---Día uno (Saluda a tu amigo secreto)---
Después de recibir el nombre de su “Amigo Secreto” obtuvieron la primera instrucción.
En la primera carta debes saludar a quien te toco, pero sin revelar el misterio, aunque seamos muy sinceros, estos tienen sus personalidades demasiado marcadas y es casi imposible hacerlo sin adivinar o reunir las pistas.
Pero bueno veamos como lo lograran hacer.
---(Templo de Aries)---
Para el carnero dorado, ha recibido su carta, gracias por los mensajeros de bronce.
La admiro un poco, el sobre es blanco, como si con la misma hoja blanca la hubieran hecho, la abrió con cuidado.
Sonriendo, le emociono un poco saber ¿Quién podría ser su “Amigo secreto”?
Por alguna razón cree que es una idea bastante curiosa, no le desagrado, solo se avergüenza el contenido de su carta, se sentía muy mal porque fuera directamente para esa persona.
Negó con su cabeza y prosiguió a leer la carta, después de abrir cuidadosamente el sobre.
-¿Qué dirá?- Su sonrisa no se puede negar.
Desdobló la hoja y lo que decía es…
-¿Hola?- Repitió el contiendo de aquella carta, sorprendido, con sus ojos verdes bien abiertos, suspiro sonriendo –Creo que tengo tres opciones, Camus, Shura o…- Sus mejillas se ruborizaron, bajando la mirada -¿Shaka?-
Aquellas dudas que en su mente se han planteado, tendrán que esperar hasta el final del evento.
---(Templo de Tauro)---
Ahora pasando a la segunda casa.
Para Aldebarán, esta dinámica le parecía de lo más interesante, y le dio tanta gracia hacer el saludo, pues de hecho no conocía muy bien a su “Amigo secreto”
Más se emocionó tanto al recibir esta mañana su carta.
-Ja, ja, ja, veamos cómo será esto- Abrió el sobre, de hecho sin mucho cuidado y extendió la hoja.
-Veamos…- Leyó y rio con gran fuerza –Ja, ja, ja, Puede ser Milo, o ¿Kanon haría algo así?-
El contenido de la carta decía lo siguiente.
“Hola grandote ¿Cómo estás?”
¿Quién podría ser?
---(Templo de Géminis)---
Aquí vamos a tener dos por uno.
Ambos gemelos, recibieron sus cartas temprano por parte de los jóvenes de bronce, que ahora fungen de carteros en esta tradición.
Obviamente ninguno quería estar cerca para que el otro escuchara.
Solo se miraron de reojo, frunciendo el ceño y retirándose a sus respectivas habitaciones, en tranquilidad serian capaz de leer, escribir e ir averiguando ¿Quién podría ser?
Porque de hecho, todos descubrimos al final un “Amigo Secreto”.
Primero vamos con Saga.
-¿Por qué la Diosa Atena nos hace esto?- Suspiro resignando, no tenía derecho de rechistar, y es algo que le da dolor recordar, pero podría superar –Acabemos con esto de una vez- Un leve sonrojo se plasmó en su rostro, posiblemente recordando su propia carta.
El sobre estaba decorado con su signo alrededor, le pareció algo curioso, abrió con cuidado pues le había gustado y la hoja de hecho era pequeña, no estaba para nada doblada.
Sus ojos Viridian se posaron en el papel y comenzó a leer.
“Buenos días Saga, espero que recibas la carta en la mañana, si no buenas noches.
Es que la estoy escribiendo de noche.
¿Cómo estás? Espero que bien.
Iba escribir más, pero las reglas es de solo un saludo, así que, mañana seguís hablando”.
Suspiro sin duda reconocería la letra donde fuera, pero es divertido seguir con este juego los días necesarios.
-Creo que no es tan mala idea-
Ahora vamos con Kanon.
Sin ningún cuidado rompió el sobre, sacando aquel papel de una tonalidad amarillenta.
-Esto es muy tonto- Miro la hoja y solo la dejo caer -¿Por qué siempre me arrastran a tonterías?-
Pensó un momento, hasta que se decidió que debía seguir con lo planeado, si no quería a su gemelito molestándolo o a una Diosa que ni siquiera es la que sirve regañándolo.
-A ver… Que me estarán dedicando- Acerco el papel del suelo y lo comenzó a leer –Hola, ¿Cómo estás? Espero que estés excelentemente bien, mañana tendremos de que hablar- Giro sus ojos fastidiado, hizo bolita la hoja y la arrojo por detrás de su hombro –Tsk, lo que sea-
Sin duda ya está bastante fastidiado de hacer algo que no quiere.
---(Templo de Cáncer)---
Para el cangrejo, esto le pareció la idea más estúpida del planeta.
-¿Para qué quiero convivir con los otros dorados?- Caminaba por su templo haciendo cualquier cosa menos estar cerca de la carta que a su parecer apesta a los mil demonios –Ya los conocí de mocoso a la mayoría, y es más de lo que necesito en mi vida- Miraba para todos lados, frunciendo el ceño.
-¿Por qué me obligaron a quitar mis hermosos rostros?- Sonrió con superioridad –Si se veían tan lindas- lanzo una carcajada por sus ideas tan peculiares.
Cruzado de brazos, se sentó en un sofá, trayendo a su mano esa carta –Si no lo hago, me van a estar jodiendo el día entero la querida O Diosa- Sonrió sínicamente, pues que alguien lo escuchará decir algo de esa forma contra Atena, le costaría.
Al abrirla, la esencia de rosas sin duda se volvió potente.
¿Acaso Afrodita no conocía el significado de “Amigo Secreto”?
No le doy más vueltas al asunto.
-Esto es muy tonto, si con Dita me llevo bien- Sonrió molesto y leyendo el contenido de la carta, arrojo el sombre a la basura –Hola Cangrejo, espero que ya tomaras un baño, anoche te fuiste de fiesta con Milo y sé que has de apestar a alcohol- Rodo sus ojos, con una sonrisa bastante divertida –El rey del anonimato- Con la misma arrojo la carta al suelo y prosiguió a beber una cerveza que aunque sean mayores de edad, sabe que es prohibido en el santuario.
Pero según él, nadie lo sabrá.
---(Templo de Leo)---
-¿Esta tan mal que no nos llevemos bien entre todos?- Se hacía estas preguntas, mientras realizaba algo de limpieza en su templo, evitando abrir la carta –Tengo algunos amigos… Shaka, Milo, Alde y Mu, son los que me agradan más-