Capítulo IV

La bestia avanza por el bosque con ella sobre su hombro, se escuchan unas fuertes pisadas acercandose, Emily no se atreve a levantar la vista, sin embargo, alcanza a ver tres pares de patas iguales a las de la bestia.

-Son otras bestias como el, ¿me van a comer?, no Dios por favor que no me coman- penso Emily y se removio un poco del agarre de la bestia

La bestia volvio a gruñir molesto y ella brinco del susto, solto un leve solloso por estar más asustada, ahora eran muchas bestias. La bestia más grande, que la traia cargada, le dio unas palmaditas en su trasero, parecia estar tratando de reconfortala, pero, por el contrario solo la puso más en alerta, después el dejo su mano en ese lugar lo que la hizo retener su respiraciòn, ella cree estar imaginando cosas.

-seguro puso su mano ahí para detenerme, quizas para que no me mueva, eso tiene que ser, el, ni se si es un el o una ella, no será una ella?, Oh Dios que querra de mi? - los pensamientos de Emily son interrumpidos cuando se percata de que el esta moviendo la mano sobre su trasero, pareciera estarlo sobando de nuevo y después le dio un apreton con algo de fuerza,pero, sin lastimarla y ahí es cuando el, le confirma sus sospechas

-La Bestia es un el, y esta sobando y apretando mi trasero, ¡Diablos no, eso no, mejor que me coman y no que me, Dios no, no quiero morir, no hay forma que esta bestia no me mate!-

Otra de las bestias se acerca a observarla, lo que la hace removerse y estremecerse de mala manera, la bestia que la cargaba le gruño a la otra bestia, que inmediatamente  bajo su cabeza demostrando quien es el líder y se alejo un poco, sin levantar la vista de nuevo.

Caminaron mucho rato por el bosque, ella siente que toda la sangre se ha ido a su cabeza, trata de removerse de nuevo y el le gruñe, ella asustada se queda quieta, pero, despuès sin saber porque o de donde saco el valor, intenta algo

-podrias bajarme por favor, toda la sangre se me ha ido a la cabeza y me duele- dice ella con voz suave

La bestia se paro en seco y gruño, ella se puso más nerviosa, no sabe si eso es bueno o malo. Enseguida, el, la bajo rapidamente y algo molesto, ella al ser movida de manera brusca, rápida y con toda la sangre en la cabeza, se mareo y se tambaleo a punto de caer, la bestia la sostuvo en sus brazos y le gruño molesto de nuevo, quizo levantarla otra vez y ella hiso fuerza en sus brazos que se aferraron a los musculosos brazos de el.

-no, por favor, creo que voy a vomitar si me vuelves a poner en tu hombro-

La bestia elevo el rostro molesto y la tomo del brazo sin lastimarla en absoluto, forzandola a caminar, Emily daba los pasos como podia, sin embargo, ellos eran muy rapidos, altos, con piernas largas, lo que les permitia dar zancadas más grandes y no podia seguirles el paso, ella es muy pequeña en comparación a ellos, entonces, la bestia la tomo por detrás de los hombros y rodillas y la cargo como princesa, ella en un principio se asusto, pero, se sentia muy cansada, había corrido por su vida hasta no poder más, al mismo tiempo y extrañamente poco a poco se sentia relajada y protegida, así siguieron caminando hasta que ella sin darse cuenta se fue quedando dormida en sus brazos. El, la contemplaba con curiosidad aprovechando que se había dormido.

 El veía fijamente el bello rostro de Emily, sus labios le recuerdaban a un corazón, pues son de un hermoso color rojo, apetecibles a simple vista, pero, detallandolos como lo hace el, son irresistibles, siente que sus labios estan hechos para desearlos y devorarlos,  quiere besarla y lo habría hecho si no fuera porque tienen compañía.

Las bestias caminaban por el bosque, cuando empezaron a escuchar ruidos y ver muchas luces a lo lejos, eran policías y voluntarios buscando a Emily, lo supieron al escucharlos gritar el nombre de una Chica.

Todas las bestias giraron su vista hacia la Bestia más grande, el líder, esperando indicaciones, pero, este ni siquiera los vio, siguió su paso, una de las bestias, la misma que había intentado ver la cara de Emily se acercó y encaro con respeto al líder, hablando por el enlace, ya que este era su beta.

-la están buscando, ella es una humana, tu odias a todos y más a los humanos, déjala aquí, ellos la encontraran, Eros-

Eros no se detuvo, siguió caminando con ella en brazos, como si su beta no le hubiera dicho nada. El beta volvió a atravesarse en su camino.

-vives en una cueva desde hace mucho, tienes años de solo pisar tu casa para checar asuntos urgentes de la manada, matas sin piedad y jamás hablas con alguien, de no ser estrictamente necesario, es ella?, ¿es tu mate, nuestra Luna?, es por eso que la quieres contigo? –

 Eros se detuvo un momento en el que analizo sus palabras, entonces vio a la humana y con algo de recelo la deposito en el suelo frio, miro a su Beta y dijo

-Asegúrate de que la encuentren y después quiero un informe completo de esos malditos, uno se escapó y lo quiero en mis manos en dos días-

-Claro Alpha, … la chica, ¿es tu mate? –

-Jason-

-si es nuestra Luna, deberás cortejarla-

- ¡que estupideces estas diciendo!!- grito el Alpha

- ¿es o no es nuestra Luna? –

-tienes dos días-

Jason miro a otra de las Bestias, el más pequeño (y aun así muy alto), y le hiso una seña, el más pequeño se acercó un poco al Alpha con algo de recelo y dijo

-Alpha si ella no es su mate o no la quiere, ¿podría quedármela? –

El Alpha se abalanzó sobre el rápidamente tirándolo al piso, poniendo su rodilla sobre el pecho de la bestia más chica, levantó su mano abriendo sus garras y gruñendo fuertemente

- ¡NO!, déjalo fue un error, él, no se acercará- grito Jason atravesándose, Eros lo miro enfurecido

-solo lo diré una vez, no la miren, no la huelan y por nada del mundo la toquen-

La bestia menor asintió asustado. Todos lo conocían bien y sabían que él no sentía piedad o compasión, de hecho, no siente nada por nadie, el beta rápidamente se acercó y trato de tranquilizarlo.