Sangre de Alpha.

Capítulo 1.

-¡Nessa despierta!

Abrí los ojos de golpe tras escuchar los gritos de mi madre, estaba frente a mí con su cabello despeinado y una manta sobre sus hombros. Su rostro mostraba preocupación, y las luces entrando por la ventana solo eran señales de que algo andaba mal.

-Mamá ¿Qué pasa? –pregunte anonadada mientras la veía cerrar las cortinas y abrir el closet. Me frote los ojos y Salí de la cama sintiendo el frio piso en mis pies descalzos. El bullicio a fuera era cada vez más fuerte.

-Tenemos que irnos, vístete rápido yo iré por tu hermana. –mamá evito todo contacto visual conmigo y salió a toda prisa de mi habitación dejando la puerta abierta.

Me acerque a la ventana a pasos cortos y con la mano temblorosa trate de correr la cortina, pero un grito desgarrador proveniente de afuera me detuvo. Me aleje de a ventana y con el cuerpo lleno de miedo me apresure a vestir.

-¿Qué está pasando Nessa? –Emma entro a mi habitación ya con su ropa puesta-. Mamá dice que debemos irnos.

-No lo sé Emma. –me acerque a ella y la abrace.

-Es hora de irnos –mamá nos dio una mochila a cada una, estaba un poco pesada y pude escuchar que dentro había botellas de agua-. Manténganse juntas pase lo que pase ¿escucharon? –Ambas asentimos en respuesta-. Bien, salgamos por la puerta trasera.

-¿Qué está pasando mamá? ¿Dónde está papá? –pregunte siguiéndola por las escaleras, ignoro por completo mis preguntas y siguió caminando- ¡Mamá! –grite al llegar a la planta baja.

Fue en ese momento que la puerta de entrada fue abierta de un golpe, Emma grito asustada mientras la figura de un hombre atravesaba el umbral, detrás de él se podía ver los autos en llamas junto con las casas de nuestros vecinos. Me quede unos segundos observándolo cuando mamá jalo de mi mano para escapar de ahí.

Corrí tras ella hasta el patio trasero, Emma estaba dentro del coche de papá en el asiento trasero. Una explosión nos hizo dejar de correr y agacharnos cubriéndonos la cabeza, gire hacia atrás y pude ver la misma sombre de aquel hombre acercándose.

-¡Nessa corre! –el grito de mi madre quedo opacado por el sonido de una nueva explosión, volví a cubrirme la cabeza pegándome al pasto.

La explosión había dejado un fuerte zumbido en mis oídos, levante la cabeza viendo a Emma bajar del coche con cara de pánico, su boca se movía diciendo cosas que no podía entender, detrás de ella un hombre la rodeo con sus brazos evitando que se acercara a mí. Emma forcejeaba contra él en vano, la diferencia de fuerza era obvia.

Voltee a ver a mamá a mi lado encontrando su cuerpo aplastado por un gran bloque de ladrillos y cemento. Tenía la cabeza mojada en sangre y los ojos cerrados, el zumbido en mis oídos iba desapareciendo. Acerque mi mano a la suya y antes de poder tocarla alguien me alejo de ella.

-¡Nessa! ¡Nessa! –la voz de Emma se escuchaba lejana, aquel hombre la estaba arrastrando hacia el patio principal.

-Emma –susurre estirando mi mano hacia ella-. ¡Emma! –grite cuando pude escuchar un poco mejor. Trate de soltarme de quien me estuviera deteniendo logrando que me apretara con fuerza rodeándome con sus brazos-. ¡Suéltame! –cubrió mi boca con su mano y pude deducir que era un hombre.

-Tranquila, tu iras con ella. –su voz sonaba distorsionada, con fuerza me arrastro por el mismo camino donde se habían llevado a Emma.

El vecindario estaba destruido, las casas tenían las ventanas rotas y otras estaban envueltas en llamas. El piso estaba manchado de sangre y alcance a ver que también había cuerpos sin vida sobre el. El pánico comenzó a crecer dentro de mi cuando vi a Emma llorar desconsoladamente.

-¡Cállate! –el hombre que la llevaba la golpeo en la nuca, Emma cayó al suelo inconsciente. Forcejee una vez más contra el hombre que me detenía logrando zafarme de él.

-¡Emma! –grite al borde de las lagrima llegando hasta ella, la tome en mis brazos y sentí mis lágrimas resbalar por mi rostro.

-Vámonos. –ordeno uno de los hombres.

-¡Suéltenme! –grite cuando trataron de alejarme de Emma.

Frente a mí, un hombre me levanto de los hombros y con fuerza estrello su cabeza contra la mía, fue ahí donde todo se volvió negro.

Regrese en mi con un fuerte dolor de cabeza, el recuerdo de lo que había pasado me hizo abrir los ojos con miedo, encontré a Emma frente a mí con el rostro sucio y los ojos llorosos. Observe todo a mi alrededor, estábamos al aire libre avanzando sobre lo que parecía ser una carreta rodeada de más personas. Quien iba al frente llamo nuestra atención.

-Señoras y señores, llegamos a nuestro destino. Bienvenidos a Nowearland.

Me acerque a Emma y la abrace. Nos detuvimos después de atravesar un túnel y nos hicieron bajar de ahí. El lugar parecía abandonado, las casas eran viejas, y las personas que estaban nos observaban con lástima.

-¡Nessa! ¡Emma! –De otra carreta bajo la señora Clifford, nuestra vecina, quien enseguida se acercó a nosotras y nos abrazó-. ¿Están bien? –Emma y yo nos quedamos calladas, no estábamos bien, pero estábamos vivas-. Tranquilas, todo estará bien.

La luz del sol estaba saliendo, trate de entender lo que estaba pasando, no parecía más que un ataque y un secuestro, pero había algo más, podía sentirlo. Una mujer un poco grande nos invitó a su casa, la señora Clifford acepto y nos llevó con ella. Era una casa pequeña con muebles bastante viejos, los sillones estaban casi destrozados y no había ventanas, se podía sentir el aire frio filtrarse dentro.

-¿Dónde estamos? –pregunte antes de que dijeran algo más.

-Aquí es Nowearland, tierra de... -la señora se vio interrumpida por un fuerte golpe en la puerta. Se acercó a ella con prisa y un hombre joven entro.

-Madre hay que poner las tablas en las ventanas y asegurar la puerta –fue lo primero que dijo al entrar ignorando nuestra presencia-. hoy es luna llena.




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