Sangre de guerrera

Cap 12

Analee

Estamos en clase de leyes esperando a que llegue el maestro, Flavio está sentado atrás de mi y Enriko a lado, estamos hablando sobre la coronación y compromiso de la "princesa" si supieran que yo soy la princesa...se armaría todo un drama.
Vemos a Angelo entrar, tiene el brazo vendado y la cara llena de moretones.

—¿Qué te pasó? —le pregunta Mauricio.

—Me...me caí —dijo caminando a su lugar.

Mauricio y yo miramos a los chicos poco convencidos.

—Marukh lo golpeó —dice Guido.

—¿Marukh? ¿Por qué? —pregunta Mauricio.

—No lo sé pero se veía muy enojado —dice Matías.

El maestro de leyes entra y todos nos callamos, empieza a dar su clase y minutos después llega Marukh, ve al maestro y entra al salón de cuncrillas para que no lo vea el maestro, se sienta en el primer lugar vacío que encuentra y justo en ese momento se voltea el maestro

—Como les estaba diciendo... —continuo dando su clase sin darse cuenta de la presencia de Marukh.

Marukh me voltea a ver y yo me volteo prestandole atención de nuevo al maestro sin embargo puedo sentir la mira de Marukh sobre mi.
Termina la clase, Guido, Matias, Mateo y Enriko se van a hablar con Marukh mientras que Flavio, Mauricio y yo estamos hablando sobre una obra a la que quiere ir Mauricio con la chica que le gusta cuando entra el sargento Caruso.

—Leone a la oficina del coronel —dice para después irse.

Todos me miran curiosos y sorprendidos, la verdad yo también lo estoy, apenas llevo un mes y medio aqui y ya visite la oficina del coronel mas veces de las que me gustaria, yo creo que ya hasta el coronel se canso de verme la cara.

—¿Ahora que hiciste? —me pregunta Mauricio.

—No lo sé —digo.

Me levanto y salgo del salón bajo la mirada atenta de todos y sintiendo que me lleva la que me trajo.
Llego a la oficina del coronel, tomo aire y entro esperando el peor regaño del mundo.

—¿Me buscaba coronel? —pregunto firme.

—Si —se levanta de su silla y se recarga en el escritorio cruzandose de brazos— ya me entere que la razón por la que llegaste de último en la simulación fue porque Angelo te empujó a una trampa de cazadores.

—¿Como lo sabe? —pregunto confundida.

—Eso no importa, ¿Por qué lo ocultaste? —pregunta serio.

No sabia que responderle, ni yo sabia porque había defendido al idiota de Angelo ni porque había aceptado el castigo cuando en realidad fue culpa de Angelo que llegara tarde. A veces creo que soy tonta.

—¿No me dirás? —pregunta.

—No...no se porque hice eso pero si lo vemos de otro modo es una buena manera de mejorar a la hora de la batalla —respondo en voz baja.

El coronel suspira y asiente.

—No puedes ir defeniendo siempre a tus compañeros, aunque es necesario el compañerismo si cubres este tipo de actitudes traerá problemas cuando sea una guerra de verdad porque el no sabe lo que es trabajar en equipo y eso los puede llevar a perder batallas e incluso vidas —dice.

—De acuerdo coronel, lo siento —digo.

—Regresa a tus clases y piensa en lo que te dije, no por problemas personales pueden poner sus vidas o las de otros en peligro —asiento y salgo de su oficina.

Cuando estoy afuera veo a los chicos esperándome incluyendo a Marukh.

—¿Qué te dijo el coronel? —pregunta Flavio.

—¿Por qué te mando a llamar? —pregunta Guido.

Les cuento lo que paso con Angelo durante el simulador y lo que me dijo el coronel.

—Yo creo que el coronel tiene razón, si lo tapas va a creer que puede seguir metiéndose contigo y eso puede afectar a las batallas e incluso puedes ponerte en peligro, personas así no son de fiar —me dice Mateo.

—No es para tanto, nunca haría algo que pusiera en peligro a ustedes o a las misiones y menos a mi y menos por ese idiota, ustedes confíen en mi —digo.

—No, tu hazle caso al coronel, no puedes arriesgarte —dice Matias.

—Esta bien —-digo ignorandolos.

Nos dirigimos al campo de entrenamiento donde nos toca entrenamiento de puntería con armas con el sargento Caruso. Tenemos que practicar con todas las armas, pistolas, espadas, arco, etc. Por suerte llevo practicando esto desde que era niña por lo que será sencillo para mi aunque la pistola no es exactamente lo mío, la se utizar ya que mi padre me enseño a usarla unas pocas veces y tengo buena puntería por la arqueria pero como practicabamos a escondidas de mi madre muy pocas veces llegue a usarla pero se que puedo mejorar.
Hicimos un examen de medición par ver que tal andábamos de nivel en el manejo de armas, en el uso de espada y de arco saco la calificación más alta quedando en primer lugar al igual que Marukh quien esta en segundo lugar pero en manejo de pistola no me fue muy bien que digamos, aunque saque alta calificación igual seguía siendo bastante baja a comparación de Marukh que saco la más alta calificación quedando en primer lugar,  en segundo lugar esta Enriko, en tercer lugar Flavio y yo en cuarto lugar. Necesito mejorar.
Seguimos practicando, Enriko me ayuda un poco al igual que Flavio aunque solo es cuestión de que practiqué.
Después de varias horas de práctica todos se van a los vestidores para bañarse así que yo me voy a mi habitación para bañarme ya que Marukh también se baña en los vestidores asi que aprovecho para bañarme, aun así le pongo seguro a la puerta del baño.

Estoy acostada leyendo cuando entra Marukh y en cuanto me ve sonríe pero solo ruedo los ojos, sigo enojada con el por perderme mi collar.

—Ey enano —me dice pero lo ignoro— mira lo que te traje. —lo ignoró— te conviene, vamos, ábrelo.

Me entrega una caja pequeña negra, dejo mi libro de lado y lo abro quedando sorprendida.

—¿Pero como...? —pregunto sorprendida al ver mi collar adentro de la caja como nuevo.

—No lo perdí, siempre lo he tenido —dice alegre.

—¿Y por qué no me lo dijiste? —le preguntó mientras me lo pongo.



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En el texto hay: princesa, corona, romance juveni

Editado: 16.07.2022

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