Capitulo 3

- ¿A mí?...-  no puedo ocultar la sorpresa en mi voz y algo mas, tal vez miedo.

Me querían a mí, me estaban llevando con ellos, pero... ¿porque?

- ¿Lo ves?, es por esa razón por la que no quería decírtelo y por lo de quitártelo de la memoria es lo correcto.

- No. Ahora más que nunca quitármelo de la cabeza es algo estúpido, si me quieren a mí, entonces no se detendrán y volverán a intentarlo. Es una estupidez, me dejarán indefensa contra esas criaturas

Veo en su mirada la duda, está considerando lo que le digo. Por un momento parece tan vulnerable y frágil. Está confundido.

- Vamos, tenemos que movernos.- dice en un tono frío, pero aun así una pizca de duda está en su voz.

Nos movemos por la calle debajo de los faroles que aun esta encendidos. No tengo ni idea hacia dónde vamos pero confío en él.
Nos detenemos frente a un auto que está frente a un edificio, es el único en la calle. Pone a Alison en el piso con sumo cuidado, dejándola apoyada contra la pared y se dirige hacia el auto.

- ¿Qué paso...que vas a...?- la pregunta queda en el aire con el sonido del vidrio que acaba de romper con su codo, y un segundo despues desconecta la alarma con una rapidez que me sorprende.

Me quedo perpleja mirando como enciende el auto, luego sale de éste para tomar a Alison en sus brazos y colocarla en el asiento trasero.

- Sube...- dice abriendo la puerta del copiloto.

- ¿Qué?...no... Ese auto, no es tuyo...lo estas robando

- Piensa en esto como un préstamo. A menos que me digas que vas a poder caminar 200 Km con un tobillo lastimado y un brazo golpeado- señala mi tobillo y mi brazo, con una mirada llena de burla.

Totalmente derrotada, voy cojeando hacia el auto.

- Un préstamo, ¿me estás diciendo que vas a devolver el auto reparado mañana?- pregunto mientras subo y cierro la puerta.

Luego de un segundo él está en el asiento del chofer. Eso de moverse a una súper velocidad está empezando a molestarme.

- Si eso te hace sentir más tranquila. Si, así será. Lo repararé y lo devolveré en cuanto te deje en tu casa mañana.-  arranca el auto y comenzamos el camino hacia a algún lugar que desconozco.

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Habíamos estado en el auto por casi una hora, el camino esta siendo demasiado largo para mi gusto. Mi tobillo y brazo estan adoloridos. 

Estoy cansada, muy cansada, así que en algún lugar del camino mis ojos empiezan a cerrarse.

Despierto en una carretera oscura, puedo distinguir las siluetas de los árboles y de montañas que estan a lo lejos. Me acomodo en el asiento y regreso a ver a Alison. Sigue dormida y eso me preocupa.

- ¿Dónde estamos?- él está totalmente concentrado en la carretera, va a una velocidad bastante alta para lo permitido, pero a la hora que es realmente no tiene importancia.

- Estamos realmente lejos, no tienes por qué saber dónde estamos, porque...

- Me borraran la memoria- termino la frase por él. 

Estoy realmente irritada por ese pequeño detalle y se me debe notar. Da un ligero movimiento con la cabeza y continúa manejando.

- No tienes que molestarte por esa razón, de todas formas no te estaría llevando conmigo si no tuviera dudas en ese asunto. Te hubiera borrado la memoria yo mismo

Devuelvo mi mirada hacia él,  su rostro luce pensativo. 

Lo decía en serio, tenía dudas de si era correcto borrarme la memoria, pero eso solo complica la situación, no tengo idea de muchas cosas y hay tantas preguntas.

- Así que... puedes borrar la memoria.- no era una pregunta pero aun así el asintió

- Sí, es una habilidad que todos tenemos. Es algo fácil, realmente es lo primero que aprendemos, es una parte fundamental para sobrevivir.

- ¿Para sobrevivir?

- Tenemos que alimentarnos con sangre. Es fácil conseguirla de un banco de sangre, pero aún así hay que borrar la mente si alguien nos ve. Otros prefieren alimentarse directamente del donante, pero luego de eso hay que borrarle el recuerdo.

- Pero me dijiste que no son vampiros.

- Somos parecidos en que necesitamos sangre para sobrevivir, pero nosotros no matamos, solo tomamos lo necesario. Los verdaderos vampiros son fríos, crueles, están muertos y no les importa matar al alimentarse. En cambio nosotros estamos vivos, somos cálidos. Tenemos colmillos y bebemos sangre, pero necesitamos alimentarnos como cualquier persona normal.

- Entonces ¿qué son? – pregunto con más curiosidad

- Mmm... Es una larga historia

- No me lo vas a decir

- No... No, por lo menos hasta que sepamos qué pasará contigo – explica con una voz consoladora, como si quisiera contármelo pero no pudiera.

- Bien, ¿pero puedo saber algo más? – Asiente – Dices que beben sangre y que borran la memoria, pero... ¿y las marcas?... sus dientes perforan la piel, la herida dejaría alguna marca.

- En un par de horas desaparece, nuestra saliva tiene coagulantes y cicatrizantes, por lo que después de la perforación el único rastro son dos diminutos puntos rojos que suelen pasar desapercibidos, y a las pocas horas desaparecen.

Es magnifico hablar con él, a pesar de ser un tema bastante escalofriante. Lo hace ver como si fuera una clase de biología, o de cualquier otra materia, no algo sacado de un libro de terror. 

Por un momento me pasa por la mente ¿que se sentiría ser mordida por él?, ¿que se sentiría sentir sus labios en mi cuello y sus colmillos perforando mi piel? Solo pensarlo hace recorrer un calor por todo mi cuerpo.

- Lo siento, no debería contarte ese tipo de cosas, realmente no es tan horrible como parece.

- Ah... no, es interesante, pero ya que estas considerando eso de no borrarme la memoria, ¿podrías decirme tu nombre?

En su rostro se le dibuja una pequeña sonrisa que lo hace ver mucho más hermoso. No puedo dejar de admirar su perfección. Su cabello negro recogido en una coleta, sus ojos azules y cálidos, eso lo sabía por como mantuvo su mirada en la mía en el callejón.