Salva a la villana

Capítulo 3: ¡Salve a la villana!

Capítulo 3: ¡Salve a la villana!

Kijiro sintió un fuerte odio y repulsión por este tipo de personas en el mundo qué hay, lastimar de estas maneras retorcidas y lujuriosas, para después asesinarla.

Rechinando los dientes afilados observó con el ceño fruncido al hombre semidesnudo qué está con espada en la mano y listo para responder a cualquier golpe por parte de Kijiro.

Kijiro grito de odio — ¡Haha! ¡Muere maldito!— Dijo con una voz helada solo con emociones de ira qué se pueden sentir al escucharla.

El hombre sintió un ligero temblor en los hombros y las manos comenzaron a temblar al ver como la enorme criatura negra hecha de sombras o alguna otra cosa estaba abalanzandose sobre el, no lo dudo y levantó la espada con ambas manos para tratar de obtener más fuerza y acercándose bruscamente realizo un corte horizontal a la enorme criatura.

El hombre mayor observó con horror como la criatura gigante estaba sin verse afectada por los ataques físicos y observo la parte cortada estaba siendo restaurada de inmediato como niebla qué nunca termina.

El hombre gritó de horror al sentir como la enorme criatura de niebla lo embestía, sintió un dolor en todo el cuerpo, no podía moverse y no sabía por qué pasaba esto.

El hombre gritó de miedo — ¡Hahaha!— Dijo al sentir como estaba quedándose débil y todo el cuerpo parece que está siendo succionando por alguna cosa, entonces lo vio al niño pequeño qué estaba oculto por la niebla y los ojos, esos ojos qué nunca olvidaría unos ojos negros sin pupilas y bañándose con la niebla negra, lo estaba controlando para matarlo.

El hombre habló — ¡No me mates! ¡Detente hijo! ¡Soy un caballero! ¡Sirvo a los nobles Nessro!— Dijo con urgencia y miedo por ser succionado por la extraña criatura qué lo tenía envuelto con las dos enormes patas delanteras.

Kijiro escucho la urgencia en la voz del hombre y no se intimidó por la súplica desesperada del maldito caballero.

Kijiro contesto — ¡No me interesa eso! ¡Vas a morir! ¡Eres basura! — Dijo con un grito emocionado por la sensación qué sentía al estar controlando la vida o muerte del hombre.

El hombre sintió terror intenso y desesperado por la vida, no sabía en qué parte había salido mal y porque restaba por morir de esta forma muy dolorosa, sinceramente prefería qué este Venex se lo tragara.

Kijiro vio como el hombre lloraba del miedo y los ojos no tenían vida en ellos ahora estaban húmedos y llorando.

Kijiro grito — ¡Devorar la oscuridad! — Dijo con una voz loca y muy extraña, gritando con rabia y locura.

La enorme criatura al escuchar la orden rugió con fuerza al mismo tiempo que su amo ordenó para proceder a tragarse al hombre que sostenía con fuerza la espada de hierro y trataba de defenderse de la amenaza, lastimosamente para el hombre humano no tenía ningún tipo de oportunidad y fue tragado de un solo bocado.

Estando siendo comido en la boca de la criatura de niebla sentía el cuerpo cortado en pedazos y el alma la alcanzo a ver afuera del cuerpo qué estaba por ser devorada por un demonio gigante.

El alma del hombre grito de horror al ver al demonio — ¡ahahaha! ¡Noo! ¡Dios ayúdame! ¡Perdóname Dios! — Se escuchan los aterrorizados gritos llenos de desesperación liberados por el alma al sentir ser jalada a la boca del demonio gigante qué sonreía siniestramente con emoción salvaje y lujuria.

El alma del hombre observo al estar adentro de la enorme boca está un alma de un Venex rugiendo con mucho miedo y dolor al sentir que estaba por ser comido junto a la nueva alma del hombre humano y entonces la boca del demonio este la cerro para comer a las dos almas qué fueron sacrificadas.

Kijiro estaba en un estado de congelamiento sin tener en cuenta las diferentes cosas que pasaron con las dos almas qué un demonio había devorado sin más.

kijiro sintió un dolor inmenso después de despertar de ese estado y libero un grito de sufrimiento — ¡Haha! ¡Me duele! ¡Mi cuerpo duele! — Gritaba a todo pulmón haciendo eco en los diferentes sitios del bosque, logrando espantar a las diferentes especies de bestias qué habitan aquí.

Kijiro se calmó después de unos momentos y sudando a más no poder se cayó al suelo por la falta de fuerza qué sentía en el cuerpo.

Sintió un ligero movimiento y movió los ojos lentamente para alcanzar deslumbrar la figura pequeña de la niña que estaba herida y desmayada, pero ahora estaba bien, para ayudarle.

Niña pequeña habló — ¡No mueras! ¡Me escuchas plebeyo! ¡Te ordenó qué no mueras! — Dijo con orgullo y voz llorosa al ver como su héroe estaba sufriendo y podría morir por esos gritos desgarradores qué escucho al despertar, vio como el niño que lo salvo de una muerte o humillación está en ese estado.

Kijiro escucho las órdenes de la niña y sonrió un poco al escucharla actuar arrogante y mandona.

A Kijiro le recordó una amiga de infancia qué conoció, al tener solamente seis años de edad en este nuevo cuerpo de niño desnutrido no se sentía con los cinco sentidos correctamente funcionales por lo que dijo esto.

Kijiro hablo débilmente — Elena, sigues igual de mandona y muy feliz, no llores — Dijo con calma en la voz y viendo levemente a la niña pequeña qué estaba gritando con miedo a ver estas cosas, ella una heredera de un gran nombre una señorita estaba por sufrir una humillación por parte de un caballero y ahora su salvador está por morir, ella no quería que pasara nada de estas cosas.

La niña habló — ¡No! ¡No mueras! ¡No me llamo Elena! ¡Mi nombre es Layla Nessro!— Dijo con urgencia y miedo al ver como su héroe estaba sufriendo y por morir.

Kijiro escucho el nombre de la niña desconocida y recordó qué ese mismo nombre es el de la villana de la novela que había leído antes de morir, ahora mismo se sorprendió demasiado al confirmar que había reencarnado en un niño en este mundo de fantasía y con eso la vista se fue nublando hasta que se desmayó.




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