¡Bastardo! Esa fue la palabra que salto a mi mente en ese momento cuando entre al baño enjuagando la lágrima que se había escapado de mi ojo. Tres semanas sin mencionar Paris y cuando lo hace es solo para asegurarse de que no había quedado embarazada.
Me recompuse y volví a mi escritorio. Ignorándolo. Teclee en google Dylan West y cuando su foto apareció me quede sin respiración. Era un hermoso hombre, según su biografía 1.92, soltero empedernido, era modelo desde los 21 años amaba viajar y posaba para todas las revistas de moda. Tenía al cabello rubio claro con tonos más oscuros naturales, unos ojos verdes grandes y vivaces y su sonrisa. Por dios rivalizaba con la sonrisa de Kaleb cuando estaba relajado. Unos labios anchos y dientes perfectos. Las revistas del corazón lo mostraban con algunas modelos y actrices pero no tantas como Kaleb.
_ Jane volvamos a la casa Dylan estará allí algún momento y quiero que organicemos una buena cena informal_
Le di una sonrisa mientras asentía. Definitivamente tener a Dylan cerca iba a ser interesante.
Llegamos a la mansión y nos separamos para ir a ducharnos. Abrí mí guardarropa y elegí un jean celeste al cuerpo que me hacia un culo magnifico, use un sostén de encaje blanco y una camiseta sin mangas que llevaba la frase
I`ve got a war en my mind (tengo una guerra en mi mente) otra frase de Ride de lana)
Baje a la cocina aun vacía y me puse a preparar unas bruschetas y a calentar el soufflé de queso que había dejado hecho james más temprano.
Entonces escuche risas viniendo del salón. Supuse que Dylan ya había llegado. Unos segundos después aparecieron en la puerta de la cocina. Si Dylan era guapo en las fotos en persona cortaba mi respiración. Cuando me sonrió le devolví la sonrisa por instinto
_ tú debes ser la mágica Jane _ me dijo y me tomo en un abrazo fuerte. Me perdí en su aroma. Era fresco como si el mar se hubiera adherido a su piel.
_ Un gusto Dylan_ dije en su oído
Nos separamos y mirando mi blusa dijo
_¿jus`t ride?_ me reí y dije
_ Si… mi letra favorita_
Nos despegamos y vi a Kaleb mirándonos tenso. Por un segundo, solo por un segundo creí que estaba celoso.