Capítulo 14

Desgraciado mil veces desgraciado. Ese cretino de Logan, a pesar de estar en coma sigue jodiendome la existencia, sino existiera mi vida sería más simple. ¿Cómo odio a ese gusano? Levanto la cabeza, sonrió.

–¿Cómo rayos no lo pensé? –digo.

Es cierto Ester esta reportada como desaparecida, es hora de hacer una llamada curiosa a los oficiales, de esa forma podre separarla de la protección de Logan. Entonces aprovechare la oportunidad, para tenerla a mi lado y como su madre está ahí también tendré todo el poder para retenerla. Me acerco hasta el teléfono y llamo a la estación.

–No te saldrás con la tuya Logan.

–Buenas tardes emergencias –escucho la operadora de la estación.

–Buenas tardes. Llamo por la señorita desaparecida hace unos meses. Ester Guerrero –respondo.

–Un momento –espero –si aquí esta. Usted tiene noticias sobre ella.

–Si es probable que se encuentre en la Hacienda Ángel. Anteriormente hice una visita a ese lugar y encontré a una joven idéntica a ella. No sé si esto puede servir de ayuda –digo fingiendo inocencia.

–Por supuesto la joven lleva desaparecida más de dos meses. Le agradecemos por la información –dice la operadora cortando la llamada.

–Pronto, mi querida Ester. Muy pronto estaremos juntos como debió ser desde un inicio –sonrió complacido.

Dentro de poco tendré a Ester. Será solo para mí.

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El sonido de la maquina indicando los signos vitales del joven Logan, lo miro ahí dormido, sin moverse han pasado más de dos meses y todavía no ha despertado la situación se encuentra muy peligrosa. Expuse a la señorita Ester, ahora está a merced del Oscar y hombre que quiere lastimarla. 

–Lo siento joven Logan –digo sujetando la mano –, pero no tuve otra opción. De lo contrario todo terminaría, pero te prometo que la voy a proteger. Nadie la lastimara.

Me alejo de la habitación llegando hasta el estacionamiento y me detengo un rato en el auto, pegando mi frente contra el volante recordando el día que me salvo y como hizo todo lo posible, para probar mi inocencia con ese General. Contrato detectives que confirmaron mi versión dicha, incluso pruebas que evidenciaba que no solo conmigo se propasaba también con otras mujeres. Con esas pruebas fue dado de baja, y pago una enorme indemnización. Mi cargo militar se me fue devuelto, pero lo rechace decidí trabajar para Logan pues ya habían pasado varios años desde esa ocasión.

Ya estaba en media edad, así que me quede con Logan, como su guardaespaldas personal. Cumplo un rol diferente en la hacienda, pero mi trabajo es ese y estoy muy feliz con este trabajo, aunque la actitud que tenía durante un tiempo me preocupo mucho y le pregunte que pasaba. Al principio no lo podía creer, eso era imposible. No podía creer que él había muerto en el futuro y regresado al pasado en su mismo cuerpo más joven.  

Sin embargo, me demostró que todo era cierto, con sus apuestas en los deportes y sobre todo en el mundial, entonces le creí me uní a su plan para salvar a la señorita Ester y su madre, de Oscar Rey él hombre que le arruino su vida y por las investigaciones que se está llevando a cabo, está metido en negocios muy turbulentos. Por el momento solo son suposiciones, no hay nada concreto para hacerle rendir cuentas a la justicia. Salgo del estacionamiento. Ya algo lejos del hospital mi celular timbra, miro la pantalla y es Ester quien me llama.

–Señorita Ester ¿Sucede algo? –pregunto.

–Alice debes venir a la estación de policía –me detengo en seco.

–¿Qué sucedió? –digo preocupada.

–La policía llego a la hacienda y nos llevó a mi mamá. ¡por favor necesito que vengas! No te preocupes, les dije lo que acordamos.

–Está bien. estoy en marcha –doy la vuelta.

Esto se está yendo hasta el fondo, seguro que Oscar Rey tiene que ver con esto si es así debo redoblar la seguridad de la hacienda y de ellas. No debí exponerlas de esa manera, pero de todas formas con la visita anterior de Oscar esto también pudo haber llegado al mismo desenlace. Ingresando al pueblo soy interceptada por un auto negro. Alguien se baja y lo reconozco, después de todo este tiempo vuelve aparecer y veo que no está solo.

Mantengo la calma, suelto el volante y preparo mi arma saliendo del auto. Quien diría que me encontraría con estos dos. El ex General Aguirre y el imbécil que me engaño Fabián.

–¡Que agradable sorpresa! –digo con calma.

–Lo es. A pesar de los años, te ves exactamente cuándo te conocí –dice Fabián.

–Sigue teniendo un buen trasero –comenta el ex general Aguirre.

–¿A que debo este desagradable encuentro? –digo.

–Lindo auto. Es muy hermoso –dice Fabián –tenemos asuntos pendientes contigo. Yo necesito algo de dinero.

–Y yo hacerte pagar por arruinar mi vida, maldita perra –dice el ex general Aguirre. –Pero por esta ocasión me conformare con el dinero que obtuviste. Así que… –se viene hacia mí.

Rápido saco la pistola y disparo contra el suelo, y estos retroceden –se vuelven acerca a mí y la próxima vez no será el suelo. Será en el centro de sus pestañas. ¿entonces?