La mañana siguiente me encontraba en las clases del profesor Angelo, se le denotaba el mal humor, llego azotando sus libros contra el escritorio y ha estado regañando a cada rato y si, a mi mayormente por estar al punto de quedarme dormida, admito que últimamente no he podido conciliar el sueño algo me tiene inquieta, pero no tengo ni la menor idea de que podría ser y aparte casi todas las mañanas he tenido jaqueca.
Al terminar el curso y sonar la campana para almorzar pedí permiso al guía para ir a la enfermería, con suerte y conseguía algo para dormir bien esta noche, mientras iba de camino me tope con Violetta quien se miraba desconcertada y confundida, no logre hablar con ella ya que giro de vuelta cuando me vio y salio corriendo a los sanitarios.
Actitudes extrañas de ella - supuse.
Al llegar a la enfermería, la puerta estaba cerrada por lo que le di dos ligeros golpes con mis nudillos, espere un par de segundos pero nadie contesto por lo cual volví a golpear, pero igualmente nadie contesto. Empuje un poco la puerta y me di cuenta que no tenia llave así que entre y me senté en la camilla esperando a que llegara la enfermera. La camilla quedaba algo alta para mi, así que podía columpiar mis piernas, espere 3, 5, 10 minutos y no llegaba y en 10 minutos tocarían la campana para seguir con los cursos, así que me desespere y salte de la camilla para salir, al saltar un tablón del piso sonó extraño y se levanto levemente lo cual me pareció raro.
Me puse de cuclillas y toque el tablón dándole un pequeño golpe donde salte y nuevamente se levanto, revise un poco y me di cuenta que estaba sobrepuesto, agarre el tablón con las dos manos y con un poco de fuerza lo saque, al sacarlo pude ver una caja como de zapatos adentro, lo dude un poco pero mi curiosidad gano, saque la caja y posteriormente la abrí.
Dentro de ella habían unas cartas viejas sin abrir, agarre una y leí unas palabras escrita fuera del sobre.
Para: Mereditt Leonagdi, mi mamá.
Revise las otras y todas eran para ella.
-¿Por qué no las abrió?-me cuestione, agarre una de las cartas y sin pensarlo dos veces la guarde en mi americana, ni siquiera sabia porque la había guardado, pero creí que debía de hacerlo.
Volví a cerrar la caja y la puse nuevamente dentro del tablón, me costo mucho colocar el tablón como se encontraba, por lo cual tuve que darle un pisotón fuerte para que quedara intacto, decidí mejor salir ya que solo quedaban 5 minutos para que terminara el almuerzo. Al salir precisamente me tope con la enfermera.
-¿Bella?¿ Que hacías ahí adentro?- pregunto juzgándome.
-Perdón por entrar sin permiso, solo que creí que la podría esperar, pero ya se me hace tarde, ¡Tengo que irme!
-¿Necesitabas algo?
Lo dude por un par de segundos si debería de seguir ahí, no quería que sospechara pero realmente necesitaba dormir -¡Eh si! Sinceramente no he podido pegar el ojo en las noches y quería ver si tenia alguna pastilla que me ayudara con eso - Respondí.
-Sabes que no puedo darle esas pastillas sin la prescripción de tus síntomas, así que ven cuando tengas tiempo libre y te haré un chequeo ¿Esta bien?- Dice.
Asentí con la cabeza y me despedí con la mano, tras ello salí corriendo hacia mi salón, no quería recibir otro regaño de Angelo.
Mientras bajaba las gradas me di un fuerte golpe contra Violetta lo que hizo que cayera encima de ella. Por un par de segundos nos quedamos haciendo contacto visual hasta que me empujo hacia un lado bruscamente haciendo que me diera un fuerte golpe en el codo.
-¿Que te pasa? ¡Me lastimaste!- dije dando un resoplo de molestia por la nariz.
Violetta se levanto del suelo y sacudió su falda con las manos -Mira por donde vas- contesto.
¡Tu te cruzaste en mi camino!- Refunfuñe.
Pero tu venias corriendo- Respondió toscamente- A ver levántate- dijo luego de extender su mano para ayudarme.
Agarre su mano con algo de molestia y me incorpore en mis pies.
-¿Porque corrías?- Me cuestiono.
-Pues por la clase del Profesor Angelo ¡Ya vamos tarde!- Agarre la muñeca de Violetta para correr con ella hacia el salón, pero repentinamente Violetta paro, lo que hizo que yo parara con ella.
-No seas tonta Leonagdi- dijo mofándose, no entendí realmente y solo le respondí con una cara de confusión.
-Angelo dijo que nos daba el rato libre ¿No lo escuchaste?-Pregunto
-Me apene un tanto y solo baje la mirada con pena- Sinceramente no-
-¡Ay Bella!- Dijo mientras se reía en son de burla.
-¡Oye ya! Por lo menos yo si entiendo geometría- dije burlándome sutilmente.
-Eres malvada Leonagdi, me sorprende- Violetta empezó a reírse pero esta vez no era de burla.
-Oye Violetta- dije llamando su atención.
Violetta dejo de reír y puso su cara seria nuevamente-- Dime-- Respondió cortante
-¿Por que te comportaste tan extraño cuando me tope contigo arriba?- Pregunte recordando su actitud de antes.
-Si te digo le dirás a Amelie, no confió en ti- Dijo luego de darse la vuelta.
-Violetta espera- le detuve el paso- Ten esto es tuyo, lo encontré con Amelie aquella noche- dije sacando el broche de mi bolsillo y extendiendo mi brazo para entregárselo.
-Violetta le dio una mirada rápida- No es mio- dijo mientras se sacaba la americana y me mostraba su broche puesto en la polo.
Me quede confundida ya que no se que haría un broche del internado entre el bosque.
-¿De quien crees que sea?- Le pregunte.
-No lo se Bella, pero ya me tengo que ir, te veo luego-Respondió dando por finalizada la conversación.
Al dar la noche, me empece a quitar el uniforme para ponerme el pijama, cuando me saque la polo, la carta que había guardado con anterioridad cayo al piso, me agache para recogerla y posteriormente me senté en la cama para leerla con atención, sabia que estaba mal leer cartas ajenas pero algo en mi me decía que era lo correcto. Rompí el sobre por la parte de arriba y saque la hoja que estaba dentro.