Salva a la villana

Capítulo 36: ¡¡¡¡Ángela serppin ataca a Layla!!!!

Capítulo 36: ¡¡¡¡Ángela serppin ataca a Layla!!!!

Ángela serppin a lo largo de sus nueve años de edad nunca había sentido una sensación o apego inexplicable por un desconocido y mucho menos en unos instantes de verlo.

Ella heredera de una poderosa familia noble de hechiceros se había encariñado con ese extraño niño qué conoció por primera vez cuando tenía seis años en aquel orfanato y ahora por cosas del destino lo volvió a encontrar, pero esta vez es muy fuerte y no es aquel niño temeroso o preocupado por la seguridad de los inocentes. Él se ve más oscuro y retorcido una aura qué le atrae bastante.

Ángela salió de sus caóticos pensamientos y volvió a ver con los grandes ojos rasgados color ámbar la vaina de la espada del niño qué le había robado la atención y camino con pasos lentos persiguiendo el leve rastro de aroma qué había memorizado.

En realidad fue una coincidencia bastante agradable el verlo, ahora mismo su guardaespaldas y niñera la hechicera legendaria quería convertirse en maestra de esta academia prestigiosa y ella fue invitada, naturalmente acepto por la curiosidad de saber como sería vista. En serio quedó muy feliz por tener esta suerte de volver a ver al niño oscuro que iluminó su corazón.

Kijiro no tenía idea de los extraños pensamientos de la chica serpiente qué se encontraba encantada con el y ahora se dirigía directamente a su persona.

La mente de Kijiro se siente muy conmocionada por los repentinos eventos y cambios de acontecimientos recientes qué pasaron como un estruendo veloz. Había perdido la amistad de Sofía, una amistad qué lentamente se convirtió en algo más y ahora fue hecha pedazos por un malentendido. Qué siendo sinceros no tenía la más mínima idea de cuál fue el motivo de esta decisión por parte de la niña, pero había pasado y ahora no vale de nada llorar por la leche derramada.

Repentinamente, salió de sus tristes pensamientos y visualizo la puerta del cuarto donde vive Layla, decidió tocar la puerta levemente "Toc, toc, toc" esperando unos segundos, dos segundos, tres segundos, cuatro segundos, un minuto, dos minutos y unos pasos pequeños provenientes del interior se escuchan, la puerta fue abierta desde adentro y la vista qué lo saludo fue una demacrada Layla.

Kijiro abrió mucho los ojos negros como la noche y lunas rojas, entonces deslumbró de arriba abajo la carita hermosa como una muñeca de Layla se ve muy mal, ojos rojos, mejillas con rastros de lágrimas y cabello despeinado. Una vista muy lamentable. Kijiro rápidamente hablo preocupado "¡Layla! ¡¿Qué fue lo que sucedió?!" Dijo asustado por la seguridad de la niña que tanto quiere y al no ver una respuesta de la niña se asustó aún más y exclamó — ¡Señorita Nessro! ¡¿Qué diablos paso?! — decía con voz emocionada tratando de despertar a la niña que se encogió sobre sí misma al escuchar la voz fuerte del niño y lloro un poco.

Kijiro vio las lágrimas escurriendo por las mejillas de la niña y se marchitó al ver que la había hecho llorar, una niña amable, hermosa y linda a su manera.

Velozmente, se acercó con intenciones de abrazar a la niña, pero al ver que la niña retrocedía asustada y tenía intenciones de cerrar la puerta. Kijiro no fue estúpido y rápidamente superando la velocidad de Layla entro al cuarto de la niña y posteriormente abrazo a la niña que trataba de liberarse, pero al ver que no podía hacer nada, simplemente se dejó abrazar y enterró su rostro lloroso en los hombros del niño qué comenzó a susurrar palabras de aliento al oído sonrojado..

Layla sintió qué talvez Kijiro aún la quería después de hacer ese tipo de cosas muy malas sobre la niña que trato de bloquear, pero ahora se avergonzó por esas acciones que había hecho y se lamentó mucho hasta el punto de llorar sola en el cuarto.

Ahora al ser abrazada amorosamente por el chico que adora, sintió de nuevo esa sensación cálida qué pensó había perdido después de marcharse, pero en este momento quería quedarse así para siempre y nunca dejar a Kijiro.

Kijiro sintió qué Layla comenzaba a relajarse y se sintió conmovido por la sensación de calidez proveniente de la niña que ama tango y cuida mucho para que tenga un buen final en esta vida y no tenga que sufrir todas esas cosas extrañas.

Layla hablo — Kijiro, ¿Me quieres? — pregunto con voz entrecortada y se separó un poco del rostro del niño sorprendido por estas palabras para ver la reacción a la pregunta formulada.

Kijiro no pensó mucho y después de salir de la sorpresa inicial, respondió con calma. — Claro, te quiero mucho y para ser sinceros cada día que pasa te sigo queriendo, te amo con toda mi alma y fuerzas. Eres la razón de mi existencia. — Dijo con absoluta seriedad y seguridad en la voz.

Layla Nessro abrió mucho los hermosos ojos y vio a Kijiro con una mirada nublada llena de intensidad como mirar algún tesoro precioso y acercándose bruscamente empujando al sobresaltado niño qué sintió unos pequeños labios tocando los de él y abrió mucho los ojos, sabe muy bien que está sucediendo en este preciso momento. Afortunadamente, Kijiro no es muy tonto y sabe que Layla quiere con el o al menos sospechaba qué si y ahora esta acción repentina lo confirmo aún más, se sintió avergonzado al ser besado de esta manera directa, pero naturalmente acepto el beso descuidado de Layla qué también golpea sus dientes y se sentía la falta de experiencia en esta área. No se sintió disgustado por este beso inexperto, en realidad fue todo lo contrario y disfruto mucho esta muestra de afecto amoroso. Layla no pensaba en nada y la mente la tiene completamente en blanco sin pensar en nada y dejando llevar por todas las emociones qué siente por este niño fueron liberadas en este momento.

Repentinamente, la puerta del cuarto se abrió de golpe y una figura algo familiar para Kijiro entro con lo que es su vaina de la espada, además al observar más de cercas puedes ver el cabello largo color blanco de la niña que tiene una hermosa belleza como una peligrosa serpiente y esos ojos llenos de odio, malicia y celos al ver a la sorprendida Layla qué se separó de los labios rojos del niño y hablo rápidamente — ¡Largo de aquí! ¿Quién eres? — Dijo avergonzada y no se olvidó de preguntar.




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