Sangre Azul, Corazones Rotos.

Capítulo 17:“Mira que en 4 te voy a poner sino te callas Vito”.

Meses Antes.

Cuidad de México (México).

Institute of Internacional Education of Mexico (IIEM).

Comedor A1.

Primer receso.

Lunes.

11:15 A. M.

Alejandría.

Desde que me tope con esto dos chicos, he encontrado en ellos un sinfín de oportunidades para el entretenimiento. Entre su español atropellado y sus intentos de encajar en nuestra dinámica, cada conversación es un espectáculo digno de presenciar.

—Entonces, ¿cómo se distribuye el colegio? —Pregunta Nikolai con su inconfundible acento, arrastrando las sílabas de una manera que me obliga a contener la risa.

—Depende —Respondo, apoyándome en la mesa con fingida seriedad—. Los alumnos más ricos tenemos acceso a ciertas áreas que los demás no. Luego están los comunes y corrientes, y finalmente los genios como yo, que podemos ir a donde queramos. Además hay 3 clases de salones.
A1, A2, A3, y claro que se distribuye por año.

—¿Cuál eres tú? —Me pregunta Nikolai.

—A1—Respondo con una sonrisa —estar en mi salón es cómo ser los únicos en la escuela, tenemos salones apartados de los demás, claro que tenemos un grupo, pero nunca vamos a ese salón, sino al del área exclusiva.

—¿En cuál estaremos? —Me pregunta tan inocente que me daría pena no burlarme.

—Posiblemente en el C3—Me burlo.

Aleksander pone los ojos en blanco. A él no lo incluyo en la burla porque, a pesar de su actitud de hielo, tiene cierta astucia para replicarme. En cambio, Nikolai parece tomarse todo al pie de la letra.

—No sé si eso es malo o bueno—Responde.

Me río porque parece una dulce palomita.

—Это плохой идиот, вы вроде и думать не можете —Aleksander lo regaña y me da risa.

—Вы замолкаете, потому что они наняли кого-то, кто думает за вас —Nikolai lo mira feo y me río por lo que dijo.

—Очень плохо —Le gruñe Aleksander.

—JAJAJJAJAJAKAJAJAJ, ¡Pobretón decía! —Se me sale la carcajada.

—И ты чертовски секундант —Nikolai se burla.

—Ya chicos, tranquilos, no tiene que enojarse por ser clase C —Me burlo.

—В "C" я оставлю твою голову —Me mira feo Aleksander.

—Ay, papito, si supieras lo bueno que soy en karate —Le guiño el ojo.

—¿Papas?, ¿Dónde? —Nikolai voltea a los lados.

—¿Ah? —¿Pues qué dije o qué?

—¿Qué es papito? —Me pregunta Aleksander.

—Aaaaaah, papito, no papas, que pendejo, ay, umm, bueno, sería algo cómo "папа", pero no del hecho de "Отец" sino más bien cómo para decirle a un amigo.

—Aaaaah.

¿Qué tan buen español tengo? —Pregunta de repente, hinchando el pecho como si esperara que le diera una calificación perfecta.

Levanto una ceja y sonrío.

—A ver, dí: Parangaricutirimícuaro.

La confusión en su rostro es impagable.

—Paran… garitu… ¿qué?

Exploto en carcajadas, dándole una palmada en la espalda.

—Menos cero de diez, mi querido amigo.

—¡Eso no es justo! —Protesta.

—Déjame intentarlo. —Aleksander interviene con su tono neutral, como si la situación no le causara gracia. Se aclara la garganta y dice con bastante decencia—: Parangaricutimícuaro.

No es perfecto, pero es lo suficientemente bueno como para que Nikolai se sienta derrotado. Aleksander lo nota y no pierde la oportunidad de clavar el puñal.

—Te ganó —Le digo a Nikolai.

—Lo dijo mal.

—Al menos no lo destrocé tanto como tú.

—¡Oh, vete al demonio! —Refunfuña Nikolai, y justo cuando la discusión empieza a escalar, alguien más aparece en escena.

Un moreno alto y delgado se acerca con paso despreocupado. Lleva perforaciones en la ceja, la nariz y la boca, y sus ojos azules brillan con un matiz burlón. A su lado camina un argentino de piel más clara, cabello estilo mullet y ojos color café claro. Su postura lo delata: confiado, relajado y con un aire de superioridad natural.

—¿Qué hubo pues llavecita? —Me saluda Dexter.

—Mirá quién está acá —Saluda Vito, su tono impregnado de ese matiz mamón que solo ellos pueden perfeccionar—. Alejandría, tenemos una consulta importante.

—Disparen —Respondo, cruzándome de brazos.

—¿Qué auto es mejor para competir en la carrera del fin de semana? —Pregunta Dexter, con un acento arrastrado pero melodioso.

Los miro con interés. Parece que las cosas están a punto de ponerse aún más interesantes.

—Si van a salir con alguna estupidez cómo la del martes, mejor no me incluyan en sus pláticas —Les advierto.

—No seas pelotudo, esto es más normal —Me dice Vito.

—Bien, bien, los escucho —Digo, apoyándome en la mesa con interés.

—Estamos entre un Nissan GT-R y un Porsche 911 Turbo S —Responde Dexter, cruzándose de brazos.

Levanto una ceja y miro a Vito, esperando que añada algo más.

—Yo digo que el Porsche, pero este pelotudo insistí en que el GT-R tiene mejor salida —Dice Vito con su característico tono de superioridad.

—A ver, ¿qué tipo de circuito es? —Pregunto, porque sin ese dato, hablar de "mejor salida" o "mejor velocidad punta" no tiene sentido.

—Mixto. Rectas largas con curvas cerradas —Dice Dexter.

Sonrío, ya que la respuesta es obvia.

—El 911 Turbo S. No hay discusión —Sentencio, provocando una expresión de triunfo en Vito y una mirada de escepticismo en Dexter.

—¿Por qué? —Pregunta Nikolai, que parece perdido pero genuinamente interesado.

—El Porsche tiene tracción total y mejor aerodinámica. En una pista mixta, su aceleración y paso por curva le dan ventaja sobre el GT-R, que es más pesado y tiende a subvirar si no lo manejas con precisión —Explico.

—Pfff, el GT-R tiene más potencia, su mondá es una cosa estúpida —Refunfuña Dexter.

—Pero el Porsche tiene mejor relación peso-potencia y una caja PDK que lo hace más rápido en cambios de marcha. Además, tiene Launch Control y tracción en las cuatro ruedas, lo que lo hace más rápido en la salida, pelotudo, ¿Vos qué decís? —Añade Vito, aprovechando para rematar el argumento.




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