Desde los 5 años me acostumbre a tomar venganza con todos los que me lastimaran.
Un 18 de Mayo, lunes a las 3:30 p.m de 1990 vi a mi mejor amiga, Sophia, hablando con una niña de nuestra edad, la niña también era huérfana como nosotras, se llamaba Anna esa pequeña estúpida se estaba haciendo muy amiga de mi mejor amiga, yo siempre fui muy celosa con mis amigas, especialmente con mi mejor amiga, la incrédula de Anna pensaba que podía robarse a mi mejor amiga, y lo peor es que lo logro, mi mejor amiga Sophia dejo de hablarme, me enoje mucho, así que decidí prenderle fuego a Anna, en mi orfanato había un doctor, él tenía una porquería de carro, ese coche en el maletero llevaba gasolina, ese día de mi venganza decidí tomar el bidón de gasolina, y en la noche cuando Anna estaba dormida le tire la gasolina encima y ella se despertó de un susto y luego prendí una cerilla y se la tire, ella empezó a gritar, y ver como ella se quemaba y gritaba era una sensación maravillosa para mí, luego todas las niñas se despertaron y empezaron a gritar y a llorar y yo me empecé a reír, después llegaron las monjas a nuestra habitación y la monja Margarita le hecho agua a Anna pero Anna estaba en el suelo, sin moverse, parecía una tostada, después de unos minutos la llevaron al hospital, la monja Margarita se quedó mientras las otras monjas llevaban a Anna al hospital, la monja Margarita pregunto:
Margarita- ¿Niñas una de ustedes vio algo?
Niñas- No señora- respondieron todas juntas
María-Monja Margarita yo si vi algo de lo que paso
En ese momento no me asuste por la niña chismosa, ya que todas me tenían miedo, así que mire a esa niña y como ella sabía leer labios le dije tu llegas a decir una palabra y te hare lo mismo que le hice a la niña esa de Anna, y luego María le dio miedo y no revelo nada:
Margarita- ¿María tu que viste?
María-No solo vi que Anna estaba jugando con fuego y se prendió sola
Cuando nos volvieron a mandar a dormir le susurre a María en el oído:
- “Muy bien, así calladita te vez más bonita, ah e intenta no ser tan chismosa que podrías terminar como Anna ¿o quieres terminar como ella?”
María- “No Nerea, no quiero terminar así, mejor ya me voy a dormir”- susurro
Yo- “Si mejor vete a dormir, adiós, cuídate”- le dije e hice una pequeña risa.