Capítulo XIII

Narra Eros

Eros camina a paso rápido con Emily en brazos, su parte lobo y su parte humana están en una discusión

No se para que la trajimos, solo accedí porque me pueden atacar por medio de ella

-si lo sabes, te hace sentir de nuevo, te gusta todo de ella y la deseas para nosotros y la quieres proteger porque es nuestra Luna –

No, yo odio a los humanos, son débiles, conflictivos e incrédulos, además del hecho de que me vuelve débil y vulnerable, la llevo a la manada porque es mi mate y si le sucede algo a ella que es tan delicada, hasta podría morir

-ja, tienes años buscando y esperando nuestra muerte –

Maldito el momento en que la vi

-pues yo agradezco a la diosa Luna, pensé que moriríamos solos, sin que a nadie le importara -

Eros baja la cabeza y ve a Emily, siente como sus latidos se aceleran de emoción en su pecho, su olor y cercanía lo está descontrolando

-bésala – dice Eros

La Bestia que es quien en ese momento domina, no quiere ceder, más mira a Emily tan tranquila, su hermoso rostro, sus labios carnosos color rojo algo entreabiertos, el, no quiere aceptar que ella ya se ha vuelto lo más importante en su vida y hará lo que sea por protegerla, aunque eso implique encerrarla por siempre en la mansión, sin pensarlo más la besa, el beso es corto, pero, lo deja con ganas de más, se detiene un momento y la besa más apasionadamente, Emily se remueve y suspira

-No creas que, por tu linda cara, tu ardiente cuerpo y esa ternura que emanas me volverás un corderito, ese nunca seré yo y te lo hare notar, seguirás mis reglas o habrá consecuencias - dice su bestia más para el, que para nadie, trata de convencerse que ser duro con ella, será lo mejor, la Bestia sigue caminando mientras la presiona más contra su pecho

-sigue diciéndolo las veces que quieras, pero, tu y yo sabemos que eso es mentira -

la Luna me quiere castigar, me mando como mate una humana, pequeña y débil, seguro es mi condena por ser un maldito

Al llegar a la casa, la recuesta sobre su cama - no creo que esta cómoda con esa ropa - así que busco algo que sirva para ella, encuentro una camisa de pijama, eso servirá, la ve recostada en la cama y aunque deseo tocarla, no quiere hacerlo de esa manera, invadiendo demasiado su privacidad y sin su permiso, tiene miedo de que se enoje, aunque no debería, pues es su mate - además no quiero que nadie más la vea - con mucho cuidado le quita su blusa, tratando de no ver mucho mientras la cambia, también le quita el pantalón - he esperado tantos años por ella que me es casi imposible no tocarla como lo deseo - se apresuró a cambiarla, y la cubrió con la sabana, entro en su baño, se ve al espejo y no se reconoce - que esta pasando conmigo - decide tomar un baño

-maldición, no puedo pensar en otra cosa que no sean sus endemoniados labios o su tersa piel, imagino que ella me sonríe y que entra a bañarse conmigo y … - y estoy perdido

 Al terminar su funesto baño, se da cuenta que no preparo un cambio de ropa, molesto se envuelve una toalla a la cintura y sale, mira a Emily dormida en su cama y sin pudor alguno deja caer la toalla y se viste, solo se puso un bóxer y un pantalón de pijama, el mismo de la camisa de Emily, regresa al baño y se lava los dientes, también tira la tolla que recogió del cuarto, sale y va a su cama a dormir por primera vez con su mate, de principio es muy agradable, tenerla abrazada, aspirar su aroma, sentir su cuerpo junto al mío – jamás volveré a dormir solo, la quiero conmigo, en mi vida y en mi cama – dijo Eros

Con el pasar del tiempo se hiso más difícil, ya que tiene a Emily entre sus brazos, pegada a su cuerpo, lo que incrementa su deseo por ella, sin embargo, se fuerza a si mismo a ver el lindo rostro de ella, la tranquilidad con la que duerme, lo feliz que se ve, hacen que se sienta como un aprovechado, dudoso de que hacer se acomoda mejor acercándola más a su cuerpo, le da un casto beso en su frente y repasa todo lo acontecido desde que la conoció. Eros no supo en qué momento se quede dormido, ve hacia la ventana y ya está amaneciendo, el, quisiera seguir con ella entre sus brazos, pero, tiene un gran problema matutino, que solo les afecta a los hombres

- supongo que si ella llega a despertar se va a asustar –

por lo que decide levantarse y empezar con su rutina, ir a correr, gimnasio, baño, etc. Después de terminar con su rutina, más tarde va a ver a Emily ya que sintió que se despertó y esta algo agitada

- seguro no está muy contenta –

El Alpha se acerca al cuarto y cuando va a abrir la puerta esta se abre, Emily lo ve y cierra de golpe

-Tan pronto ya quiere escapar, le dejare bien claro quién manda y lo que espero de ella –

- ¿A dónde ibas? – pregunto

-yo…yo-  trata de contestar más tartamudea en el intento, se ve que esta algo nerviosa, no sabe que contestar

-¿tú qué? –le pregunto mientras la tomo de la barbilla, para ver bien su hermoso rostro y porque si no la toco, la voy a besar hasta que le ardan los labios, estoy molesto ya que no me dice nada, seguro quería escapar, no entiende que lo que paso en su casa fue un ataque contra ella

- yo, ¿quiero saber dónde estoy, que hago aquí y principalmente como puedo irme a mi casa? – no me gusta su tono de voz, no entiende el peligro que corre al estar lejos de mi

“igual con nosotros corre peligro “me dice mi lobo, pero, lo ignoro

-te diré esto solo una vez más y espero lo entiendas porque no soy un ser muy paciente, no me gusta el tono de tu voz, así que ve endulzándolo, ¿qué haces aquí?, esta es tu nueva casa, y de cómo irte, eso no pasara, nunca – la veo tragarse su orgullo y coraje, se que quiere golpearme, yo sin embargo, solo quiero devorar su boca, pero, me contengo y sigo con mi respuesta

-eres mi compañera de vida, mi luna, por lo tanto, me perteneces, eres mía – que bien se siente decir esas palabras, haberla encontrado fue una contradicción, pero, la más bella contradicción