Capitulo Veintiuno: " Borrones "
HATSON HILXMAN
Estaba en NovaGraphix trabajando en el nuevo video juego tres de que le habían encargado a la empresa cuando mi teléfono vibro en una llamada, mire la pantalla y solté un gruñido bajo cuando mire el número de Mikaelis reflejarse en la pantalla.
Desvíe la llamada y continúe trabajando, tenía que entregar un boceto de la idea antes de terminar la semana junto con todo mi equipo de trabajo. No podía distraerme con su mierda de que quería verla. No era su jodido problema y Lyra no necesitaba eso, mucho menos ahora que estaba a solo semanas de dar a luz a nuestros hijos.
El teléfono continuo sonando cinco veces más, desvíe cada una de ellas hasta que me harté y conteste la llamada.
¿Qué?- brame con tono molesto al teléfono.
"¡Lyra está dando a luz!"- se quejó él de inmediato, me tense de inmediato- "¡¡Sebastián me envió mensajes estúpidos poco entendibles con una ubicación, están en el hospital, creo que pensó que era tú número!!"- siguió en tono fuerte entre un gruñido, lanzó una maldición al aire hacia Alguien que no se movía frente a su auto según entendí- "¡Dijo que tenías que llevar lo demás que el apenas había podido llevarla a ella sin colapsar en el camino!"- siguió.
Me puse en pie de inmediato tomando mi chaqueta y salí corriendo de ahí.
"Te enviaré la ubicación que me envió Sebastián, yo voy para allá, seguramente tiene un ataque de ansiedad."- siguió, corrí escaleras abajo con apuro sin querer esperar el ascensor.
Pasaré por nuestra casa por las maletas, por apenas, avísame cualquier cosa apenas estés ahí.- rogué con la respiración echa una mierda.
Ella estaba por dar a luz, ¡Faltaban Dos semanas!, ellos nacerían la primera semana de febrero no la segunda semana de enero.
Un nudo invisible empezó a apretar mi cuello, los miedos que había estado ocultando todo este tiempo arremolinaron sin piedad contra mi pecho de manera cruel.
Tome mi casco y metí las llaves a como pude en la moto luego de subirme, coloque el teléfono en el sostenedor que tenía la moto para el y la puse en marcha siguiendo la ubicación.
Mi cabeza estaba tan ruidosa en ese momento que no estaba seguro de poder llegar confiando en la información de mi cerebro.
En el camino tenía que calmarme, serenarme. Tenía que contenerme, tenía que ser un bastón de seguridad para Sebastián si no se volvería loco. Tenía que ser el apoyo de Lyra que estaba demasiado entusiasmada con el embarazo que cada rechazo de Sebastián la ponía aún más triste.
Cuando llegue a la entrada del hospital ni siquiera me moleste en sacarle las llaves a la moto, solo tome mi teléfono y corrí al interior buscando con la mirada a Mikaelis o Sebastián.
Lo primero que observaron mis ojos fue a Aiden, maldita sea.
¿Dónde está?- pregunté, me miró.
Por allá- señaló un pasillo-, Mikaelis se llevó a Sebastián afuera un momento para evitar que volviera a golpear a un doctor que intentó atenderlo al verlo mal.- explicó, asentí lentamente pasando mis manos por mi rostro respirando hondo. El se acercó a mí y froto mis hombros.- entro al área de maternidad ella, están preparando el quirófano para recibir el parto. Cómo rompió fuente, será un parto natural, dicen que dada su situación es peligroso inducir una cesárea- trague en seco al escuchar eso.
La doctora había dicho...- mi voz se atoro en mi garganta, el parto natural era aún más peligroso. Me abrazo con fuerza, cerré mis ojos dejándome apoyar por él, habían sido tantos meses ahogándome so que recibir este apoyo ahora era lo que podía jurar me tenía en pie en este mismo instante después de escuchar eso.
Tienes que respirar, calmarte, Sebastián nos maldijo apenas nos vio y estuvieron a punto de echarlo. Se niega rotundamente a entrar al quirófano con ella, nosotros no podemos- dijo él.
¿Nosotros?- dije, un poco más estable que antes.
Jordan está en el área de maternidad afuera de su habitación, ni siquiera nos dejan entrar porque no somos parientes cercanos con ella.- explico, asentí lentamente- tienes que entrar con ella a quirófano, Hatson. Tienes que sostener su mano y secar su frente del sudor. Tienes que darle ánimos.- froto mi espalda, me estremecí.
Solo yo...- murmuré en un hilo de voz sintiendo mi garganta contraerse.
Sí, Hatson. Solo tú.- se separó de mi, alboroto mis cabellos y solté un ligero gruñido ante eso, me sonrió- lo vas hecho bien hermanito.- felicito besando mi frente, suspiré pesado- anda, ella te espera.- instó, asentí mirándolo.
Gra- gracias...- dije, porque, él me había prácticamente salvado de entrar en un ataque de pánico al igual que Sebastián.
Su mirada se noto atormentada también, no dijo nada más y me soltó.
No pregunté, me fui hacia el segundo piso donde era el área de maternidad y apenas miré a una enfermera que reconocí pregunte por la habitación de Lyra, fui al pasillo tres y confirme que estaba ahí apenas miré a Jordan.
Me sonrió apenas de manera nerviosa mientras jugaba con sus dedos apretándolos. Asentí hacia él entrando a la habitación, mi corazón se contrajo al escuchar un grito de dolor salir de ella apenas abrí la puerta.
Jordan se puso en pie, lo sentí incluso acercarse. Le mire de reojo dedicándole una mirada fría, el retrocedió un paso y asintió lentamente.
Entre a la habitación y me acerqué a ella.
Estoy aquí corazón, estoy aquí.- dije sin dudarlo, tomando su mano, ella me miró, sus ojos llenos de lágrimas mientras jadeaba.
Ha- Hatson...- jadeo, antes de soltar otro grito adolorido que rasgo mis oídos. Me aferre a su mano con delicadeza mientras ella enterraba sus uñas en mi muñeca de esta.
Lo estás haciendo bien mi amor, eres tan buena- la felicité besando su frente con ternura. Mis manos temblaban junto las suyas. Ella me miró, su mirada estaba cargada de dolor, cerré mis ojos dando todo de mí para contenerme.
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Editado: 16.03.2025