Salvada por el alpha maldito

Capítulo IX

Emily está asustada apretando la toalla con sus manos, es el mismo chico de la otra noche, ¿Cómo carajos entro?, Ahora si me va a matar!

Emily esta respirando agitadamente, entrando en estado de ansiedad pues no sabe cómo defenderse, ni siquiera esta vestida, ella trata de soltarse sin lograrlo, pero, al menos se separan un poco, el chico la observa con deseo, acercándose más a ella, hasta casi rosar sus cuerpos y sin quitar la mano que cubre la boca de ella.

 Emily observa como el chico desciende su mirada, de sus ojos a su mentón, seguro siguiendo el rastro de una gota que se desliza desde su barbilla y baja por su cuello hasta su clavícula, después hace algo que ella, no esperaba, con un dedo detiene la gota que desciende, el, tiene la vista en el dedo que detuvo la gota, sobre la clavícula de ella, pero, se distrae viendo como el pecho de ella sube y baja rápidamente, escucha como su respiración se vuelve pesada y como su corazón parece querer salirse de su pecho, con lentitud levanta la vista hasta posar sus hermosos ojos color ámbar sobre los ojos grises de ella, Emily temblando lo mira suplicando con su vista que no la lastime. Emily se siente impotente pues no puede gritar, ya que no quiere arriesgar a sus padres, así que no hay quien la defienda. El, levanta su mano de nuevo y acuna la cara de Emily

-Tranquilízate, para que te pueda soltar, respira profundamente por la nariz, espera un momento y suelta el aire lentamente por la boca, … repítelo, … otra vez, … de nuevo-

Emily hiso los ejercicios de respiración que el chico le dijo y poco a poco se empezó a sentir mejor. El se separa solo un poco, se aclara la garganta y dice

-me imagino que te estas preguntando ¿Cómo es que, entre a tu casa?, pues soy un brujo muy poderoso-

Emily abre más sus ojos espantada, no lo puede creer, además que puede hacer ella contra la magia

-jajaja, quita esa cara, claro que no soy un brujo niña, por quien me tomas, anoche tome tus llaves, tome un jabón nuevo, las presione contra él, y con sus marcas, saque nuevas copias, debo agradecerte, de verdad tenía años sin reír, deberías haber visto tu cara- dice el chico al tiempo que muestra un juego de llaves

Ella muy molesta por la burla, intenta empujarlo, pero, no lo logra, es muy fuerte y pesado

-Tranquila Linda, no te enfades hice lo que tenía que hacer, ¿tú no querías verme?, apuesto a que si- dijo el con arrogancia

-deja de burlarte y ¿dime que es lo que quieres? – dijo Emily muy enojada

-ese, es mi gran problema lindura, se que quiero, pero, es muy peligroso, mientras me decido, he venido a quedarme contigo-

- ¿Qué, estas loco?, no te puedes quedar aquí, la policía te esta buscando y yo no pienso ayudarte-

- ¿Por qué no puedo, quien me lo va a impedir?, y no me gusta tu tonito de voz, aprende a ser más cariñosa, no querrás verme enojado de nuevo-

- jamás seré cariñosa contigo!, y volver a verte enojado no me asusta, ni siquiera te recuerdo, eres el único chico que no vi de frente, no te creas tan importante -

-jajaja, eso ya lo veremos, te lo recordare cuando seas más que cariñosa -

-eso nunca pasara, ahora lárgate, no es por asustarte, pero, si la Bestia te ve, te matara- Emily sabe que la Bestia no vendrá, pero, debe ser más lista que el chico y tratar de asustarlo.

- ¿crees que le tengo miedo?, ¿y tú no lo tienes, la conoces, acaso son muy cercanos? –  pregunto el chico pegando su cuerpo al de ella

-no tengo por que contestarte- dijo Emily empujándolo

- ¿acaso te gusta la Bestia, es eso, quieres ser la mujer de la Bestia? - dijo el con burla

-déjame en paz, vete antes de que alguien se de cuenta y llame a la policía- dijo Ella visiblemente afectada por su pregunta y tratando de aparentar indiferencia

-no, y dime ¿quién va a llamar a la policía si tú eres la única que lo sabe y estas a mi merced?, tengo una idea, que te parece conocernos mejor, si lo que quieres es una Bestia, yo puedo ser tu bestia - dice el rosando su mejilla con la de Emily en forma de caricia

-suéltame!, la Bestia te matara si me haces algo- dice Emily al estar tan asustada, el chico se alejo de ella diciendo

-así que estas muy segura que la Bestia me matara, yo no lo creo- la miro fijamente y afirmo -pero, en algo te doy la razón Lindura, mataría a cualquiera por ti-

-vete por favor, yo te juro que…- el chico interrumpe a Emily y le cubre la boca con su mano de nuevo

-shhh- el chico mueve su cabeza de forma extraña, parece estar buscando algo o tratando de escuchar mejor, la suelta y maldice

- hijos de p…!- el chico solo se calla antes de decir estupideces frente a ella -están aquí, enciérrate con llave y no salgas, entiendes- le dice el preocupado tomándola por los brazos sin lastimarla, seguido de eso sale del cuarto.

Emily corre a poner el seguro, aunque no sabe para que, si el ya entro teniendo el pestillo, ella busca ropa cómoda para cambiarse y ver que está pasando, piensa

-quienes están aquí, se asustó el chico, ¿será la Bestia? -

cuando Emily termina de vestirse se acerca a la puerta, trata de escuchar algún ruido más no se escucha nada, abre la puerta y sale despacio del cuarto mirando para todos lados, algo asustada, al no ver nada baja las escaleras en donde todo está en una profunda oscuridad, ella se dirige a la puerta que da al frente de la casa, tampoco se ve nada anormal y entonces da la vuelta y se dirige a la puerta del patio, con sigilo se acerca, también esta cerrada y todo apagado y en silencio, de pronto siente a alguien detrás de ella respirando en su nuca

-booh-

-ahhhh- grita Emily asustada

El chico esta casi doblado de la risa

-estúpido, casi me matas del susto! - dice Emily poniendo su mano en el pecho

-esa boquita, no vuelvas a decirme así lindura o será un gusto darte un par de nalgadas, para que aprendas a respetarme-




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