Capítulo 14: ¡¡Conviértete en mayordomo!!
Joski pocas veces mostraba emociones fuertes, pero siempre hay una primera vez para todo en este mundo y hoy fue la primera vez para Joski Nessro.
Viendo directamente al niño desmayado encadenado en el calabozo de su mansión Nessro, recordó todos los desastres que este niño trajo a las personas y heridas. No se diga, por poco muere su hija.
Kijiro sintió una fuerte mirada viéndolo directamente como una bestia feroz queriendo sangre y rápidamente abrió los ojos con miedo, pero se ha sorprendido al ver de cerca al padre de Layla. No siendo demasiada sorpresa notó con asombro que actualmente está encadenado de pies a cabeza con muy poca movilidad en lo que parece ser un calabozo donde Layla secuestro a la protagonista Aurora y el príncipe la rescató.
Kijiro habló débilmente: —Señor, no debo de estar encadenado. No es moral y esto es un abuso de los derechos humanos —dijo con calma y tratando de ver directamente a los ojos fríos del señor noble.
Joski escuchó la débil voz del niño encadenado y sonrió un poco al escuchar esas tonterías, pero no obstante velozmente lo ocultó y habló: —Los demonios no tienen derechos, además hoy heriste a muchas personas inocentes y destruiste la muralla, y por si no fuera poco invadiste mi propiedad —dijo con furia en la voz y mirando con un fuerte odio a los ojos del niño.
Kijiro no es débil de mente y sabe qué hacer en este tipo de situaciones. Lo mejor es darle por su lado y hacerse el débil o tímido para así darles una sensación de dominación y fuerza, pero puedes buscar la debilidad de estas personas.
Kijiro habló. —Lo siento, no lo sabía, señor noble de alto rango, yo solo soy un huérfano —dijo débilmente con una voz chillona.
Joski escuchó la sumisión en las palabras del niño y sonrió aún más, mostrando los dientes blancos al niño y habló: —Me gusta que sepas quien manda acá, ahora debes de pagar tus crímenes y quedarte como prisionero o servir como mayordomo personal de mi hija; la salvaste después de todo y no soy malagradecido —dijo con molestia y agradecimiento.
Kijiro tenía la espalda mojada en sudor al pensar en asesinar al hombre, porque en lo que este tipo habló, él estaba liberando la niebla negra para succionar la vida del tipo y ahora que no lo hizo, solamente dejó de lado lo que hace.
Después de unos momentos Kijiro respondió: —Me gustaría ser el mayordomo personal de su hija Layla, además, no fue mi intención hacer daño a nadie, yo no pude controlar bien mi habilidad mágica —dijo con molestia al último al decir que no logra controlar todavía la habilidad y por eso hirió a muchas personas inocentes o también podía matarlos.
Joski se sorprendió al escuchar que este niño de seis años logró despertar un don y algo inverosímil fue que solamente tiene seis años de edad y Dios sabe que a la edad de once años se despiertan las habilidades en la academia imperial de la luz… Pero un huérfano de bajo estatus logró despertarla y controlarla hasta este punto donde fue capaz de noquear a dos guardias imperiales.
Joski sonrió emocionado por dentro al escuchar que este niño aceptaba quedarse como mayordomo. Si por alguna razón no acepta, puede ser reclutado por los altos mandos y ser un arma, pero ahora es su arma personal y de su familia.
Joski vio con ojos amables al niño y rápidamente se acercó para liberarlo de las cadenas y habló: —Eres Kijiro, pequeño Kiji, voy a estar muy feliz de que sirvas a mi hija y puedes decir tu habilidad; tal vez pueda ayudarte con ella —dijo con una voz amable y llena de aprecio.
Kijiro escuchó el cambio de voz del tipo y se sintió algo enfermo, pero quién es uno para juzgar. Hace unos momentos también cambió para parecer amable y débil. Sin decir nada habló: —Claro, mi habilidad es así —dijo y al siguiente momento una niebla salió disparada con forma de veneno gigante, logrando tapar toda la habitación y alarmando a los guardias que están afuera de la puerta. Ambos guardias, al ver ese extraño humo negro denso, velozmente entraron armados y listos para ver qué pasaba, pero al entrar corriendo vieron de golpe a la enorme criatura hecha de sombras y que les volteó a ver con esos dientes largos.
Todos sudaron frío, también abrieron los ojos lo más que podían y gritaron —¡Ahaha! ¡Ah! ¡Salva al señor! —dijeron y uno de ellos ordenó para después salir corriendo hasta donde está el señor Joski y cubrirlo de la criatura gigante, pero sin prestar atención al pequeño niño que los ve como si fueran idiotas.
Kijiro observó toda esta obra de teatro y deslumbró la cara de vergüenza de Joski. También vio como lo estaban tratando de cargar, pero por el miedo se les cayó al suelo y otro guardia más se unió para levantarlo. Joski estaba siendo jalado de una pierna y otra en el aire, además, la mitad de su cuerpo sostenida en una posición muy incómoda y gritó con molestia: —¡Dejarme! ¡No es un monstruo! ¡Es un don! —dijo con molestia y agitado al ser jalado de una manera brusca por estos guardias personales.
Kijiro se sentía y después exclamó sonriendo a todo pulmón: —¡Ja, ja ja, ja! ¡Jajajá! —sonreía fuertemente con mucha diversión y sintió algo húmedo en los ojos y vio que está llorando de la risa…
Los hombres al escuchar la fuerte risa del niño se detuvieron y notaron la situación, analizando con calma todo, para poco después avergonzarse y dejar en el suelo a Joski Nessro que se sacaba la ropa interior; obvio, lo hacía disimuladamente de las miradas de terceros…
Ya más calmados observaron a la criatura que está siendo controlada por un niño pequeño de seis años y rápidamente pensaron al unísono: —¡Genio! —pensaron y se callaron al ver la molestia en la cara de Joski.
La atmósfera era aburrida y algo avergonzada, pero fue cortada por Kijiro quien habló: —Señor Joski, quiero ver a Layla y ser un mayordomo ahora mismo —dijo en voz alta y resuelta.
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Editado: 04.09.2024