Sacrificio

Décima Quinta Ofrenda: Difamación

Luego de su encuentro con Chūnfēng, lo primero que los extranjeros pidieron al hombre es que les recomendara un buen hotel, cosa que hizo sin pensárselo mucho, a donde fueron a parar ambos cazadores a bañarse y arreglarse con la ropa que les había enviado Acoss desde Nwarvus, la cual iba acorde con las necesidades de ambos y el ambiente de moda en el continente.

Tan pronto los dos cazadores aparecieron en la recepción del hotel, Chūnfēng los alabó por sus nuevas vestimentas y los guío a su restaurante favorito, en donde él se tomó la molestia de pedir la comida que todos probarían.

Los cortes llegaron a la mesa, crudos, algo que extrañó a los invitados, más luego una parrilla en medio de la mesa fue encendida, y Chūnfēng comenzó a cocinar los alimentos, algo que hizo entender a ambos foráneos de qué trataba el asunto, por lo que imitaron al hombre con mucho gusto y curiosidad, a la par que platicaban.

—No quiero ser entrometido, pero me llama mucho la atención que algunos cazadores extranjeros vengan a nuestro continente. He escuchado de algunos que van a Hexlevus, pero no para acá desde que la guerra se extendió todavía más —comentó Chūnfēng al cocinar atentamente, algo que provocó a Annia y Mergo verse a las caras, para luego asentir.

—No estamos de vacaciones —contestó Mergo.

—¿Ah no? ¿Negocios acaso? Supongo representan una familia poderosa, una agencia o algo así.

—Tampoco es el caso. Estamos aquí por un asunto personal —extendió Annia, algo que sorprendió al anfitrión, para luego levantar la mirada y sonreír.

—¡Vienen a cobrar venganza o algo similar! ¡Increíble!

—¡No! Nada de eso —aseguró la mujer con una enorme sonrisa en el rostro, contagiado también su compañero.

—¡Vaya! Ahora sí que no tengo la más mínima idea. ¿Qué es entonces? —preguntó el hombre, para luego regresar su mirada a la carne que cocinaba.

—¿Has oído hablar de Dandy? —Esto fue dicho con algo de cautela por Mergo, cosa que hizo a Chūnfēng apretar el entrecejo confundido, para luego su rostro irse relajando en señal de recordar a qué se referían.

—¡Claro que sí! Dandy, el dragón justo, ¿cierto? —Esa declaración dejó a ambos cazadores extrañados, pues no esperaban que le cambiara el adjetivo por el que ellos lo conocían. —Era una especie de personaje infantil. Recuerdo que, cuando era pequeño, los espectáculos de títeres callejeros siempre mencionaban a Dandy, y lo mostraban como alguien imparcial y completamente honrado a la hora de tomar decisiones. Era como esta lección de siempre decir la verdad y hacerla ver la luz en todas las situaciones. Tenía hasta una canción, me parece. —Lo contado impresionó todavía más a los cazadores, por lo que no pudieron callar más.

—¿Una canción? ¿Puedes cantarla? —pidió Annia, algo que hizo reír un poco a Chūnfēng, el cual vio lo serios que estaban ambos al respecto y, en lugar de bromear, mejor les dio información que pudiera servirles.

—Siendo honesto, no recuerdo ni cómo va. No obstante, conozco a alguien que estaba obsesionado con Dandy. Tarareaba la dichosa canción antes de cualquier ensayo en los dramas o presentaciones en vivo, mientras se arreglaba en soledad —confesó el anfitrión, algo que hizo a ambos cazadores extranjeros verse el uno al otro confiados—. ¿Vienen a investigar sobre un personaje para niños? ¿Es eso a lo que vinieron a Vonrvus?

—No exactamente, pero sería de mucha ayuda si nos puedes poner en contacto con esa persona que sabe la canción de Dandy —explicó la chica de pelo rosa, algo que hizo pensar a Chūnfēng—. Te pagaremos con gusto el trabajo. De eso no lo dudes.

—¡Ja, ja, ja! No es necesario. No necesito dinero ni nada por el estilo. Me parece divertido y por supuesto que les ayudaré. Sin embargo, la persona que buscan vive en la capital del continente, y para llegar a él necesitamos avisar de una vez que vamos para allá. No es una mala persona, pero siempre está ocupado y… —En aquella pausa, el rostro del hombre se entristeció por unos momentos, mas luego se compuso para continuar. —¡No importa! Hablaré con él mañana temprano y partiremos luego de que me presente en el auditorio principal antes del mediodía. ¿Les parece bien? —Todo esto hizo que tanto Annia como Mergo sonrieran alegres, pues entendían que seguramente este nuevo aliado les haría el camino mucho más fácil a encontrar a aquel monstruo que tanto están buscando.

—Bueno, hay algo más que me gustaría preguntar —comentó Mergo de la nada, algo que nuevamente llamó la atención de Chūnfēng.

—Sí, dime.

—¿Has sabido del ataque de una criatura extraña parecida a los noxakos? No hablo de uno normal, sino de un monstruo de verdad. Algo mortal y peligroso. —Esto hizo pensar a Chūnfēng, el cual frunció el ceño y pensó unos segundos con la mirada baja, para luego cerrar ambos ojos, respirar y responder.

—Creo que no. He escuchado cosas, pero nada en concreto que pueda ser útil para saber qué fue o dónde ocurrió. Lo siento. —Esas palabras bajaron el ánimo de los cazadores, además de sentirse avergonzados por hacer tantas preguntas. —No obstante, conozco a alguien que podría saber algo. Y está en esta ciudad, en la misma agencia que yo. —Lo revelado alegró a los extranjeros, aunque la cara de Chūnfēng no parecía estar del todo convencido de recurrir a esta persona.

—¿Crees que podamos hablar con él? —preguntó Annia con cautela, observado el rostro nervioso y la sonrisa del anfitrión.

—Bueno, ese no es el problema… —Mientras hablaban, los tres se percataron de que se escuchaban pasos que iban hacia ellos, por lo que Annia y Mergo tomaron sus armas discretamente en forma de precaución, hasta que notaron cómo unos hombres de trajes elegantes iban hacia la mesa donde estaban, seguidos por uno que no poseía playera, sino sólo una capa blanca con una pintura a mano muy hermosa dibujada sobre ella.

El hombre alto, de tez morena y cabello corto llevaba unos botines altos, un pantalón holgado oscuro y unos guantes sin dedos muy llamativos. El sujeto de cuerpo musculoso y delgado se paró frente a los cazadores, con todos los demás hombres detrás acomodados perfectamente de manera ordenada, para luego aquel hablar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.