Sálvame

Parte 2

— Gracias amo — Khatos hizo una reverencia y se llevó a su nueva esclava a su habitación, paso riendo al lado de Baitan.

— Te deseo — en su habitación le dio un beso tirándo a la cama a Sundar, con quien tuvo sexo salvaje.

— ¿Por qué no me desapareces mejor? — dijo ella mirándolo fijamente, mientras él descansaba.

— Crees que a alguien le importa lo que tú quieras — el demonio la tenía abrazada.

— Es verdad, a nadie le interesa que piensa una simple esclava, es que quiero descansar ya.

— ¿Cuándo hiciste la transición?

— ¿Qué es eso?

— Quiero saber cuándo moriste en tu mundo.

— El 25 de marzo.

— Estamos a abril, te queda hasta septiembre para irte a la oscuridad eterna. Te aprovecharé mucho, luego podrás descansar para siempre jajaja que bueno que en tu estado ya no necesitas dormir, así como nosotros los demonios, es más tiempo para que me complazcas ¿Dime quién es mejor, Baitan o yo?

— Para mí es lo mismo quien me posee. No lo hago porque lo desee.

— Respuesta equivocada, siempre seré mejor que él en todo, te lo demostraré — le separó las piernas, y le hizo sexo oral, ella trataba de controlarse, pero la sensación de placer que le dio la hizo explotar en un orgasmo como nunca había tenido en vida — ¿Y ahora que dices? — le preguntó él con una sonrisa maliciosa.

— Él es 1.000 veces mejor que tú, y tu amo es 10.000 veces mejor — le respondió molesta.

— Ya veo, deberé demostrarte tu error.

La estuvo acariciando, poseyendo y besando todo su cuerpo, aunque no quería gritó al acabar, Sundar término jadeando de placer, nunca había disfrutado tanto al tener sexo.

— ¿Y qué piensas ahora esclava?

Ella sólo guardo silencio, y desvió la vista.

— Tráeme comida, apúrate sino iré a buscarte y no seré tan blando como tu otro dueño.

Estuvieron juntos unos meses, aunque siempre la amenazaba con golpearla, hasta el momento nunca lo había hecho. Mientras tanto, Baitan no aceptaba que le hubieran quitado a la esclava, no le interesaba ya que podía tener muchas como esa, pero se la habían dado a Khtos, y por eso quería tenerla de vuelta.

— La recuperaré, veremos quién gana esta partida al final, maldito desgraciado — pensó molesto el demonio.

Con el tiempo y a pesar que Sundar sabía que su actual dueño solo la quería para molestar a Baitan, empezó a sentirse tranquila a su lado, incluso un par de veces fue ella quien lo buscaba para tener relaciones, le gustaba lo tranquila que se sentía al estar entre sus brazos luego del sexo.

Pero ese período fue solo la calma que precedió a la tempestad, Baitan llegó de la Tierra luego de hacer que más de 10 países tuvieran rebeliones, las que produjeron muchos muertos que llegarían a ese lugar.

— Has hecho un muy buen trabajo — rió pensando lo que pasaría cuando hiciera la propuesta a ese demonio — ¿Qué quieres de premio? — cómo que no lo supiera pensó.

— ¿Puedo pedir lo que sea?

— Sí, te di mi palabra — respondió aparentemente molesto el gobernante.

— Quiero a la esclava Sundar.

— Es tuya entonces.

— Pero mi señor... — quiso reclamar Khtos.

— Soy el que manda sobre todos ¿Quieres rebatirme algo?

— Nada señor.

La humana pensaba que se quedaría con Khtos hasta que se fuera a la oscuridad eterna, al haber estado ya con Baitan la hizo llorar silenciosamente al saber lo que le volvería a pasarle.

Khtos espero tranquilo, pensando cómo lograr su venganza, esa mujer era suya, y nadie podía quitársela así como así, si pudiera sacar todo su poder, pero no era el momento de enfrentarse al gobernante del lugar, sigilosamente hizo varios movimientos, y al final acuso al otro de traición.

— Pero señor, yo no sé cómo llegaron esas cosas a mi habitación... es una trampa... debe ser de...

— Pruébalo — le interrumpió molesto el amo del lugar.

— Ahora no puedo, pero si me da...

— No.

— En ese momento no puedo... todo esto es por esta mujer, me la quiere quitar.

— Silencio, basta ya, ahora te aplicaré el castigo que te mereces por ser tan idiota.

Lo hizo desaparecer en el pozo de la oscuridad.

— Señor, como yo fui quien le dijo de este complot puedo pedirle algo — preguntó Khtos.

— Lo suponía, no creas que no me di cuenta de lo que pasó en realidad, por ahora te la doy, hiciste muchas cosas, y que Baitan no se diera cuenta... te mereces tu trofeo.

— Me conoce muy bien mi señor — le sonrió.

— Aprovéchala, ya solo queda un mes para que desaparezca, y quien sabe si la puedes tener tanto tiempo a tu lado, tal vez incluso tú la sigas a ese lugar jajaja.

La humana se fue contenta, volvería con Khros, nunca le diría nada de lo feliz que eso lo hizo, no le diría que lo amaba, Sundar sabía que solo la quería para demostrar que obtenía lo que quería, pero eso no evito que se enamorará de él.

Luego de tener sexo con su nuevo dueño, mientras estaba entre sus brazos ella recordó porque estaba en esa situación, su novio había tenido un accidente en automóvil, había quedado en coma, nadie podría hacer por él, con los meses en esa situación la muchacha se cansó de rezar.

— Sundar, nada podemos hacer, mejor es volver a nuestras vidas.

— No me iré, sé que él volverá, mi amor lo traerá de vuelta.

— A menos que vendas tu alma al diablo, no veo como puedas ayudarle — la jovencita lloraba cuando volvió a hablar — yo quería decirte que...

— ¿Qué pasa mi pequeña hermanita?

— No me digas así, ya soy una mujer.

— Si cariño — le respondió irónica la mayor — tienes 19 años y mucha experiencia.

— No soy una niña, estoy segura que tengo más experiencia que tú en muchas cosas — la muchacha se fue molesta.

Sundar quedó pensativa, mientras en el exterior el clima empezó a cambiar, se oscureció y una tormenta fuerte se desató, la muchacha buscó en su celular, y encontró una invocación, decidida fue a un lugar privado y la recito, se cortó el dedo y dejó que la sangre cayera y se la llevará el viento.




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