Era otro día gris y pesado para Jiyu, una adolescente de 16 años que luchaba contra la abrumadora nube de la depresión. Sus pasos lentos y cansados la guiaron hacia su casa después de un agotador día en la escuela, a medida que se acercaba a la puerta, podía sentir cómo la tristeza se acentuaba dentro de ella... amenazando con apoderarse por completo de su frágil estado de ánimo.
El bullicio de la calle se desvaneció cuando Jiyu atravesó la puerta y se sumergió en el silencio monótono de su hogar. Solía ser un lugar lleno de risas y calidez, pero desde la partida repentina de su hermana, hace más de unos 6 años, aquella alegría parecía haberse esfumado.
Ignorando el desorden y la soledad opresiva que la rodeaba, Jiyu se desplomó en el sofá de la sala, incapaz de encontrar energía o motivación para hacer cualquier otra cosa. Su mente parecía un torbellino de pensamientos oscuros que la arrastraban cada vez más hacia la melancolía sin fin.
Sus ojos se dirigieron hacia el estante de música cercano, donde descansaba su viejo reproductor de vinilos. Sin pensarlo dos veces, se levantó y colocó con cuidado el disco de su banda favorita. El suave sonido del de un disco de vinilo llenó la habitación, envolviendo a Jiyu con una sensación de familiaridad reconfortante.
Con los ojos cerrados y el corazón latiendo al ritmo de la música, dejó que las melodías traspasaran su alma. La canción le recordaba momentos con su única familia, su hermana, donde la tristeza era solo una palabra en un diccionario que ni siquiera reconocía.
En la quietud de la habitación, comenzó a sentir cómo la música secaba las lágrimas en sus mejillas. Las palabras de las letras llegaban a su corazón, como si el cantante supiera exactamente lo que ella estaba enfrentando. Las notas llenas de tristeza solamente le recordaban que estaba sola en su dolor, que otros habían transitado caminos similares y habían encontrado la luz al final del túnel acabando con su vida.
La adolescente deprimida se dejó llevar por la música, permitiendo que su mente solo se llenara de los pensamientos oscuros. Sabía que la depresión no desaparecería con una simple canción, pero en ese momento, la música se volvió un refugio temporal, un bálsamo para su alma maltratada.
Con lágrimas en los ojos Jiyu tomo una decisión, así que sin pensarlo más de dos veces tomo ese frasco de pastillas, estaba decidida en finalmente acabar con su vida cuando de repente se escucho un sonido
*beep* *beep* *beep*
Con lagrimas en los ojos agarro su celular, para ver que le estaba marcando un número desconocido... Ella contestó, ya que al final de todo, Jiyu no quería morir y pensó que tal vez esa llamada iba a ser una pequeña chispa de esperanza o ¿no?