Sadistic

Amici

-Bella.. Bella despierta- escuchaba la voz de Violetta mientras despertaba del profundo sueño que había tenido

Abrí mis ojos lentamente, y vi a Violetta quien aun trataba de despertarme.

-¿Por que me despiertas? Hoy no hay clases- musite en regañadientes

-Lo se, no te quería despertar, pero el profe Angelo ha dicho que nos quiere a todas en el teatro, y debemos ir. Le he dicho que no te sentías bien, pero insistió con que todas debían ir. 

-Bueno, bueno, déjame me visto y vamos- respondí tras un bostezo 

-Si, yo  iré a ver Amelia, ya vuelvo- Dijo Violetta saliendo de la habitación.

Me levante de la cama y estire mis brazos un tanto, no me puse el uniforme ya que no era obligatorio llevarlo los días de descanso, pero me di cuenta que mi ropa seguía en mi habitación. Me incomodaba volver a mi habitación, pero no quería agarrar la ropa de Violetta sin antes preguntarle, así que tome fuerzas y decidí salir.

Saque mi cabeza un poco por la puerta, para asegurarme que no había nadie afuera y salí hacia mi habitación, era un pasillo largo lleno de puertas por un lado de la pared y por el otro unas ventanas grandes y elegantes. Mi habitación se encontraba casi al final del pasillo, pero tampoco tarde mucho en llegar. Me pare frente a la puerta y di un largo suspiro antes de entrar, entre a la habitación y se encontraba como si nada hubiese pasado, ya todo estaba limpio, pero sentía una tensión muy fuerte adentro de ese lugar, me acerque a mi ropero y saque un vestido blanco casual y unas zapatillas, agarre todo lo que fuese a usar, pero nuevamente encontré una nota, mi piel se erizo y trague saliva al verla.

Agarre la nota con mi mano temblorosa y abrí la pequeña nota que se encontraba doblada por la mitad.

Tranquila Ragazza, no tengas miedo, no me tengas miedo, yo soy como tú.

 

Estaba segura que había palidecido del miedo, estaba por darme la vuelta hasta que sentí una mano que se poso sobre mi hombro, mi corazón se paro por un milisegundo, hasta que escuche la voz de Violetta detrás mío

-Bella- pronuncio

-Me acabas de dar un susto- respondí dándome la vuelta- No te escuche entrar

-Lo siento te vi en el pasillo y te seguí, pero entre y te hable, pero estabas hablando sola- respondió haciendo una mueca con los labios.

-Pero yo no he dicho nada, ¿De que hablas?

-Cuando entre, te pregunte que era lo que estabas haciendo, pero estabas susurrando, realmente no te escuche que era lo que decías, pero admito que me asuste ¿Estas bien?

-Si, si- respondí guardándome la nota entre el vestido- Me iré a cambiar.

-Bella- dijo Violetta deteniendo mi paso- Por favor no le digas Amelie lo de anoche, ella no esta lista para algo más

Asentí con la cabeza y salí de la habitación junto a Violetta

No paso mucho tiempo en lo que me cambie y me arregle, pasamos por Amelie y las tres nos dirigimos al teatro. 

El teatro era el salón más grande del internado, era tal cual un teatro profesional, lo usábamos para los días festivos, algunas de nuestras compañeras hacían obras o actividades.

Me senté junto a las chicas, junto con todas nuestras compañeras. El profesor Angelo subió al escenario y agarro el micrófono que se se encontraba conectado.

Señoritas- dijo con su voz fuerte que resonó en todo el salón por el eco, callando todos los susurros.

-Como sabrán ya todas, ayer hemos perdido a una compañera, nos pone mal saber que ya no se encuentra con nosotros, queremos que sepan que el suicidio no es una opción para salir de problemas.

-Los susurros comenzaron nuevamente tras escuchar las palabras, de Angelo, 

-¡ESO NO FUE UN SUICIDIO!- grito Amelie levantándose rápidamente de su lugar.

Todas las miradas la rodearon y empezaron a cuestionar lo dicho por Amelie

-Señorita siéntese por favor- hablo Angelo 

-¡Ella jamás haría algo así! y esa nota!!!

Violetta agarro de la muñeca Amelie y la jalo hacia ella, sentándola nuevamente.

-Que te sucede- cuestiono Amelie

-Por favor, quédate tranquila y no digas nada, después hablaremos- susurro Violetta a su oído

-Discúlpela profesor Angelo, se encuentra mal por la perdida, continúe- Hablo Violetta

Amelie hizo una mueca de disgusto y  se quedo sentada, las demás alumnas cesaron las voces dejando solo a Angelo hablando

-Espero no más interrupciones chicas, y como les estaba diciendo, no usen esos métodos como una salida fácil, por lo cual la señorita Leonagdi a contratado para ustedes a una psicóloga especializada que brindara su tiempo para ustedes, en dos días llegara y les pido que le den la bienvenida como es debido, y en otra noticia, los padres de Penelope, están al tanto de lo sucedido y le han organizado un funeral que se llevara a cabo el día de mañana, tienen permitido ir, pero solo las señoritas de entre 15 y 17 años, las demás deberán quedarse, quien quiera ir, puede apuntarse conmigo, la persona que no este apuntada no tendrá el permiso de ir. Sin nada más que decirles pueden retirarse- 

Poco a poco las alumnas salieron del teatro y una que otra se acercaba al profesor para apuntarse.

-¿Piensas ir?-me pregunto Violetta

-No, creo que no, estaba pensando en eso, pero Morgan no puede ir y me preocupa como se siente después de lo que vio, ¿Tú piensas ir?

-Si, acompañare Amelie

-Iré a buscar a Morgan, las veo luego- Despidiéndome de ellas 

 

Camine hacia los salones de juegos y efectivamente, ahí estaba ella, jugando con peluche de un oso, me senté al lado de ella y agarre un oso como el suyo, pero este era color rosa pastel.

¿A que estas jugando?-pregunte

-A nada, solo lo estaba viendo- me respondió- Tú cual prefieres, este café o ese rosa que tu tienes.

-Pues si tuviera que elegir, me iría por el café

-¿Por qué?- me cuestiono



#8280 en Thriller
#4773 en Misterio
#3254 en Suspenso

En el texto hay: asesinatos, suicidios, ezquisofrenia

Editado: 18.07.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.