Sangre Azul, Corazones Rotos.

Odessa Totally.

Bienvenidos a Totally, la revista más codiciada, exclusiva y con más actitud de todo México.

Donde el estilo no es opcional, el drama es garantizado y solo los verdaderamente icónicos logran portada.

Queridísimos lectores:

Hoy vengo a presentarles a alguien que no necesita presentación pero igual la exige: Odessa Mons Gonlop.

Sí, esa Odessa. La de la risa contenida y los chistes tan malos que hasta el aire se pone incómodo cuando los cuenta. La que parece seria —hasta que agarra confianza y entonces… boom: desastre cómico y cruel a partes iguales.

Odessa camina como quien no tiene prisa pero igual quiere que la veas. Su corte en capas baila al ritmo de Blame it on the Rain, y cuando crees que va a sonreír… no lo hace. Te suelta un comentario sarcástico que te desarma la autoestima y después se va como si nada.

Hoy eligió una falda —obvio, she always does—, de un verde profundo casi académico, combinada con un suéter azul cielo. Porque para Odessa las faldas no son una prenda: son una declaración. Si no hay falda, no hay Odessa. Punto.

Sus piernas, como siempre, lucen un par de Mary Janes pulidísimos, porque sí, los colecciona como trofeos. Se rumora que tiene más pares que la cantidad de veces que ha dicho “qué asco” esta semana.

Su bolsa, enorme, imposible, desproporcionada, cuelga de su hombro. Porque las chicas grandes no caben en carteras chicas, darling. Ahí guarda su colección de bálsamos para labios —sí, plural, porque nunca se sabe cuándo uno puede salvarle la vida—, un libro (por supuesto, porque ama los libros más que a ti), snacks variados y, cómo no, su llavero chiquito de Akaashi de Haikyuu, que nunca abandona aunque diga que “esas cosas son ridículas”. Ajá.

Sus uñas, moradas, siempre.

Su sarcasmo, tan feo que a veces parece una agresión pasiva.

Sus chistes, peores que un día lluvioso sin paraguas… y sin embargo, irresistibles.

Ah, y no olvidemos el trauma con el voleibol: ni mencionarlo, se enloquece y pide "reta, reta, reta".

Cuando hace ejercicio, cambia totalmente: gorras bien puestas, su cabello rebelde oculto, y una seriedad casi militar. Pero por dentro sigue pensando en comida. Porque, seamos claros: comer es lo que más ama en el mundo.

Ni siquiera los libros, ni las faldas, ni Akaashi le ganan al ritual de masticar.

La vi detenerse hoy frente al espejo, ajustando su falda, dándole una última pasada a sus labios con bálsamo, acomodando el llavero en la cremallera de su bolsa enorme. Murmuró:

"Que se me note que hoy me bañe."

Porque esa es Odessa:

Entre verde, negro, azul cielo, rosa bajito, lila y rojo. Entre libros y sarcasmo. Entre chistes malos y miradas mortales.

Una pera venenosa que te hace reír… y llorar al mismo tiempo.

Hasta la próxima, darlings.

Y no lo olviden: si le dicen que deje de hacer chistes, ella solo hará uno peor.

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Evitando ando.

El capítulo que debe de seguir me va a dejar calva, por eso lo he retrasado.

Mis niñas salieron en “Totally” algo están haciendo bien con su armario. Que orgullo.

Ay, amo que las tres tengan estilos diferentes, pero combinables.

Akira = Seductora, elegante.Trauma con los MINI BOLSOS, y su llavero de gloss junto a sus tres triángulos.

Kaida = Coqueta, atrevida, sensual. Trauma con los TACONES (más probable que sueltes a tu ex que ella a los tacones), adora llevar “Duvalín" a todos lados y no le comparte a nadie.

Odessa = Seria, analítica y “chistosa”. Trauma con sus BOLSOS DE ABUELITA y ella no soltara nunca su llavero de “Akaashi" porque él de “Bokuto” se le perdió.




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