Salvada por el alpha maldito

Capítulo XXX

Mason asombrado mira a Madison sin saber que decir, es obvio que ella puede leer la mente, ese es un poder de algunos vampiros, el, quiere hablar decirle algo, pero, solo abre y cierra la boca, ya que no sabe que decir o hacer, ni siquiera estaba preparado para la posibilidad de tener una hija, menos para enfrentarla por todo lo que ha hecho, además, no le gusta lo qué le pasa, el, está sintiendo y no le gusta sentir, para él eso era casi imposible, todo le daba igual, le era indiferente, mataba porque le estorbaban, por ser una molestia o por hambre, pero, no sentía nada, ningún remordimiento, ese maldito sentimiento lo conoció y solo lo ha vivido al lado de Margaret, con ella, sintió, deseo, lujuria, pasión, pero, lo peor fue la ternura, el dolor, y el amor, sentimientos que lo hacen vulnerable, por eso no se esforzaba tanto por encontrarla en un principio, pensando que dejaría de sentir, más con el tiempo, su dolor y su coraje crecieron hasta volverlo irracional, sentía su ausencia, le faltaba su olor y su presencia, ahora en este momento, Mason empieza a sentir algo muy parecido por Madison, pero, con ella es más un instinto protector, le apetece cuidarla y mimarla como lo hicieron con el alguna vez.

- ¿Qué, te comieron la lengua los ratones, Mason? - pregunta Madison, mientras todos siguen sorprendidos, ella está demostrando su carácter – o solo te pones modo monstruo con las mujeres débiles como mi madre? - Mason está muy molesto, su gesto se ha transformado, Margaret notando lo que pasa corre a cubrir a Madison con su cuerpo, temiendo lo peor, pidiéndole que se calle

-por favor, Madison, no sigas, él es muy peligroso- Margaret la ve a los ojos tratando de hacerla entender, Madison se molesta y siente pena y dolor, por el carácter tan sumiso de su madre, Mason se acerca a ella, se ve enfurecido, Jason también se acerca, pero, Margaret lo mira suplicando que se aleje, mientras Madison levanta la mano, exigiendo que se abstenga, este se detiene a solo un paso de ella y a la defensiva

-en primera no me hables así Madison, en segunda no tengo porque darte ninguna explicación y en tercera no somos iguales niña, yo soy tu padre y me vas a hablar con respeto, ¿entendiste? – dijo Mason enojado

-no- fue la única respuesta de Madison, quien también está muy molesta

-por favor, déjanos ir, tu no nos necesitas- dice Margaret viendo a Mason, quien le regresa la mirada algo molesto, parecieran tener una discusión mental

-vete y déjalas libres, no queremos una guerra, pero, ellas ya son parte de nuestra manada, las defenderemos con nuestra vida- dijo Eros acercándose a Mason

- ¿tu?, ni siquiera cuidas bien a tu mate, como pretendes cuidarlas a ellas, además, son mías, ambas me pertenecen- dijo Mason dando un paso al frente más enfurecido

-todos están a la expectativa, nadie quiere comenzar el ataque, Jason se ha puesto frente a Madison, quien intenta moverlo sin éxito, Mason molesto señala a Madison

-te esperare en mi castillo, tenemos mucho que aclarar, tienes máximo dos semanas- al terminar de hablar tomó a Margaret en brazos y desaparece tan rápido como un parpadeo

Eros y Jason se miran, sin saber que hacer, Madison esta boquiabierta anonadada por lo que paso, solo pudo susurrar una palabra -Mamá- antes de romperse a llorar. Jason se acerco y la abrazo con cariño, sobando su espalda

-iré por ella, no te preocupes Mady-

Ella se separo un poco y lo miro

-yo tengo que ir, es mi madre- exigió con mirada suplicante

Eros se acercó a ellos al verlos conversar en voz baja y dijo

-debemos reunir a los cazadores y a los rastreadores, para ir por Margaret-

Jason y Madison miraron a Eros

-creo que lo mejor es que vaya sola, no queremos una guerra, eso acarrearía muerte a nuestra manada y no podría soportarlo- dijo ella

-eros, no creo que Madison deba estar sola y tampoco puedo llevarla conmigo, podría …-

- ¿porque no puedo irme contigo? – pregunto Madison molesta

Eros se separó para no escucharlos discutir, el, ya quiere irse, quiere ver a su Luna, por lo que cuando ve a Jason cargar a Madison como costal de papas, sonríe y se va, por el enlace le dice a Jason que lleve a Madison a su casa, a la casa que comparte con su Luna, ahí estará más segura, lo bueno es que esa casa cuenta con varios cuartos extras.

Eros llegó muy rápidamente a su casa, fue directo a su cuarto y encontró a Emily de pie junto a la puerta, seguro lo vio llegar por la ventana, Ryan esta de pie tras Emily, ella, corre a abrazarlo, pero, se sorprende cuando ella de la nada lo besa, lo besa como si no hubiera un mañana, el responde ese beso mientras le hace señas a Ryan para que salga del cuarto

- ¿quieres que salga, en serio, no me vas a contar que paso? –

Eros se separa un poco de Emily, molesto y gruñendo, con la mirada le advierte a Ryan que no siga, pero, el es Ryan, nada lo cambiará

-ok, me voy, cuando ya se les haya pasado la calentura me hablas-

- ¡RYAN! - gruño Eros, haciéndolo brincar y reír negando

-ya me voy, pero, ni creas que me asustas, mientras este Emily sé que no me harás nada- dijo en forma de burla y riendo

Eros soltó a Emily y se acerco a Ryan atemorizantemente, este retrocedió y salió corriendo

-Eros, fuiste muy cruel con él, estaba muy preocupado- dijo ella al tiempo que se apoderaba del brazo de él, y juntaba sus manos en un gesto cariñoso

-me saca de mis casillas, si no fuera por ti, ya lo habría mandado al calabozo, estaría junto a ese asqueroso humano- dijo de manera despectiva, Emily lo soltó y se separó de él, no pudo evitar sentirse ofendida, además de que considera que Ryan no merece ese trato

-Emily, lo siento- dijo el tratando de calmarse, para no decir algo peor

-no, Eros no lo sientes, lo dices solo para que no me enoje, no quieres que me aleje, pero, no soy yo, eres tú quien sin querer me ofende, me entristece ver como Ryan daría su vida por ti, por mi y tú, no puedes demostrarle un poco de empatía o agradecimiento-




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