Gira el auto a la izquierda, tomando un pequeño camino que está en medio del bosque. No puedo identificar nada y eso me pone nerviosa.
Nos detenemos a las afueras debido a una puerta reforzada. Miro por la ventana mientras Lyon pone algunos códigos en un panel y se identifica, hay cámaras en los extremos de la puerta, parece una fortaleza o una prisión de máxima seguridad.
Luego de unos segundos, las puertas se abren y el auto arranca. Conforme sigue su camino aparece lo más hermoso que he visto en mi vida. Parece un castillo, con figuras góticas y gárgolas en la parte superior, muy elegante. Es una mansión toda rodeada de césped. Las luces en su interior estan encendidas a pesar de lo tarde que es.
Mientras nos acercamos, se puede escuchar el estruendo de música a alto volumen, música que no tiene nada que ver con el lugar en el que estamos. Cualquiera que estuviera aquí pensaría que la música que se escucharía sería algo clásico como Beethoven, Mozart, o algo parecido, pero lo que se escucho es Warriors of the World de Manowar.
Suerte que es un lugar despejado y lejos de la civilización, porque de tener vecinos, tendrían a la policía en la puerta del lugar.
Apenas se detiene el auto, Lyon está en la parte trasera sacando a Alison del asiento. Así que sin esperar yo también estoy de pie, maravillada por la belleza del lugar y preguntándome quien escucha música a tan alto volumen.
- Vamos – Lyon comienza a caminar, conmigo topándole los talones. No tiene necesidad de tocar la puerta, está abierta mostrando a un señor mayor del otro lado.
- Mi señor, que bueno que haya regresado- dice el mayor con voz rasposa mientras nos deja pasar al interior de la casa – Veo que trae visitas
- Lorenz, prepara la habitación de huéspedes para... – se detiene, mirando hacia Alison – mejor que sean dos, así estarán cómodas por el momento.
- Sí señor, como usted diga – el anciano comienza a alejarse
- Ah, Lorenz – dice Lyon deteniendo al anciano – Dile a Marcus que quiero hablar con él, pero no le digas nada sobre nuestras invitadas, quiero hacerlo personalmente.
Sin más, Lorenz se retira a hacer lo que se le pide, mientras Lyon nos dirige por las escaleras hacia un pasillo con varias puertas.
Entramos a una habitación en donde hay un TV plasma del tamaño de una pantalla de cine, frente a éste hay un sillón completamente de cuero negro bastante grande para parecerse a una cama, en una esquina de la habitación hay un bar lleno de bebidas entre alcohólicas y no alcohólicas y cerca de este una mesa de billar.
Lyon recuesta a Alison en el sillón, colocándola de una manera muy suave, como si tuviera miedo de que se rompiera, luego se retira hacia el bar.
Sin poder aguantar el dolor del tobillo me dirijo hacia un sillón individual que está cerca a un estante que parece tener un millón de películas en DVD y juegos de video.
- ¿Quieres tomar algo? –pregunta desde el bar, mientras se sirve algo que parece whisky.
- Agua, gracias
Después de un momento se acerca con un vaso. Bebo todo el contenido de un bocado. Parecían años desde la última vez que había tomado agua.
- Tenías sed – dice mientras me retira el vaso y lo coloca en una mesita cerca del mueble.- Déjame ver – Lyon se agacha tomando mi pierna lastimada, saca el zapato y la media para poder ver el tobillo.
El contacto de sus dedos sobre mi piel manda escalofríos por todo mi cuerpo – Parece que no está fracturado, solo un poco hinchado, pero será mejor que no lo muevas tanto hasta que estemos seguros de que no está roto.
Encontrando su mirada, lo único que puedo hacer es asentir. Mi voz desaparece al ver esos ojos azules que me hipnotizan completamente. Después de un momento, rompe el contacto tanto de su mirada como de mi tobillo y se aleja hacia el bar para servirse otro trago.
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(LYON)
¡Como rayos lo iba a lograr!, Es tan hermosa, tan suave y tan cálida, y encima de eso tan fuerte, que hasta el momento no la había visto llorar ni siquiera por el dolor en su tobillo.
¡Maldición! Ni siquiera está asustada.
No puedo estar cerca de ella sin que por mi mente comiencen a pasar imágenes del casi beso.
¡Dios! ¡casi la había besado! y en el momento que había topado su piel por revisar su tobillo, lo único que se me ocurría era acariciarle no solo ese lugar sino muchos más.
Pero todo eso es imposible, no puedo dejarme llevar por un sentimiento que sé que va a ser el fin para ambos. De todas formas para el día de mañana ella ya no lo recordaría, porque de seguro Marcus le borraría la memoria, y ella seguiría con su vida como si nada hubiera sucedido. Aunque para mi, sería inolvidable.
En momentos como estos llegaba a odiar mi linaje, mi especie. Lo único que quería era ser completamente humano para poder cortejarla como debería ser, para poder frecuentarla y tener una relación normal.
Como extrañaba tener una relación normal, y lo que daría por tenerla con ella...La ultima relación había sido hace años con una chica del lugar, lo cual no se podía catalogar como normal.
Pero primero, lo primero... explicar qué rayos está haciendo ella y su amiga en este lugar, y porque no le borro la memoria. Algo que me confunde más que cualquier cosa, mucho más que el hecho que esas criaturas la hayan querido llevar con vida y con el cuidado que lo hacían. Mucho más que eso es el hecho que no puedo pasar la barrera de su mente, no puedo leerla, no puedo manipularla, no puedo borrarla.
Por esa razón estaban en este lugar, el Scholeio, el lugar en donde todos los jóvenes se forman como guerreros y los guerreros tienen un lugar al que pueden llamar hogar.