Sangre de Alpha.

Capítulo 36.

"Querida Nessa.       

Tal vez los últimos meses han sido difíciles para ti. Superar lo que has pasado no será fácil, pero eres una chica fuerte, sé que lo lograras. Tal vez nunca lo dije, pero eres una persona digna de admirar. Tu valentía, tu honradez, la forma en la que te preocupas por los demás te hace una persona maravillosa. Aunque, debes tener cuidado y pensar dos veces en las consecuencias que tus decisiones pueden traer. Sé que te han quedado muchas dudas desde que llegaste a Nowearland, mismas que me habría encantado resolver en persona, pero las cosas no pudieron ser así.

Es difícil saber desde donde iniciar esto sin tenerte enfrente para lanzar la primer pregunta, aun así, puedo imaginarla.

¿Por qué a ti?

Amé a tu madre con toda mi alma, Salma me complemento de una manera inexplicable. Claro, era mi pareja eterna. Nos conocimos en tiempos difíciles, ella había llegado de la misma manera que tú lo hiciste y nuestra conexión fue instantánea. Seré breve al decirte que gracias a ella seguí siendo la misma persona a pesar de que mi sangre se tornara oscura. Como agradecimiento, la saqué de Nowearland para que fuera libre, aun sabiendo que la mitad de mi alma se iría con ella. Sin embargo, Cyrone y sus súbditos jamás la perdieron de vista, todos ellos guiados por una sola persona.
Lo que pasó a fuera es algo que no te puedo contar, pero me gusta imaginar que Salma me espero tanto tiempo que cuando quiso rehacer su vida y te concibió ya era lo suficientemente grande para no poder protegerte de las bestias que desde el momento en que naciste ya te rodeaban.

Sé, con seguridad, que te amo tanto que decidió entregarte a las personas correctas para protegerte y que seguramente las tuvo al tanto del peligro que corrías. No las culpo por no haber podido defenderte aquella noche en que atacaron tu hogar, era imposible. Es fácil pensar que con la historia de tu madre, Cyrone esperaba que tú hubieras heredado algo de ella y así lograr que su hijo volviera a transformarse. Vaya sorpresa que se llevó cuando supo que con la sangre de cualquier persona lo habría hecho, pero ya estabas ahí, estropeando sus planes.

Todos fuimos títeres de una persona cuyos propósitos eran más horribles de lo que imaginábamos. Pero todos fuimos ciegos y confiamos en él.

Nessa, si fui grosero contigo ante tu llegada, perdóname. De alguna manera me transmitiste sensaciones parecidas a las que Salma me provocaba, pero no eras ella. Supongo que mi madre se dio cuenta de eso y fue entonces que les abrió la puerta de nuestro hogar. Nunca antes había hecho eso, ni siquiera con Salma. Me vi frustrado al darme cuenta de cuanto la extrañaba que no quería aceptarlo. Cegado por el rencor, cometí la mayor de las estupideces. Sí, fui yo quien encerró a Emma y no sabes cuánto me arrepiento.

Marín me convenció de hacerlo, en ese momento confié en él, en sus mentiras. De haber sabido que solo buscaba su propio beneficio habría sido yo mismo quien se deshiciera de él. Cuando te entregó a Arion comencé a perder la cordura y la confianza en él ¿Cómo pudo hacerlo? No sabías nada de esto más lo que Román te contaba, pero no todo era cierto y fue Román quién también comenzó a desconfiar de quién hasta ese momento llamaba familia. Lo encaré y tal vez ese fue uno de mis errores principales, se dio cuenta que había una debilidad en mí por ti, y no dudaría en aprovecharse de eso, hasta que llegaste a encararlo.

Verte de nuevo fue una sorpresa para todos, en especial para mí. Creí que lo mejor en ese momento era que no regresaras ese lugar, pero y habías hecho un gran amigo que no dudo en ayudarte. Lo que pasaste dentro del palacio es otra de las cosas que no sé, sin embargo, por la forma en que defendiste a Arion y la forma tan segura en la que demostraste tu amor por él hasta el final, me son suficientes para saber que tu estancia no fue tan mala. 

…Ver a Arion en ese momento fue una gran sorpresa para mí. Esperaba ver el mismo retrato de su padre, pero al parecer los genes de su madre fueron mejores. No podía confiar en él, era una persona completamente extraña, ni siquiera Marín había tenido la oportunidad de persuadirlo. O eso supuse. No podía dejarte ir, al menos no tan fácil. Por eso fue que decidí enfrentarlo. Mala idea.

Puedo imaginar lo que pensaste cuando oíste que nos conocíamos y que desconfiaras tanto de mí, pero para estas aturas solo podía seguir un camino. No me culpes Nessa, si en ese momento te hubiera dicho todo esto ¿me habrías creído?  Me queda claro que fue Arion quién alimento tus dudas en mi contra.

Entendí que no habría manera de que confiaras en mí nuevamente, pero tenía que estar cerca. No fue difícil notar la ausencia de Marín ante la visita de Arion y no había nadie que pudiera decirme donde estaba realmente. Para este momento, mis sospechas ya estaban claras. El peligro a tu alrededor aumentaba con Marín en el palacio y siguiendo tu ejemplo, decidí entrar. Por ti.

Tuve que aguantarme las ganas de sacarte de ahí cuando vi las marcas en tu cuello, era obvio lo que había pasado, pero decidiste ocultarlo y tal vez no lo notaste, pero te hice cuartada sin siquiera pedírmelo. Con la confianza de Arion en mí creí que la tuya regresaría poco a poco. Te estarás preguntando por qué simplemente no te llevé a donde estaba tu hermana, pero llevarte con ella en ese momento era arriesgado. No podía cometer otro error, pero tu actitud me alteraba.

Que descubrieras el mayor de mis secretos y que lo utilizaras en mi contra rompió con mi paciencia. Y exploté. ¿Cómo pudiste decir eso de mí? No podía más contigo, no me dejabas fácil el enmendar mis errores y esto es lo que debí responder cuando me preguntaste que esperaba al ayudarlos. La forma en la que lo dije no fue la correcta, pero era la verdad. Quería que salieras de ahí junto con tu hermana.




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