Saga Elemental I: El Legado

Jonathan

 

Algo nos estaba pasando, al ver a las criaturas frente a nosotros tan monstruosas y aterradoras, el miedo y el odio se mezclaban haciendo que nuestro poder interior se despertara, golpeándonos tan fuerte que nos noqueaba.

Volteé detrás de mí para ver a Sofía y Lucía que yacían inconscientes en el suelo. En la parte interna de sus brazos derechos reposaba un tatuaje, aunque no se parecían en lo más mínimo, pero no les presté mucha atención. No había tiempo para desperdiciar, las dos bestias restantes nos miraban sedientas de venganza. Ya no se parecían a animales, sus formas deformadas y peligrosas, emanando peligro puro.

Sofía soltó un jadeo al ver que las criaturas comenzaban a correr en nuestra dirección, en un nuevo ataque. Sus grotescas figuras y tamaños haciéndola sentir pequeña a medida que se iba cortando la distancia entre nuestros enemigos y nosotros.

Stella estaba evitando un ataque de Richard que al ver que sus compañeras habían mermado en número, decidió enfrentarse a uno de nosotros. La balanza había declinado hacia la chica que controlaba el elemento Tierra.

Desvié mi atención de Stella en el momento justo que una de las criaturas sedienta de sangre frente a mí, me lanzó un puñetazo con su brazo derecho que se estiró como una serpiente y a punto estuvo de golpearme con su furia, sino fuera porque me tiré hacia un costado. Una ráfaga de viento cubrió mi cuerpo como si de una armadura invisible se tratara.

El grito de Sofía a mi izquierda me hizo dudar en mi ataque, en aquel agudo sonido que había soltado al haber recibido un golpe que la había levantado varios metros hacia el aire para caer luego, con pesar y dolor sobre el cuerpo de Eric que en un vano intento de sujetar su cuerpo para evitar que tocara el suelo bruscamente y se rompiera todos los huesos del mismo, se había posicionado en el lugar exacto donde la chica iba a impactar contra el suelo. Ese sonido lleno de dolor y terror que se había escapado de sus labios cuando la fuerza bruta de la bestia la golpeó, hizo que me congelara en mi lugar.

Aunque nos habíamos conocido en el instituto, estas chicas que estaban junto a mí eran parte del Legado del que nos había hablado Stella. De aquel que liberaría a todos los jóvenes que al igual que nosotros, tenían un poder especial en su interior y que debido a la opresión del enemigo, se mantenían lejos de la libertad que ansiaban.

Yo era el único hombre del Legado y por consiguiente debía ser fuerte para enfrentar a nuestros titanos y ayudar a mis compañeras, que de igual modo tenían una fuerza que nunca creí que llegarían a tener. Sus espíritus eran resistentes e inquebrantables.

— ¡Sofía! —grité al ver que su cuerpo se había quedado inconsciente a un lado del cuerpo de Eric, en su brazo derecho había aparecido otra cicatriz en forma de tatuaje.

Miré hacia Stella que contemplaba anonadada el cuerpo de su amiga antes de fruncir el ceño y levantar una mano para golpearla con fuerza sobre el suelo. La tierra bajo mis pies se sacudió debido al temblor que ocasionó la profunda grieta que se abrió debajo del cuerpo de la criatura que había lastimado a Sofía. Aquel horrible ser lanzó un gruñido ronco, grotesco y lleno de furia antes de ser tragado por la abertura en la tierra que comenzó a cerrarse poco después.

Stella trastabilló un momento, el cansancio se veía reflejado en sus torpes y pesados movimientos. Sin duda alguna, había utilizado demasiada energía en el último ataque, pues el tamaño de la bestia superaba la medida establecida.

Quería ayudarla, pero un golpe en mi costado derecho hizo que resbalara hacia atrás rápidamente, el viento que me había estado protegiendo había hecho que retrocediera, y aunque se había movido rápido, mi oponente resultó ser mucho más veloz.

El dolor que escoció mi cuerpo en el lugar donde había recibido el impacto, era insoportable, pero no podía darme por vencido. Aquellos ojos amarillos que me observaban con hambre a medida que su lengua lambía sus labios haciendo que la baba se resbalara hasta el suelo, me causaba nauseas.

Respiré hondo un par de veces y levantando los brazos hacia los costados, hice que el viento comenzara arremolinarse a mis espaldas, formando un tornado. Grité cuando mis costillas fracturadas se quejaron de dolor amenazando con hacerme perder la consciencia, y apreté los dientes al sentir que mis fuerzas intentaban disminuirse. Volví a gritar de rabia causando que algo dentro de mí despertara por unos minutos, haciéndome más fuerte.

El tornado se había vuelto más grande y violento y con toda la voluntad que aún poseía, hice que se arrastrara hacia el frente, traspasándome en el proceso y atrapando a la criatura, que fue levantada en el aire para ser arrastrada después hacía la lejanía, tanto que no se la podía distinguir en la distancia.

Cayendo de rodillas, respiré con dificultad, me ardía tanto el costado derecho que reprimí las ganas de morderme la lengua para no volver a gritar.

En la parte interna de mi brazo izquierdo una imagen apareció grabada en mi piel. La observé unos segundos tratando de entender su significado, y al no hallar respuestas, me senté pesadamente en el suelo, mi cuerpo protestando del cansancio y energía utilizada.

Si de algo estaba seguro era de que no iba a cerrar los ojos, no hasta que estuviéramos seguros.



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En el texto hay: suspenso, poderes, acción

Editado: 17.07.2022

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