Capítulo 3:
Abiel
- Ahora sí infeliz- Dijo Fénix acto seguido que se me abalanzó a puños.
Empezó una pelea entre nosotros, el pegandome por el hecho de existir y yo defendiendome, estábamos en el piso peleando con todo el salon haciendo un círculo a nuestro alrededor unos gritando el nombre de Fénix y otros el mío, nadie trataba de alejarnos, éramos la entretención de ellos, por un momento me acordé del circo romano, aquellos terribles tiempos cuando todos veían como una atracción matar a personas y animales.
Dijo Fénix pegandome repetidas veces, ya me dolía todo, quería hacer algo pero aquel demonio tiene muchisima mas fuerza que yo. - Tienen que ser fuertes- de momento me acorde esa frase que mi padre nos dijo cuando ángeles y demonios se hicieron enemigos, aquellas palabras siempre me han dado fuerza y la valentía suficiente de seguir adelante, - Tienen que ser fuertes-, - Tienen que ser fuertes-, - Tienen que ser fuertes-, m repetía varias veces, los golpes ya no me dolian solo pensaba en cómo poder salir de debajo de Fénix, - Tienen que ser fuertes- me repito por última vez y esta me dio fuerzas de botar a este demonio acto seguido que empecé a golpearlo, no se el motivo solo fue un impulso y aquel impulso me encantaba necesitaba vengarme pero algo dentro de mi me decía que me detuviera la cual no le hice caso
Mire a Fénix y pude observar que estaba botando mucha sangre, por un micro segundo pensé que lo iba a matar pero a la vez me acordé que somos seres inmortales así que no me preocupe demasiado, mi instinto me seguía diciendo que lo golpeara el cual le hice caso y seguí golpeándolo.
Sus palabras fueron como órdenes, ya que después que ese demonio dijo tal cosa, llegó el rector del colegio, mi padre.