo que sea por que vea que aquí podemos ayudarla, que no hace falta insultar a nadie ni hacer la vida imposible a otras personas para conseguir sentirse bien-Suspiro.

Mi hermana me abraza pasa su mano por la espalda para darme animos, le devuelvo el abrazo y respiro hondo.

-Bueno hermanita y ¿como te va con Peter?-Le pregunto.

-Pues las cosas con Peter no van tan bien como deberían ir le siento alejándose cada día mas-Me dice triste.

-El matrimonio es difícil deberías hacer algo por el, no se prepararle una cena romántica y una noche contigo-Le aconsejo.

-No se hermana no sé si eso servirá de algo-Se frota la frente.

-Ya verás como si servirá de mucho ve a casa y descansa, mañana tienes clasesLa beso la mejilla.

{Lexa}

Sigo aquí en el cobertizo debatiéndome si ir a buscar a la directora y volver a pelear con ella o ir a ver a la profesora de matemáticas, me termino de beber la cerveza y salgo del lugar avanzo hasta la entrada de la escuela y entro en el edificio el pasillo está completamente en silencio y casi en penumbras. Subo por las escaleras al final del pasillo de las habitaciones de las alumnas veo una sombra apoyada en la pared me acerco con cuidado hasta ahí. Cuanto más me voy acercando más clara se vuelve la persona, no puedo creer a quien estoy viendo pensé que tenía que ser yo quien iba a tener que ir a buscarla pero no aquí esta esperándome la ignoro y abro la puerta de mi habitación me hago a un lado dejándola espacio para entrar.

-Tenemos que hablar Alejandra-Me dice la profesora.

La sigo ignorando hoy no estoy de humor para nada necesito desfogarme y sé que lo voy a pagar con ella aunque aún no se de que manera quiero acostarme con ella, eso seguro pero hoy no es un buen día para ello, no aun no.

Entro al baño, me remojo la cara y me miro en el espejo sigo sin conocer a esa chica que me está devolviendo la imagen. Siento mi cabeza estallar, otra vez me vuelven las migrañas salgo del baño y me apoyo en el marco de la puerta, Tara está mirando las fotos que tengo colocadas encima del escritorio coge una de ellas y la observa detenidamente.

-¿Eres tú? y ¿ellos son tus padres?-Me pregunta.

Me acerco a donde está y ella me enseña la foto hago una mueca y reprimo a una lagrima que quiere escaparse de mis ojos, estoy luchando con mi interior sobre si contestarle o no meneo la cabeza para quitarme cualquier pensamiento Tara me mira curiosa esperando una respuesta por mi parte, decido hablar entonces.

-Si soy yo cuando tenía 9 al año siguiente mi padre nos abandono-Le digo triste.

-Vaya, lo si....lo si...siento no lo sabía-Tartamudea.

Intenta tocarme para animarme pero me aparto rápidamente se queda un poco triste intento reprimir a las lagrimas que quieren salir de mis ojos. No puedo creer que le haya contado lo de mi padre.

-Debería irse profesora Burriel-Le señalo la puerta.

-No, no pienso dejarte sola además tenemos que hablar-Sigue empeñada en lo mismo.

-No pienso hablar con usted de nada debe irse-Vuelvo a repetirle.

Se pone enfrente mío me mira con compasión me arrepiento de haberle contado eso, no soporto que me miren así le devuelvo la mirada esta vez con rabia. Por impulso agarro su pelo para que no pueda moverse con la mano libre agarro su cintura atrayéndola más a mí, estampo mis labios en los suyos bruscamente ella intenta zafarse pero intensifico el beso Tara se da por vencida y me sigue el beso. La tiro en la cama en un movimiento brusco la desnudo ella me mira entre asustada y curiosa, me desnudo yo también y me tumbo encima de ella muerdo su cuello un pequeño gemido sale de su boca voy bajando hasta sus pechos me meto uno de sus pezones en la boca lo estimulo pasándole la lengua, ella vuelve a gemir lo que me enciende mas, muerdo su pezón arquea la espalda por el dolor que le causo busco su otro pezón y hago el mismo movimiento ella vuelve a gemir otra vez. Me aparto un segundo de ella voy hasta el armario y en un montón de ropa que tengo allí colocada cojo un consolador con arnés, es raro que no me lo vieran, me coloco el arnés introduciendo en mi la otra parte del consolador un pequeño gemido sale de mi boca. Ella me mira asustada intenta levantarse pero en un rápido movimiento la atrapo poniéndola a cuatro patas con las manos agarrando el cabecero.

Con un golpe rápido introduzco el miembro de látex en ella quien pega un pequeño grito por el movimiento brusco que he cometido, doy fuertes embestidas consiguiendo que ella mueva sus caderas al ritmo de mis vaivenes sigo moviéndome fuertemente nuestros gemidos inundan la habitación, paso mi mano por su espalda y llego a uno de sus pechos lo estimulo hasta que este se pone duro noto como ella empieza a temblar a convulsionar hasta que llegamos las dos al orgasmo, ella esta agarrando fuertemente el cabecero poniendo en blanco sus nudillos. Cae pesadamente en mi cama saco el consolador de ella y me lo quito tirándolo a un rincón de la habitación, chupo su cuello dejándola una marca en el dándola a entender que ahora es mía.