"Amor y Olvido"

Entre la delgada luz de la noche, entre el sonido de la tranquilidad, entre el reinado de los altos árboles, que danzaban al son del viento, aquel delicado viento que acaricia las mejillas, y adormece los sentidos, alertando de una nevada, que lentamente empieza a caer, como llanto escondido, como el llanto de una madre que no quiere ser escuchada, que llora en el salón, silenciada por el amor propio que esta destruido, entre el frio que estremece la piel, los delicados copos de nieve chocan con mi frente, convirtiéndose en agua al instante, deslizándose por mi rostro, una y otro vez.

Entre aquel frio escenario, nada disgustarte para mí, entre aquellos susurros de viento, entendibles solo para mí, que me hablan, alertando del calor de otras pisadas, que derrite la nieve, y calienta el ambiente.

Como zumbido ensordecedor, el frio pide mi huida, pide que corra al centro del bosque, donde el frio es absoluto, donde reina la nieve, y la tranquilidad reposa con gran fuerza.

Obediente a lo que dicen mis sentidos, emprendo la huida, empujado por los soplidos del viendo, abro camino entre los altos árboles, poco a poco el frio aumenta, y los delicados copos de nieve caen como balas en todo mi cuerpo, incluso para mí, llegar al centro del bosque es complicado, tanto que mi esperanza se ve congelada, al igual que mis manos intentan mantener el calor, mi mente se nubla, y mis ojos quedan segados, mis oídos son acallados por el viento, así que con esfuerzo abro mis cansados ojos, me encuentro en un claro cubierto de blanca nieve, aquellos árboles que veía tan imponentes, ahora se alejan con miedo, el aire se siente pesado, siento como me extrae lentamente algo que he olvidado.

Siento frio, mi mente siente frio, empiezo a sentir liquido emergiendo desde mis pies, lentamente estoy siendo congelando, ya no siento mis pies, el sentimiento liquido recorre todo mi cuerpo, y cuando el miedo se hace presente, el viento empieza a susurrar nuevamente, me tranquiliza diciendo que para estar a salvo necesita congelarme, antes de que llegue el calor, y entre mis sentimientos, acepto gustoso el hielo que ahora cubre mi cuerpo, y la tranquilidad regresa, el silencio invade mis oídos, y al igual estar dormido, estoy en paz dentro de la coraza de hielo.

Pero una luz proveniente del exterior acelera mi corazón, y empiezo a sentir débiles señales de calor, el hielo se empieza a derretir, lentamente, escapa de mi cuerpo, intento ver al autor de tal acción, intento ver su rostro resguardado por la luz, para cuando caigo en lo brazos de la blanca nieve, para cuando levanto mi débil rostro hacia el origen del calor que me envuelve, puedo ver, el rostro de alguien a quien olvide, lo veo expectante, esperanzado en recordar su nombre, pero nada llega a mi memoria, aquella figura familiar, pero desconocida al mismo tiempo, esboza una sonrisa, que calienta mi corazón, y entre la luz que ya no es molesta, me levanto para abrazarla, por alguna razón tengo esa necesidad, pequeñas gotas escapan de mis ojos, y contrario a su propósito habitual, una sonrisa sale mi alma, y entre la luz, me acerco emocionado por alguna razón que olvide, lentamente abrazo su cuerpo, y por error mis ojos son cerrados, y aquel calor desaparece lentamente, siendo reemplazado por el olvidado frio de hace un momento, ante esto, abro mis ojos, solo para ver que me encuentro en un bosque desconocido, rodeado de arboles altos, entre nieve que empieza a caer, entre soplidos susurrantes, que empiezo a entender, entre aquella escena que no comprendo, que he olvidado por alguna razón, espero escuchar el sonido de aquellas pisadas señales de aquel calor, que de alguna manera he olvidado.