Conoscersi

Me levante por la mañana con una jaqueca muy fuerte, sentía mi cabeza palpitar, me levante de la cama, pero al pisar el suelo tuve un mareo demasiado fuerte y termine cayendo sentada en el suelo de mi alcoba.

-- subí la mirada y pude ver el reloj de manecillas que se encontraba en mi estante al lado de mi cama-- 9:15 a. m. -- cazzo!- musite -

- Tuve que levantarme corriendo y me coloque el uniforme del internado, una falda negra de paletones, acomodada con una polo negra y una americana roja que se acoplaba con el cuerpo, era decisivo de nosotras al usar nuestras medias, yo  siempre preferí usar unas medias altas que me llegaban por encima de mis rodillas, siempre me sentí mas cómoda de esa forma. 

Luego de colocarme el uniforme me hice una coleta alta dejándome un flequillo de lado, definitivamente no tenia tiempo para peinarme.

Sali corriendo de mi cuarto y cruce por las habitaciones llegando al comedor, cuando entre a los comedores me di un golpe contra mi padre -- Estoy en problemas-- Me dije para mis adentros.

--¿Bella porque tan tarde?-- Me pregunto con seriedad-- hace dos horas tenias que estar lista y te perdiste la clase de matemáticas, ¿Que paso?

--Lo siento mucho padre, no deje mi alarma y me dormí de más ¿me castigaras?-- le pregunte con miedo a su respuesta. 

Por esta vez te la dejare pasar, aun tienes un tiempo para tomar tu desayuno, apúrate Bella- respondió de una forma tosca.

me acerque a tomar una bandeja y salude a la cocinera como de costumbre, la cocinera siempre ha sido una mujer muy amable con nosotros, era una mujer ya de la tercera edad, pero tenia más energía que muchas de nosotras.

--Hola pequeña-- me dijo con una sonrisa amistosa-- hoy llegaste más tarde de lo habitual, pero tranquila obvio te guarde postre-- le agradecí con una sonrisa mientras observaba como me servia el desayuno-- 

Agarre mi bandeja y me senté al lado de Morgan. Morgan era una niña que  acababa de ser internada por lo cual creí que se sentiría incomoda estando sola.

-Hola Morgan, ¿estas lista para comenzar con las clases?-- le pregunte amistosamente.

-No- respondió con frialdad.

-¿Que sucede? ¿No te emociona? Tendrás amigas nuevas y....

-No soy tonta- me respondió antes de que terminara de hablar.

-No quería hacerte creer eso, pero dime ¿Que tienes?

Morgan me volteo a ver y cuando la vi a los ojos me di cuenta que en sus ojos había tristeza- Se que mis padres me abandonaron-- musito.

No te abandonaron Morgan, solo te mandaron a estudiar- le dije tratando de animarla, pero a pesar de su corta edad, tenia muy en claro lo que realmente estaba sucediendo.

-Anoche los escuche hablar-- se le quebró la voz-- esto no es un colegio, es solo un orfanato muy caro-  dijo luego de meterse una bocanada de su desayuno a la boca.

No sabia realmente que responder, puesto a que tenia razón, y creí que lo mejor era dejar de mentirle.

-Algunos no tenemos las mismas oportunidades que otros, pero creo que debes superar todo esto y salir adelante, todas te apoyamos aquí adentro.

-No te menciones dentro de lo que dijiste, se que el hombre de allá es tu padre- Respondió Morgan mientras levantaba el dedo señalando a mi padre.

- El  vivir con ellos tampoco significa que yo sea feliz, me tratan igual que a todas ustedes-- Y baje mi mirada con tristeza a mi plato con comida- 

No se si por decir eso le moví algo en el corazón de Morgan o solo tuvo lastima por mi, pero me volteo a ver con una sonrisa y creo que era la sonrisa mas tierna que había visto en mi vida, me tomo de la mano y dijo --No estés triste, seremos amigas y nos cuidaremos la una a otra-

Tome la mano de Morgan y le di un beso en su frente- Me encantaría ser tu amiga-- le respondí con cariño.

La campana del internado sonó, lo que significa que debíamos recurrir a nuestras clases, me despedí de Morgan luego de aconsejarle que hiciera muchas amigas, aun que realmente la que no hacia amigas era yo, las chicas de mi edad se han vuelto más calladas y apartadas, muy pocas veces hablamos y nunca de forma amistosa. En el salón mi lugar era uno de los últimos pupitres de la fila, por lo cual muy pocas veces prestaba atención, en mi salón compartía clase con 7 chicas, por lo cual era imposible saltarse clases o dormir en alguna, los profesores nos conocían a todas, por lo cual muchas veces recibía regaños de los profesor, especialmente del Profesor Angelo.

El Profesor era un hombre demasiado serio y enojado, por cualquier cosa que hiciera alguna de nosotras recibiríamos un fuerte regaño de aquel hombre.

Mientras me encontraba en mi salón el dolor de cabeza de la mañana empezó a doler de nuevo por lo que decidí recostar mi cabeza en la ventana que se encontraba  al lado mio, pero al colocarme en aquella posición logre ver a Morgan.

-Me acerque más a la ventana para poder verla mejor, y pude ver a mi padre agarrando la mano de Morgan y llevándola a su oficina, muchas veces escuche rumores de lo que mi padre hacia, pero nunca quise creerlo, pero igualmente me preocupe por ella.

Me levante rápidamente de mi pupitre y me acerque a Angelo.

-Profesor me daría permiso de ir a los sanitarios- le dije con impaciencia.

-Bella sabes perfectamente que no otorgo esos permisos, vuelve a tu asiento-dijo dándose la vuelta para ver hacia la pizarra.

La preocupación que tenia por Morgan era demasiado grande, a pesar que no sabia si era verdad lo que sucedía, quería estar segura que estaba bien.

-Profesor tengo la regla, le pido que me deje salir- insistí

-¡Vete!- dijo señalando la puerta-

Salí del salón lo más rápido posible y me dirigí a la oficina de mi padre, pare segundos antes de entrar y pensé un poco si lo que estaba haciendo estaba bien, pero me retracte y me sentí mal por dudar de mi padre, cuando me di la vuelta para irme de regreso a la clase, logre escuchar algo.