Estoy en un bar de mala muerte, lo cual no es normal en mi vida, soy una joven acostumbrada a que todo sea fácil para mí, debido a mi apellido el cual no es cualquiera gracias a mi padre el cual es un multimillonario demasiado reconocido dirían muchos. Algunos podrían decir «Hija de papi o como sea».
Mi vida va de peor en peor, decidir huir de mi casa debido que mi padre me golpea como si no hubiera un mañana, no tengo ningún amigo o familiar que pueda ayudarme ni ocultarme. Estoy deseando ser diferente, haber nacido aunque sea en la pobreza, podría irme mejor y podría tener una pizca de amor aunque sea.
A mi alrededor hay demasiada gente ocupada en sus propios asuntos, unos teniendo casi sexo, otros hablando fuertemente y otros como yo sentados tomando lo primero que se le pasa en la cabeza, o que te ofrecen. Ahora debo pensar en mis prioridades, donde vivir y ocultarme donde Marcus mi padre no me pueda encontrar.
Recuerdo la primera vez que intente irme de casa, solo pasó 3 horas para que Marcus me encontrara y me golpeara casi hasta la muerte, solo se detuvo por un milagro, su teléfono vibro y le avisaba acerca de una reunión, me dejo botada en el piso, claro sin antes de irse darme una patada, la cual me hizo soltar un sollozo, estoy en el piso con muchos golpes y probablemente con alguna costilla rota, lo único que podía hacer era ir a una clínica clandestina, donde no iban a preguntarme nada, podría haber ido a la policía, pero lastimosamente estaban del lado de mi padre y no iban a permitir manchar el nombre de su mejor amigo o sus recursos.
Lo único que tengo es unos pesos en efectivo, lo demás está en unas de mis cuentas bancarias, pero no podría utilizarlas en este momento Marcus podría encontrarme fácilmente y no creo que me revisa con un abrazo, eso solo pasaría en mis sueños.
Debería encontrar un trabajo en donde nadie conozca mi identidad, donde pueda respirar y no encontrarme con él, lo cual era una tarea muy difícil, podría buscar en lugares no muy agradables, pero tampoco quería hacer cosas que podrían afectar mis principios. Lo único que se me ocurrió fue irme caminando, con la pequeña esperanza de encontrar una solución para mis problemas.
Me dirigí a un salón de belleza, y me cambie el tono de mi cabello claro a un tono más oscuro y claramente cortar mi cabello hasta la altura de mis hombros. Sigo caminando aun con la esperanza, pero algo me hizo parar mis pasos, observo tres siluetas masculinas alrededor de otra, hay alguien en el piso, al parecer golpeado, lo dejaron botado como si no se tratara de un ser humano.
Desaparecen en un par de segundos, pensé en seguir mi camino ignorando lo que presencie, pero no fui capaz, me acerque lentamente al cuerpo, me arrodille para contemplar pero no vi ningún movimiento, pero de un momento a otro, apretaron mi mano con algo de fuerza.
Me quede observándolo, quería hablar pero mi voz no salía, sentí un escalofrío recorrer por todo mi cuerpo, hasta que el silencio se vio interrumpido por las voces de aquellos hombres de un momento antes. Me escondí detrás de unos botes de basura, lo cual no era un olor muy agradable, gracias a dios no cruzaron.
. El hombre está casi inconsciente, no sabía cómo ayudarlo, lo único que se me ocurrió era buscar en sus pertenencias, estaba un celular por supuesto, una billetera, dentro de esta una hoja arrugada con un número, dude un momento pero marque el número sin pensarlo.
Comencé a escuchar el típico timbre, pasaron unos segundos para que alguien me contestara, para mí fue una eternidad.
-¿Qué carajos quieres Smith?
No podía hablar, dije lo primero que se me ocurrió.
-Mmmmmmmmm
<< Dejo de respirar por no tener alguna respuesta en el otro lado de la línea, hasta que se digna de responder en un tono alto, que hace sobresaltar a cualquiera. >>
-¿Donde mierda esta ese cretino?
Solo le di la dirección, aunque me demore un poco de buscarla por la poca iluminación que había en este horrible callejón.
Espere junto al tal Smith, el cual no despertaba con todo el ruido de la ciudad, hasta que vi un auto acercarse y bajarse una persona muy alta, él se dirigía hacia nosotros.
Se acerco mas hasta quedar a mi altura, le quite la mirada instantemente y cerré los ojos, él solo me observo y a su amigo mal herido.
<< Que está esperando, no va a ayudarlo>>
Solo volvió a su altura y comenzó a levantar el cuerpo inconsciente de su amigo, como si fuera una pluma, el cual no se veía liviano.
Comienza a caminar aleándose con su amigo al hombro, me quede allí sentada, pero luego abrí mis ojos, y lo encontré mirando directamente hacia mí, observe su mano libre, haciendo una seña para que lo siguiera.
Me quede dudando si ir o quedarme en este lugar, decidí ir con ellos. Subí al auto en silencio observando el entorno que me cubría en ese momento.