Meses Antes.
Cuidad de México (México).
Refugio Ángeles Blancos.
Jueves.
6:37 P. M.
ALEJANDRÍA.
—Prima, sabes que te amo, pero tengo una fiesta a las 7 y no veo que llegue nadie — Me quejo.
— En eso Dría tiene razón — Suspira Odessa.
— Llevamos décadas sentados aquí —Se queja Noah — ¿Cuándo nos hacen caso o qué?
—No me hago más joven por esperar Kira — Igual se queja Vittorio.
—Es un proceso que no sucede en 5 minutos, les dije que si venían, iba a tardar un rato — Se cruza de brazos- ¿Se los dije o no?
—Si, pero no pensamos que fuera a tardar años —Bosteza Vesper.
—Disculpen la demora — Nos dice una señora bajita mientras entra a la sala y se acomoda los lentes, qué, wow, tienen demasiado aumento.
—No se preocupe, entendemos que pueda ser un proceso tardado —Habla por todos nosotros Akira.
—Gracias señorita Azul por entender, bien, ví las solicitudes de ser voluntarios aquí. Debo decir que el consejo no estaba de acuerdo con qué ustedes se involucraran en esto, pensaron que no nos tomarían en serio — Sorbe la nariz y yo miro a mi gemelo con cara de asco.
— Pero dada la insistencia, se concluyó que todas las personas, si quieren, pueden apoyarnos —Suelta una risita.
—Me alegra que nos diera una oportunidad para poder demostrarles qué a nosotros también nos interesa el bienestar de las personas que más nos necesitan —Akira sonríe.
Ahora a todos nos queda claro que debemos de portarnos bien, pues es algo que está haciendo cómo futura ministro del país. En vergüenza no puede quedar porque si se enoja, nosotros pagaremos las consecuencias.
—Si, bueno, veamos que trajeron — Se vuelve a reír la señora y es la risa más perturbadora que haya escuchado, en buen plan.
Llevamos las cajas a lo que parece ser una cocina, digo parece porque es más chica que un baño promedio.
—Pueden dejarlo encima de la mesa, por favor.
Le doy mis cajas a Alejandro y dejó que él se encargue en acomodar las cajas. Conforme la “señorita” (descubrimos qué no está casada e hijos no tiene) inspecciona los productos que pueden servir para comida y otros para uso personal, me pongo atrás de Kaida porque este lugar me da muy malas vibes
.
—Muy bien, la mayoría de estas cosas son muy útiles —Hace un sonido raro— solo no entiendo porque hay tanto maquillaje.
Mira a Akira.
—Hay cuatro cajas de maquillaje —Se acomoda los lentes— marca Dior.
Todos volteamos a ver a Vesper en plan:”¿Qué onda?”.
—Vesper —La llama mi prima— ¿Por qué trajiste cajas de maquillaje?
—Ah, pues, yo pensé que a ellas se les había acabado el suyo, entonces, les compré más — Sonríe.
Aaaay, avispón.
—Oh, bueno, señorita, aquí no acostumbran a tener maquillaje —Vuelve a sorber la nariz.
—¿Qué? ¿Por qué? —Pregunta Vesper.
—Maybe sea porque estas personas no tienen el nivel económico qué nosotros, sí. —Akira se está enojando— Así que maybe, por eso no pueden comprar maquillaje, mucho menos Dior.
Disimuladamente le da una mirada de advertencia.
—Oh, bueno, yo pensé que sí —Se sonroja Vesper de vergüenza— pensé que les gustaría verse bonitas y así sentirse mejor.
La “señorita” se ríe.
—Bueno, no importa, seguro las chicas y señoras de aquí estarán muy contentas de poder tener algo así.
-Será un placer para nosotros poder ayudarles -Comenta Kalel para desviar la tensión qué comenzaba a formarse.
-Sí, puedo notarlo -Otra vez el sonido raro- Bien, veamos que más trajeron.
Mueve las cajas de Vesper a la otra mesa dónde se encuentran todas las cajas que ella ya ha inspeccionado y prosigue con las nuestras.
—Oh, vaya, estas cajas están llenas de mucha comida de calidad —Se sorprende.
—Decidimos traer lo mejor para estas personas —Comenta mi hermano— creemos que el comer, provoca felicidad.
—Bueno, tal vez y solo a ti Alejandro —Se burla Noah.
—Oh, descuide, a estas personas también les encanta comer —Sonido raro por tercera vez.
—Si nos hubiera dicho, les hubiera dicho a mis amigos que trajeran mucha comida para todos —Le comenta Akira a la “señorita”.
—Todo lo que trajeron es muy funcional aquí. —Le sonríe– ¡Vaya!, Jamás en mi vida ví tantos quesos, creo que se emocionaron —Ríe.
—Aún creemos que son muy pocos quesos, si es así, díganos y vamos a comprar más —Le digo.
—Oh, no, tranquilo, con esto nos alcanza para 5 meses, mínimo, —Sonido raro toma 4— ouh, ¿Rollos de sushi sabor salmón? —Lee la etiqueta y nos mira.
—Pensamos que ya no tenían más, así que les trajimos un poco — Sonríe Alejandro.
—Bueno, es algo que nunca han probado aquí, pero estoy segura que servirá mucho —Nos sonríe.
¿Cómo? ¿O sea nunca han probado el sushi o solo el de salmón?
—Ouh, señorita Azul’s, ¿Qué es el caviar? —Mira a Akira.
—¿Hay caviar en esa caja? —Le pregunta en un tono muy amable.
—Sí, o al menos eso dice la etiqueta — Sorbe la nariz.
—En resumen, son huevillos de pescado —Le aclara Akira— supongo que está ahí por equivocación y no porque mis primos realmente lo pusieron ahí.
—Entonces, ¿Por qué hay cómo…1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 de estos? —Se acomoda los lentes.
—¿Hay diez? — Pregunta incrédula Akira.
—Sí, —Vuelve a contar— diez.
—¿Alguien de aquí es alérgico al pescado? —Akira pregunta.
—Emmm, no — La mira confundida.
— Pues ya lo resolvimos —Suelta una risita cargada de pesadez.
Sigue sacando más cosas con los cuáles no tiene ninguna pregunta hasta que encuentra las dos botellas.
—¿Qué es el “Rompope”? —Le pregunta a Akira y yo solo pienso en porque tanta pregunta.
—Yisus — Akira está arrepentida de habernos traído, de eso estoy seguro.
—Por si acaso. —Digo antes de que me regañen— Más vale a que sobre, que a que falte.
—Tienes un buen punto — Me sonríe y sigue inspeccionando las cajas.