San Bernanrdo, Un Misterio DetrÁs De Los Amigos

5 MESES

Además, habíamos pasado cinco meses encerrados en casa, estuvimos trabajando arduamente y esforzándonos a diario, así que un poco de diversión en aquel viaje no nos hubiese venido nada mal. Nosotros siempre nos habíamos caracterizado por el amor a la naturaleza, por lo que como es de imaginarse, muchas, por no decir todas, nuestras aventuras habían sido así, pues lo que más nos gustaba vivir en ellas, eran aspectos como la lejanía, el sentirnos vivos y respirar el aire puro. Para mí, esa siempre había sido la gracia de los paseos, salir de la ciudad, de la rutina y conectar con el mundo, llegar al interior de cada habitad, a sus profundidades. Sin mencionar que en mí, siempre había generado mucho suspenso y fascinación esas breves historias que nos han contado en los niveles bajos de la naturaleza, y es que en lugares como esos se puede sentir tanta libertad, tanta pureza, que resultaba inevitable no querer salir corriendo de ellos. La verdad, había sido tanto lo que encontrábamos en cada aventura que, sin duda, en cualquiera de ellas nos habría podido ocurrir cualquier cosa y no haber quedado rastro de nosotros. Pero bueno, siempre había pensado que era mejor no llamar cosas malas con la mente, y de ninguna manera, avivar pensamientos negativos, mi lema no era más que disfrutar y nunca ser pesimista.




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