Sadistic

Il ragazzo

La mañana siguiente nos toco levantarnos más temprano de lo habitual a todas las alumnas se nos obligo a ponernos un vestido negro con cuello blanco, era un tipo de uniforme, fue extraño el que tuvieran tantos iguales, como si lo tuvieran previsto. Salimos por la entrada principal y afuera del instituto estaban aparcados dos autobuses color gris, daba aun más pesar por lo ocurrido.

Empezamos a subir con forme nos nombraran en la lista, cuando escuche mi nombre me acerque a la entrada del autobús y ahí se encontraba Angelo junto a otra profesora quienes anotaban a las estudiantes.

-Profesor Angelo, ¿Cuándo compraron estos vestidos?- Pregunte parándome frente a el.

-Son encargos de tu Madre señorita Leonagdi- Contesto la profesora a su lado.

Decidí no responder y subí al autobús, sentándome al lado de Amelie.

-Creí que no vendrías Bella- esbozo Amelie

-Lo decidí en ultimo momento ¿Y Violetta?

-Tenia muchas cosas que hacer y no ha podido venir

Hice una pequeña mueca de disgusto y asentí con la cabeza, a pesar que no llevaba tanto tiempo hablando con Violetta, sentía que ella me entendía dentro de este lugar tan extraño y no digo que Amelie no me agrade, solo que no se como tratar con una persona tras una perdida, no lo había echo antes y no quería deprimirla aun más.

Hacia mucho frio por esos momentos y los copos de nieve habían empezado a caer, tras un par de horas de viaje llegamos a un cementerio, se miraba muy grande, pero no tenia color alguno, mas que las puertas de la entrada, las cuales eran rojas. Bajamos en filas y nos ubicaron a todas adentro llevándonos a una capilla donde velarían su cuerpo, No solo estudiantes y maestros estaban ahí, también otras personas, supongo que familiares y conocidos. Los rostros de todos se miraban apagados, pero no era de sorprender, estábamos en un velorio.

Por una de las puertas una mujer alta que denotaba elegancia entro a la capilla y la reconocí al instante, era mi madre. Saludo de beso a la mejilla a los padres de Penelope y luego se acerco a mi en silencio poniendo su mano sobre mi hombro.

-Fligia, saluda a tu madre-Dijo en modo autoritaria.

Me voltee hacia ella y  la salude de doble beso en las mejillas- Ciao Mamá- Le salude

-¿Como van tus estudios?- pregunto sin siquiera voltearme a ver

-Bien, muy bien- mentí, no es que tenga unas notas muy malas pero no me he concentrado como anteriormente lo hacia

Esbozo una pequeña sonrisa ladina y no dijo nada más

Después de velar el cuerpo nos llevaron a otro salón grande con asientos que estaban todos volteados hacia un cajón grande, El cuerpo de Penelope no seria enterrado, más bien pensaban meterlo al horno crematorio.  

El silencio rodeo toda la habitación aun que de vez en cuando se escucharon los sollozos de algunas alumnas, admito que se me hizo extraño el que sus padres tuvieran esas caras de seriedad durante todo el velorio,  pero decidí creer que cada quien pasaba su duelo de distintas formas.

El velorio termino y nos toco volver al internado, Amelie iba con muy mala cara, todo el camino de vuelta se la paso sollozando en mi hombro. Al entrar Amelie no quiso decir nada y se fue directo a su habitación, y yo preferí ir a buscar a Violetta.

Subí a su habitación y la vi acostada en su cama llorando.

-Hey!¿Violetta que tienes?- pregunte angustiada

-No, es nada Bella-Respondió secándose las lagrimas del rostro

-Si quieres hablarlo, dime-  comente sentándome a su lado

-Son mis problemas Bella- contesto evitando mi pregunta

-Esta bien, si no quieres hablarlo no te obligare, ¿Puedo abrazarte?

Violetta me tiro una mirada de desconcertada

-No, no seas pegajosa, ¿Si te cuento no molestaras?

-Promesa- sonríe de dientes, levantando mi mano a la altura del hombro.

-Bueeeeno- Contesto  algo forzada- ¿Recuerdas a Theo?

-Si, si, ¡¿Te hizo algo?!

-No,  simplemente, no ha venido, no me deja notas, no me busca. Solo se olvido de mi- Respondió rodando los ojos.

-Tal vez era lo mejor ¿No?- pregunte un poco intimidada

Violetta estaba a punto de responderme pero sus palabras fueron cortadas cuando la puerta de su habitación se abrió azotándose logrando asustarnos-

-¡Violetta estas castigada, acompáñame!- vocifero mi Padre molesto, entrando a la habitación. 

-¿Perdón?- Respondió Violetta sin entender la situación. 

-¡Dije que me acompañes!- vocifero aun más fuerte agarrándole de la muñeca y sacándola de la habitación 

-¡¡Suélteme señor Leonagdi!!¡No he echo nada!- gritaba Violetta tratando de soltarse de la mano de mi padre.

-¡Ha dicho que la sueltes!- Grite tratando de quitarle la mano de encima

-No te metas Bella- me tiro una mirada enfurecido.

Los  gritos invadieron los pasillos y algunas de nuestras compañeras se asomaban para ver el escandalo que ocurría.

-¡Señor Leonagdi suéltela!- se escucho una voz masculina que silencio nuestros gritos y forcejeos

Por las escaleras se asomo Theo, quien se notaba muy molesto.

-¡Theo!-Grito Violetta

-¡Ninguno de ustedes me vera la cara! Se lo que están planeando y no pienso permitirlo, dijo llevándose a Violetta a la habitación en la que yo había sido encerrada anteriormente.

-¡¡Padre suéltala!!- trate de defenderla pero fue en vano 

Mi padre me agarro del brazo y me tiro con fuerza hacia dentro de la habitación

-¡Si tanto te preocupa acompáñala!- grito mientras nos encerraba en la habitación. 

 



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En el texto hay: asesinatos, suicidios, ezquisofrenia

Editado: 18.07.2020

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