En un México donde las clases sociales no solo deciden tu futuro, sino también cuánto gloss puedes coleccionar, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha dividido a la población en seis clases sociales. De esas, las tres más notables son: la clase baja, formada por obreros y campesinos; la clase media, donde se encuentran los profesionales y empresarios que han logrado algo en la vida; y la clase alta, donde pocos tienen suficiente dinero como para olvidar cuándo o cómo lo consiguieron. Pero aquí no estamos hablando de clases sociales por dinero, sino por… cómo te enfrentas a la vida.
Ahora, imagina un grupo de adolescentes de la clase alta que, a pesar de ser súper inteligentes y brillar en la academia, no tienen ni idea de cómo sobrevivir en el mundo real. Estos chicos, de 18 años, son los más prometedores del Institute of International Education of Mexico (IIEM), pero si les pides que te hagan un sándwich, que sepan qué hacer con un recibo de luz o que entiendan cómo funciona un presupuesto… se paralizan. Son genios, sí, pero también son de los que juran que 2 + 2 es 16, obvio.
Akira, Odessa, Vesper, Kaida, Noah, Alejandría, Alejandro, Vittorio y Kalel son los nombres del futuro. Su inteligencia es espectacular, y están listos para conquistar el mundo académico. El único problema es que no saben cómo manejar la vida cotidiana. No tienen idea de cómo usar una lavadora, y jamás en su vida han visto una escoba. Ah, y si alguna vez se les cae algo al piso, es probable que pidan ayuda, porque no saben ni barrer.
Estos chicos nacieron con un apellido largo y una cuenta bancaria más larga, y aunque pueden recitar teorías complejas, no saben cómo sobrevivir fuera del aula. Y cuando los mezclas con estudiantes de todo el mundo —italianos, rusos, ingleses, americanos— obtienes una salsa de muchos chiles, ¿entienden? La mezcla de egos, culturas y malentendidos va a dar lugar a algo mucho más grande que simples conflictos de salón. Aquí, el drama, la comedia y el sarcasmo son solo el principio.
Drama.
Comedia.
Sarcasmo (por toneladas).
Amor (Sí, lo mencionaron, pero no estamos convencidos. Aunque, bueno, me obligaron a ponerlo).
¿Mafia? Tal vez.
Lo único que sabemos con certeza es que cuando estos genios intentan navegar el mundo real, el resultado es un desastre épico. Prepárate para verlos tropezar, caer y levantarse… pero probablemente no aprender nada en el proceso.
Porque, al final, ¿quién necesita aprender algo sobre la vida cuando tienes un título universitario en la pared?
Akira.
Seria e intelectual, es una de las más brillantes del instituto, pero su torpeza práctica es insuperable. No sabe cocinar, y si se le cae algo, es probable que solo lo mire, esperando que alguien más lo limpie. Es linda y aplicada, pero completamente desconectada de la realidad cotidiana.
Odessa
Carismática y con un gran talento para los negocios, Odessa podría dirigir una empresa sin problemas. Sin embargo, si le pides que haga una transferencia bancaria sin la ayuda de su asistente, es probable que bloquee su cuenta en el intento.
Vesper
Es analítica y calculadora. Puede descifrar estrategias económicas complejas, pero si su ropa se ensucia, la tira en lugar de lavarla. No porque no tenga dinero para comprar más, sino porque no sabe cómo funciona una lavadora.
Kaida
Coqueta y encantadora, Kaida puede manipular a quien sea para obtener lo que quiere. Pero si la dejas sola en la cocina, lo único que conseguirá es prender fuego a algo.
Noah
Dulce y amable, pero completamente ajeno a las tareas domésticas. Nunca ha tenido que preocuparse por el dinero ni por ningún aspecto práctico de la vida.
Alejandría y Alejandro.
Hermanos mellizos, extremadamente inteligentes pero igual de inútiles cuando se trata de la vida cotidiana. Son capaces de entender física cuántica, pero si les pides que preparen un café, probablemente terminen preguntando si se hace con agua o con leche caliente.
Vittorio
Un joven apasionado por el conocimiento, pero con una desconexión total de la realidad. En su mundo, todo se resuelve con lógica y argumentos, pero la vida real no sigue esas reglas.
Kalel
Lógico, serio y calmado, pero completamente inútil en tareas básicas como cambiar un foco o usar un trapeador.