—Nina. ¡Nina! No parece querer despertarse Gab. ¿Qué hacemos?
—Te ayudaré a ponerla de pie, a ver si acaso. Nina, vamos despierta.
—¡Gab! Estás loco, Gab, ¡la abofeteaste!
—Increíble, no se despierta, tráeme alcohol.
—Sí, buena idea. Está funcionando ya está volviendo en sí. ¿Nina, estás bien?
Al abrir los parpados observé borrosamente dos pares de ojos encima de mí. Al sentarme sentí la misma sensación que aquel día después de mi pesadilla. Gab y Julia seguían observándome con cara de preocupación, no entendía muy bien el motivo, sólo me había quedado dormida, mismo si un lejano recuerdo de una voz en mi sueño me deba la piel de gallina. Cuando noté el desastre de mi cama, entendí que había sido víctima de uno de esos sueños otra vez. Aquel pensamiento me hizo enrojecer avergonzada por la situación.
—Ya volvieron. ¿Cómo les fue? —pregunté desviando la conversación.
—Mejor que tú —dijo Gab—. Nos costó un mundo despertarte…
—Sí, vaya, tuvimos que ponerte alcohol para lograr que volvieras con nosotros. Debió ser una pesadilla muy horrenda, te pusiste a llorar y a gritar a alguien que no lo hiciera…
—De verdad, ni me recuerdo.
Me forcé a sonreír y a tomar un aire ligero y sorprendido por la desmedida preocupación.
—Chicos, no es nada, pues por lo que dicen, tuve una pesadilla, bueno, ya estoy despierta… y tengo mucha sed.
Sí, ahora que lo pensaba sentí en mi boca una sequedad insoportable, ocupaba tomar agua o lo que fuera; de un salto salí de la cama y me dirigí hacia la cocina, Gabriel y Julia me siguieron, pero yo no podía darle importancia únicamente, me enfoqué en tomar, agarré lo primero que vi, agua, me serví un vaso, y al terminar sentía que más bien tenía más sed, me serví otro vaso, y otro y otro, y cansada de usar el vaso terminé por tomar directo de la botella. Me quedé satisfecha hasta haberla vaciado totalmente. Ya me sentía mucho mejor, miré las caras de Gabriel y Julia consternados, parecía que hubieran visto un objeto no identificado, sus ojos eran redondos de la sorpresa e incluso, podrían salirse de órbita…
—Tenías… sed, mucha sed…—concluyó Julia.
—Bueno van a parar de verme como si fuera un bicho raro, estoy tomando agua en mi cocina no veo lo raro en esto, ahora espero que tengan más cosas interesantes que decir, sino yo voy a acostarme, si no les importa.
La mejor defensa era el ataque, salí de la cocina y me fui directo a mi cuarto, al llegar, noté con mala gana que realmente mi cama ya no tenía pies ni cabeza, las almohadas estaban en el piso y sólo quedada la sábana sobre el colchón a punto de caerse ella también. Enojada armé otra vez mi cama, bajo la mirada sospechosa de mis amigos. Yo, decidí optar por la táctica de “no pasa nada” y me acosté entre las sábanas fingiendo paz y armonía en el planeta, estirándome, bostezando, acomodé mi almohada, y con un breve “buenas noches” me di media vuelta. Planeaba escuchar con mucha atención la conversación de ese par.
*******
Gab y Julia se dirigían hacia la sala, estaban preocupados por mí:
—Nunca he visto alguien dormir tan profundamente —dijo Gab primero.
—Estaba pensando lo mismo, es bastante extraño, hace mucho tiempo que conozco a Nina y no es la primera vez que he estado durmiendo en su casa, y hasta la fecha nunca ha tenido esa… bueno no sé cómo lo podría llamar.
—He estado dándole vuelta al asunto, y no te parece que a Nina le hubiera podido afectar la desaparición de Lucio de una manera más fuerte de lo que aparenta.
—Es posible, para serte honesta no hemos hablado mucho de Lucio desde su desaparición. Ellos fueron muy apegados uno al otro, ya sabes, pero Lucio terminó con ella. No debe ser fácil para Nina tener que lidiar con su despecho, su desaparición y los expedientes.
—No claro, bueno hay que darle chance a ver, pero me da la impresión que muchas veces Nina se encuentra en un estado de desconexión, no sé cómo explicártelo. Bueno, no te lo voy a ocultar, ella… no es que me caiga mal, sino que no sé, me da una impresión que no es… no sé… no es como nosotros, a veces ella actúa de una manera muy rara como si no le afectara lo que pasa alrededor suyo.
—Gab, la conoces muy poco, créeme ella es más viva que tú y yo juntos, es sólo que es muy reservada y no muestra sus sentimientos, incluso los más básicos con todo el mundo. Nunca supe si es por protección o timidez, la verdad que no me interesa, es mi mejor amiga y la quiero.
—Claro, no estaba tratando de criticarla en ningún sentido negativo… bueno me entiendes, espero que no me hayas malinterpretado.
—No, a mí también cuando la conocí me dio esa impresión, pero una vez que la conoces es un caramelo.
—Ahora volviendo al tema, una relación que hasta ahora se me había escapado y gracias a ti pude hacer la conexión, en cuanto a Lucio. ¿Qué te parece si él fuese, también, una de las víctimas que estamos investigando?
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Editado: 13.10.2019