Ya no podía sentir sus alas, ya no las tendría munca más.
Los Ángeles miraban con tristeza al que se convertiría en uno más de los caídos.
El cielo se cubría con nubes por la pérdida de un hermano más.
Un ángel era desterrado a su nueva vida.
Un mundo estaba listo para ser explorado.
Un destello de lo que sería su nueva vida estaba ante sus ojos.
La luz al final del túnel no indicaba el fin de una vida, sino la resurrección de alguien llamado Samsaya.