PROEMIUN: ONYRIA

Hubo un tiempo, en épocas antiguas, cuando los elfae no sabíamos nada más allá de lo que nuestras tierras y cielos nos podían ofrecer. Era una época en la que las palabras como galaxia, tecnología, o vía láctea eran conceptos que ni siquiera existían en nuestras mentes. Vivíamos en un mundo donde lo tangible y lo intangible eran gobernados por el equilibrio entre lo terrenal y la magia. No había naves que surcaran los cielos, ni grandes salas de ingeniería, ni salones epigenéticos que alteraran el curso de la vida. En su lugar, había bosques eternos, ciudades de mármol y cristal, y reinos que luchaban por su lugar en la historia.

Era un mundo lleno de conflictos, de alianzas forjadas en sangre y traiciones escondidas en sombras. Nuestros días estaban dominados por intrigas entre reinos élficos y por la lucha interminable contra el terrible Neltharion, quién hubiera sometido al antiguo señor oscuro: Necroz. el poder de Neltharion, amenazaba con consumirlo todo. En aquel entonces, no conocíamos la palabra unión en su verdadero sentido.

Solo entendíamos de alianzas frágiles, necesarias para sobrevivir, pero destinadas a romperse cuando la amenaza pasara.

Yo era joven entonces, apenas setenta años de vida, poco más que un niño a ojos de los Altos Elfae. Todo me parecía nuevo y fascinante, cada rincón de nuestra civilización era un misterio por descubrir. Las historias de los bardos sobre Neltharion y las antiguas guerras llenaban mis días con sueños de gloria y heroísmo. No sabíamos, ninguno de nosotros, que nuestro mundo estaba a punto de cambiar para siempre.

Cuando los cielos se abrieron y un barco de Hierro y Fuego descendió sobre nuestras tierras, nuestras creencias, nuestra magia, incluso nuestras guerras, palidecieron ante la inmensidad de lo que estaba por venir. Eran seres de otro mundo, de un poder y conocimiento que escapaban a nuestra comprensión. Decían venir de un Imperio de las Alturas, una fuerza de proporciones inimaginables, un Imperio de Imperios cuya misión era unir todas las galaxias bajo un solo estandarte.

Algunos imperios se conforman solo con una galaxia, pero este tenía más de 20,000 galaxias en su dominio. ¿Te lo puedes imaginar, 20,000? No, por supuesto que no puedes, un poder tan grande, gobernado por un solo emperador no puede ser imaginado por una mente pequeña. Un visionario, alguien que comprendía, el significado de la pureza y la sangre. Alguien que había descifrado, los misterios de la composición y el genoma.

La inmensidad de su poderío era imposible de describir. Sus naves titánicas surcaban el vacío entre las estrellas como si fueran hojas en el viento. Su tecnología, combinaba lo físico con lo que solo podía describirse como magia avanzada, ellos lo llamaban ciencia, y con ella, nos hicieron ver cuán pequeños éramos realmente en el vasto tapiz del cosmos.

Si, si ...... Si tuviera que describir este acontecimiento con miles de frases en el idioma antiguo, no habría palabras suficientes. No.... Si tuviera emplear miles de textos para hablar de este acontecimiento, no habrían palabras.

Si.... Si... Yo era un joven príncipe en aquel entonces. Mi nombre, era y sigue siendo, Urael Faednir Althirion. Hijo de Aelarion Faednir Uransis y vástago de Aleria Nashtiryl Althirion, los Unificadores del mundo.

El nombre de mi mundo era Vaelorn, o bueno, ese fue el nombre que mi padre le puso al mundo que el conquisto.

El Imperio de Vaelorn.

Cuando derrotamos al Terrible Neltharion, cuando destrozados su Imperio, pensé que todo terminaría y que estableceriamos un Reinado de Paz Perpetuo. Sin embargo, nunca dejó de pensar en él, y en sus momentos finales.

Aún recuerdo sus palabras.

Son palabras que aún quedan en mi mente, como bálsamos que no puedo arrancar.

"TU REYNO SERA ASIMILADO POR OTRO. Y TUS PADRES SERAN VASAYOS DE OTRO. DE ALGUIEN TAN PODEROSO, QUE NO TENDRÁN MAS REMEDIO QUE INCLINARSE ANTE ÉL, Y RENDIRLE PLEITESÍA. TÚ LO VERÁS, LOS TUYOS LO VERAN. Y AL VERLO, TU MUNDO CAMBIARÁ."

Nunca entendí sus palabras, jamás comprendí el peso que tendrían en mí. NO HASTA QUE LLEGARON.... NO HASTA QUE DESCENDIERON. HUMANOS SE HACIAN LLAMAR, Y LLEGARON A NOSOTROS CON SUS BARCOS DE HIERRO Y FUEGO. HOY EN DÍA VAELORN SIGUE SIENDO EL MISMO DE SIEMPRE, PERO LOS NUESTROS NO OLVIDAN LA LLEGADA.

Si.... Si tuviera que hablar del origen del contacto de nuestra raza con el Imperio de Imperios, tendría que contar el origen de la Onyria y la Gran Asimilación.