CAPITULO 12

Al otro día todo era muy aburrido, pero paso algo, la familia de la señora llamo a la policía porque ella había desaparecido, hubo carteles con la calle de ella y una gran recompensa, después un vecino de nosotras le dijo a la policía que ella había venido a nuestra casa y la policía vino con el vecino y sabíamos que venían por nosotras, porque se acercaban a nuestra puerta, así que huimos.

Después de 1 hora pasamos a comprar algo a una cafetería y vimos las noticias, ¡y en las noticias habían fotos de nosotras diciendo que nos buscaban y que éramos asesinas! Una pareja se dio cuenta de que éramos nosotras y le dijeron a los meceros, por suerte nos dimos cuenta y salimos de ese lugar, alguien grito que nos atraparan, pero no nos atraparon, llego la noche y no teníamos donde dormir, entonces nos pusimos nuestros sacos y dormimos en motel donde la noche costaba 5 dólares, y como no nos vieron la cara, no sabían que éramos las “asesinas”, ahí dormimos 2 noches, porque solo teníamos 10 dólares, después de salir un investigador privado nos vio y una camioneta nos negra nos siguió y pusieron una bolsa en la cara de Marie y en la mía, acabamos en una sala con un señor en traje negro con 2 hombres en sus espaldas, incluso había un policía, el señor nos habló y nos dijo:

Señor – ¡Ustedes la mataron!

Yo - ¿a quién matamos?

Señor – ¡a mi novia! – dijo enojado

Marie - ¿Quién la señora que matamos hace poco?

Señor – Si

Marie – pero si ella ya tenía esposo, un doctor drogadicto – dijo Marie asustada

Señor – Yo era su amante, y yo me encargaba de venderle la droga a su esposo, él no sabía que su esposa y yo estábamos juntos, solo le vendí la droga para dañarle la vida y que muriera de sobredosis, pero nunca murió de sobredosis, entonces mande a mis matones a matarlo, y ya está muerto, y cuando me entere de que mi novia desapareció estuve muy devastado y un policía me conto quienes eran las sospechosas de asesinar a mi novia- dijo muy enojado

Yo – ¡Diablos señor! Que buen plan- le dije

Señor -  lo se

Marie – ¿Entonces usted es un narcotraficante? –dijo Marie

Señor – Si

Yo – ¿y ahora que va a pasar? ¿nos va a matar? – dije riéndome

Marie – ¡no nos mate por favor! – dijo dramáticamente y luego se rio

Señor – No, las voy a torturar para luego meterlas en ácido y que mueran y no quede rastro de ustedes – dijo serio.

Después cogieron a Marie y se la llevaron a una habitación, ella grito, pero se reía también, después de una hora de escuchar sus gritos unos policías tumbaron la puerta, el narco levanto las manos los hombres y el otro policía también, y los policías sacaron a Marie de la habitación porque ella grito, y a la pobre Marie le faltaba un brazo estaba golpeada y con media cara quemada, los policías se llevaron a todos, incluso a nosotras, les preguntamos que como sabían que nosotras la matamos, resulta que cuando huimos ellos buscaron por toda la casa y había un pelo de la señora y le hicieron pruebas a ese pelo y era de ella, a nosotras nos llevaron a la cárcel por 30 años separadas y solas y todos los días venia un psicólogo después salimos de prisión y como nunca sospecharon de las otras muertes nos volvimos a juntar pero, ya no matamos tanto como antes, y al chico del zoológico lo interrogaron porque lo vieron por las cámaras él dijo lo que le dimos una carne y los vecinos quedaron con demasiado dinero por la recompensa.