<< La vida no es color rosa y eso todos lo sabemos, pero cuando las personas que más queremos nos hacen daño, nuestro corazón se vuelve frió y negro, dejando crecer un sentimiento de odio y rencor, aparentado estar bien…Solo con el tiempo esperamos ser sinceros con nosotros mismos, aceptar y disculpar. >>
Una pequeña de 4 años, de piel poco morena, de grandes ojos y cabello lacio, iba de la mano de su padre y su madre. Se dirigían hacia la cancha donde su padre jugaría un partido de fútbol.
-Papi, ¿vas hacer muchos goles?
-Claro que sí, mi amor, y todos te los voy a dedicar a ti -La pequeña se emocionó tanto que salto a darle un abrazo a su padre. Su madre la miraba con ternura.
-Te quiero papi.
- Y yo a ti, mi pequeña Kala.
Dentro de unos meses Kala cumplió 5 años, estaba muy emociona y esperaba que su padre estuviera ahi, porque él siempre tenía que viajar a causas de estudio, pues su padre aun no terminaba la universidad, pero no le faltaba mucho. El no llego, aunque recibió una llamada de disculpa. ¿y si de ahora en adelante solo serían disculpa por telefono? La niña un poco enojada lo perdono.
La respuesta llego con el tiempo, a medida que iba creciendo. Su padre ya no llegaba como antes, la venia a ver una vez por semana y ya no se quedaba con su mama. Ella siempre inventaba que él estaba muy ocupado y no podía venir tanto como antes, por su nuevo trabajo.
-Mama, ¿Quién es ese hombre? ¿Y porque lo besaste? ¡Estas traicionando a papa!
-Mira hija, yo no estoy traicionando a nadie.
-¡Claro que lo estás traicionado. ¿Y quién es él, el remplazo de papa?!
-No, hija de...
-¡LO ESTAS TRAICIONANDO!
-¡BASTA! ¡Porque crees que tu padre no viene seguido. Porque tiene otra mujer, nos dejó por otra, ¡EL NOS TRAICIONO! YO NO HE TRAICIONADO A NADIE! -cuan equivocada estaba ella, ella al igual que él, habían traicionado a la niña.
La niña con lágrimas es sus ojos miro a su padre que estaba en el umbral de la puerta con una regalo en su mano.
-¿e...es ver…dad eso?
-Perdóname, déjame te explico -su madre volteo mirando con sorpresa la puerta.
-¡NO! ¡No te quiero! ¡Vete! – la niña salió corriendo hacia su cuarto con lágrimas en sus ojos, para tumbarse a la cama y llorar hasta cansarse.
-¡¿Por qué le dijiste?! -agarro a la mujer, fuerte de la muñeca muy enojado.
Ella soltó su mano con mucha rabia -¡ella tenía que saberlo! Tu eres un cobarde por no decirle a tu hija- salió muy enojada de la casa.
El suspiro cansado, ahora como le explicaría todo, y ahora que sabía parte de la verdad no quería verlo ni en pintura, como seria cuando sepa toda la verdad.
Con el tiempo Kala perdono a su padre y a su madre, acepto la relación de los dos, pero nada era igual, la atención de su madre se había acabado y de vez en cuando veía a su padre, en realidad ella casi vivía con su abuela materna, era la única que estaba pendiente de ella, hace años que vive con ella, hace tiempo que su madre le dejo de prestar la atención necesaria.
Con el tiempo su padre quiso darle una mejor vida. A la edad de 12 años su padre se la llevo a vivir con él. Pero porque pensó que sería diferente, su padre también la dejo al cuidado de su abuela paterna.
<< Un perdón se lo puede dar a cualquiera, es simple y seco, pero una disculpa viene del corazón y es difícil decirlo, porque es sincera y honesta. >>