<< Se siente tan solo, tan vacío, como si fuera, un corazón sin vida; ¿Que cual es la primera etapa? Un corazón vacío, tú decides como llenarlo y en que convertirlo. >>
KALA
Mi padre me ha traído a vivir con mi abuela, pensé que tal vez sería un poco diferente vivir aquí, puede que sí, puede que no, o puede ser peor. Mi abuela se llama Antonela, es muy agradable, pero bastante exigente; hoy mi padre me dijo que me presentaría a unas personas, pero había una en especial que debía conocer.
Estaba curioseando en los cuartos, cuando escuche las voces de unas niñas riendo en la planta de abajo, al parecer son familia. Entraron a la cocina a saludar a la abuela muy cariñosas. Mi abuela me llamo, baje a toda prisa, en realidad si tenía curiosidad de saber quiénes eran aquellas niñas.
-Kala hija, mira te presento a tus primas, ella es Noa y ella es Romely – mire a las niñas con curiosidad. Noa es flaca de una piel dorada o bronceada, con ojos pequeños y marrones. Y Romely es un poco gordita, de piel blanca, ojos grandes (pero no tanto como los míos) y marrones, pero tenían algo especial, como un brillo que jamás había visto. Las dos eran como dos o tres años de diferencia míos -saluden niñas.
- Hola –saludaron al mismo tiempo.
-Gusto en conocerlas niñas, soy Kala.
- Hola abuelita- de repente apareció una chica mayor que todas (excepto de la abuela). Parecía 5 años mayor que yo. Era flaca, de piel blanca y pecosa, de ojos rasgados marrones.
-Hola Gala, mira te presento a tu prima, Kala.
-Hola- dije, mostrando una sonrisa.
-Hola, bienvenida- dijo sonriéndome.
-Gracias- quería conocer más a la niñas, así que las invite a conocer mi cuarto y jugar con ellas un rato- niñas quieren jugar conmigo.
-si- respondió Romely timida.
-¡Claro!- dijo muy emocionada Noa.
Gala y la abuela se quedaron hablando, mientras Noa, Romely y yo, subimos a mi cuarto; estabas jugando, a la vez me contaron un poco de ellas y de la abuela. Pasaron unas horas y escuche que alguien llego en la planta baja, no hice mucho caso, estaba con mis primas. Hasta que escuche llamar mi nombre y subir las escaleras. Salí de cuarto, seguida por mis primas.
-Kala, ¿Cómo estás?
-Hola papa, bien.
-veo que ya conociste a tus primas.
- sí, son geniales.
-Recuerdas que te dije, que hay alguien en especial que conocerías – ¡claro!, esa persona, debe ser la señora esa, pero qué más da, o algo peor, una o un pequeño demonio, con esta vida llena de sorpresas que llevo que más se puede esperar.
-sí, papa, ¿Quién es? ¿Quiero conocerla? - de repente salió de tras de él un niño de unos 7 años, es del mismo color de mi piel, sus ojos son un poco pequeños que los míos y marrones.
-Mira hija, te presento a tu hermano Marc, Marc ella es tu hermana Kala -y que más se podía esperar, estaba más que claro que era esa mujer o este mocoso.
-Hola- le dije extendiéndole la mano y fingiendo una sonrisa; Él, la miro con un mueca y su ceja alzada, mi padre le toco su hombro diciéndole “saluda”.
-Hola- dijo casi en susurro, tomando mi mano ligeramente, casi con fastidio.
Definitivamente, no nos llevaríamos para nada bien, de por si antes de conocerlo ya me caía mal. Lo bueno era que ellos vivían lejos de este pueblo, vivían como a dos horas de aquí, así que no lo vería tanto.